“El arte, la música y el canto es para el cristiano una invitación a la esperanza”

Una celebración solemne y un espectáculo religioso-cultural impecable en el que Jairo, Irina Morillo y Christian Wagner fueron las figuras centrales, marcaron el inicio del Jubileo de la Diócesis de Puerto Iguazú, en la Liga Regional de Fútbol local. Tras la entrada de cruz y de la imagen de Santa María del Iguazú, patrona de la Diócesis, Monseñor Marcelo Martorell, destacó “la preparación y profundización de este tiempo de gracia, celebrando un jubileo para cada comunidad y hoy, para la comunidad de las comunidades, la Diócesis de Puerto Iguazú”.

Una celebración solemne y un espectáculo religioso-cultural impecable en el que Jairo, Irina Morillo y Christian Wagner fueron las figuras centrales, marcaron el inicio del Jubileo de la Diócesis de Puerto Iguazú, en la Liga Regional de Fútbol local. Tras la entrada de cruz y de la imagen de Santa María del Iguazú, patrona de la Diócesis, Monseñor Marcelo Martorell, destacó “la preparación y profundización de este tiempo de gracia, celebrando un jubileo para cada comunidad y hoy, para la comunidad de las comunidades, la Diócesis de Puerto Iguazú”.

Con el acompañamiento del nuncio apostólico, Monseñor Adriano Bernardini, y numerosos sacerdotes,  religiosas y fieles,  el prelado puso de manifiesto “la alegría de haber vivido como comunidad de fe en Cristo durante estos 25 años. Tenemos el corazón joven y alegre para seguir festejando”.  Agradeció a quienes “plantaron” la iglesia en Iguazú y dijo que “queremos orar, pedir perdón y perdonar; continuar sembrando la semilla de la fe, la esperanza y el amor”.

Instó a celebrar “la vida que Dios nos regala cada día, la unión de la vida familiar”, y antes de invitar a participar del acto religioso-cultura, aseguró que “el arte, la música y el canto es para el cristiano una invitación a la esperanza. Queremos celebrar la fe, prometiendo al señor ser mejores”.

 

Jairo, un artista de lujo

En su camarín y antes de salir a escena durante el festejo por los 25 años de la Diócesis de Puerto Iguazú, Jairo señaló que ya había recorrido las Cataratas del Iguazú en varias ocasiones. “Tuve la oportunidad de venir solo, con la familia”, dijo, al tiempo que recordó que “el primer viaje largo que hice viviendo en Cruz del Eje (Córdoba) lo hice con unos amigos que eran porteños. Venimos a dedo hasta las Cataratas cuando tenía apenas 17 años”.

El viernes fue la primera vez que actuó en Puerto Iguazú y consideró que “es buena la primera vez. Afortunadamente quedan muchos lugares adonde ir por primera vez, es bonito, porque si bien el público tiene un comportamiento bastante parecido en todas partes, respecto a mí y al repertorio que canto, siempre hay algo que lo hace diferente”.

Describió al público misionero como “cálido”, al que “le gusta mucho la música, que tiene mucho cariño por su propia música, y eso es algo digno de respeto, que hay que destacar”.

Manifestó que tiene amigos entre los artistas litoraleños y mencionó al “Chango” Spaciuk, quien lo acompañó en algunos de sus discos;  Antonio Tarragó Ros, y Raúl Barboza, “con quien tenemos una amistad que se hizo muy grande sobre todo viviendo en Francia”.

Respecto al show sostuvo que “cuando uno hace una gira, estructura un repertorio, lo piensa, lo arma. En este caso lo armamos en torno de un trabajo discográfico que se llama “Los enamorados”, entonces la columna vertebral de ese repertorio está compuesta por canciones de ese trabajo. En tantos años de trabajo se va acumulando un repertorio muy amplio. Además, yo intento cantar muchos estilos, y eso hizo que el repertorio sea un poco “desordenado” aunque para mi es ordenado porque cada canción responde a lo que tenía ganas de cantar en cada uno de esos momentos”.

Aseguró que “no hay un estilo con el que me sienta más o menos cómodo, a mí me gusta cantar. “Del vientre de mi madre, yo vine a este mundo a cantar”, dijo Martín Fierro. Tendría que ser otro, y no tengo ni la ilusión, ni la esperanza, ni la intención de ser otro”.

Rememoró que en su Córdoba natal también colabora en oportunidades especiales.” Cuando se restauró la catedral, que es un edificio histórico, me llamaron para cantar, sobre todo, dos canciones que tenían ciertas connotaciones religiosas como lo es el “Ave María”, de Schubert, y la “Carpintería José”, ejemplificó.

Las cenizas volcánicas impidieron a Jairo y a su banda viajar en avión hasta la tierra colorada por lo que debieron realizar una travesía de 17 horas en el micro que habitualmente utilizan para las giras. “Estamos acostumbrados a hacer las giras en micro. Prefiero viajar en micro a hacerlo en avión porque me gusta charlar, mirar películas, leer, además surgen muchas cosas, conversaciones, una idea, eso hace que la pequeña comunidad que constituimos se haga cada vez más consistente, más sólida, mas equilibrada en muchos aspectos. La banda esta constituida desde hace muchos años. El más joven es el acordeonista (Javier Acevedo). Es un grupo muy compacto, nos conocemos mucho, y nos llevamos muy bien”, confió el artista.

Reiteró que “es un placer estar acá, primero porque es uno de los lugares que distinguen a la Argentina de una manera extraordinaria. Las Cataratas son uno de los símbolos del país, y uno de los lugares más bellos del planeta. Los misioneros deben estar muy orgullosos de pertenecer a esta tierra donde existe un lugar como este”.

Al aparecer sobre el escenario, durante el evento organizado por el Instituto Provincial de

Lotería y Casinos Sociedad del Estado (IPLyC SE), el Gobierno de Misiones y la Diócesis de Puerto Iguazú, Jairo deleitó a los presentes con “Me encanta esta hora del día”, “Milagro en el bar Unión”,  y “Duerme negrito”. Tras señalar que “demás está decir que estamos felices de cantar en este lugar de la Argentina que hace que nuestro país sea un sitio tan singular”, continuó con “Los hermanos” (Atahualpa Yupanqui), “Caballo loco”, “La balacera”, “Los enamorados”, “Carpintería José”, “Lucía se va” –escrita por su hija Lucía antes de radicarse en España-, “Milonga del trovador”, y “Ladrón de trenes”.

Después de interpretar “Amigos míos me enamoré”, “El valle y el volcán”, y “Para verte feliz”, presentó a quienes lo acompañan: Osvaldo Figueras (guitarras y voz), Yaco González (percusión y coro), Dhani Ferrón (bajo), Gustavo Horche (batería), Guillermo Cardozo Ocampo (piano, guitarra), y Javier Acevedo (acordeón).

Tras las demostraciones con los respectivos instrumentos, siguió con “Morir enamorado”, “Indio Toba”, y “Chacarera de las piedras”. En ese momento hubo una pausa para que la gerente general del IPLyC SE, contadora Nelly Kruger, entregara al artista un presente en nombre del Gobierno de Misiones, ya  que Jairo había cumplido años el 16 de junio.

Tras un emocionado agradecimiento por el obsequio, y para finalizar, hizo una entrega impecable del “Ave María”, una plegaria que grabó como parte de su segundo disco mientras vivía en Francia. “Nunca imaginé que iba a convertirse en uno de los soportes más importantes de mi repertorio. Primero recorrió el mundo en idioma francés y luego en otros idiomas”, dijo, e inició la interpretación, primero en francés y después en castellano, que hizo rodar lágrimas en las mejillas de varios espectadores. “Gracias por habernos elegido.  Nuestra sana envidia de saberlos tan cerca de una maravilla del mundo”, acotó al partir.

 

Una noche para el recuerdo

Irina Morillo y su “Quinteto Piazzolla”, vestidos de negro impecable, fueron los encargados de abrir el espectáculo, con un recorrido por las emocionantes obras de Piazzolla. Tras interpretar “Libertando” y mientras tres parejas hacían de las suyas al ritmo del 2×4, prometió que “esta noche vamos a tener mucho del maestro”, y continuó con parte de las cuatro estaciones de Piazzolla.

Cuando se calmaron los insistentes aplausos, fue el turno de “Balada para un loco”, en la voz de Matías Meza. Enseguida, Morillo presentó a sus músicos: Macelo Móttola (batería y percusión), Matías Segovia (bajo), Marcelo Pérez (flauta traversa, clarinete, saxo), y Fernando Gruber (guitarras). Luego siguió con “Por una cabeza”, “Tango apasionado”, “Alfonsina y el mar”, mientras que la despedida fue con el tango de los tangos: “La cumparsita”.

Christian Wagner, quien se presentó por primera vez como solista en Puerto Iguazú, cautivó a los adolescentes y jóvenes con los temas de su último disco “Irresistible”. Inició su show con el conocido “Hoy queremos fiesta” y continuó con varios temas en portugués, para seguir con “Corazón de miel”, “Chocolate”, “Azul”. Luego llegó “Fantasía”, al ritmo de cachaca, y cuando buena parte de los espectadores se pusieron a bailar, interpretó “Claro de luna”.

Luego de presentar a sus músicos: Leonardo Da Silva (teclado), Agustín Viola (batería), Alejandro Díaz (percusión), Diego Velázquez (bajo) y David Frach (guitarra), continuó con “¿Y qué es el amor?”, “Locutor”, “Amor real”, y “Campaña solidaria”.

 

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