Terapia asistida con animales: la Municipalidad de Posadas brinda apoyo emocional a niños hospitalizados

A través del proyecto de terapia asistida con animales de la Municipalidad de Posadas, Martin Britez, adiestrador canino, y sus perros, Piky y Chocolate, ofrecen apoyo emocional a niños hospitalizados. Se destacó que el trabajo se realiza con la colaboración de un equipo de profesionales de la Salud, atendiendo meticulosamente la higiene y entrenamiento de los canes que interactúan con los menores.

Mediante una iniciativa a cargo de la Dirección General de Derechos Humanos dependiente de la Secretaría de Gobierno Municipal de Posadas, Martin Britez, adiestrador canino con más de dos décadas de experiencia en el entrenamiento de perros, tomó la delantera en un proyecto de terapia asistida con animales.

Este programa, el primero de su tipo a nivel municipal en el país, ofrece servicios gratuitos de terapia asistida por perros a niños que requieren de apoyo emocional y contención. “Yo llevo 21 años trabajando con perros”, destacó Britez, quien recorrió el país y el extranjero impartiendo capacitaciones, especialmente en tácticas policiales, antes de sumergirse en el mundo de la terapia asistida con animales.

El proyecto tomó forma el año pasado, fruto de una colaboración con la doctora Lilian Tartaglino, que se desempeñaba en ese momento como secretaria de Salud. “Fue una reunión que tuvimos, ella tenía la idea, yo asumí la parte técnica”, explicó Britez, subrayando la importancia de contar con el perro adecuado para llevar a cabo la tarea. Piky, la primera perra del programa, se convirtió en una celebridad local tras ser adoptada para el proyecto.

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Britez destacó que, aunque la gestión gubernamental cambió, el proyecto sigue adelante bajo la Dirección General de Derechos Humanos municipal. “Y lo que hemos visto es que en algunos lugares de hospitalización son muy nocivos a veces, o muy invasivos para el chico en la parte emocional. No puede estar con sus amiguitos, no puede estar con los primos, los hermanos. No pueden estar con sus animales. Y al ver ingresar un animal que puede estar jugando un rato con ellos, 20, 30 minutos en pediatría -porque después viene la hora de la medicina, la hora del descanso, todo un tema-, ver la alegría que tienen cuando nos reciben es muy bueno”, declaró el educador canino.

De esta manera, junto a Piky y Chocolate, otro de los perros que se sumó al programa, sumado a un grupo de profesionales vinculados a la Psicopedagogía, visitan el área de Pediatría de los hospitales de la ciudad los días martes y jueves, precisó.

Britez subrayó la importancia de la sanidad tanto de los animales como del entorno hospitalario, asegurando que se toman todas las precauciones necesarias vinculadas a higiene y entrenamiento para garantizar una experiencia segura para los niños. “Hago mucho siempre hincapié en el hecho de la parte de sanidad animal, yo no quiero que el día de mañana mi hijo tenga una enfermedad transmitida por un animal, es difícil porque a veces los chicos quieren tocar al animal y no les permite por su patología. Siempre se atiende todo lo que es higiene para poder llevar al animal”, afirmó.

Terapia asistida con animales: ¿qué razas de perros son más aptas?

Frente a la pregunta de si es indispensable utilizar perros de raza pura o si sería viable incorporar mestizos, Britez explicó: “Sí y no. Para tener un perro de terapia asistida tenés que tener un temperamento muy controlado, muy equilibrado. Entonces, hay ciertos test que se realizan en la etapa de cachorro y en la etapa adulta también, para clasificar el tipo de perro”.

 

De allí que resaltó la particularidad de razas como el golden retriever y el labrador, conocidas por su prolongado estadio juvenil, denominado neotenia, lo que influye significativamente en su psicología y adaptabilidad. Aunque la posibilidad de incluir perros mestizos no está descartada, Britez señaló las complejidades que conlleva desconocer la genética exacta de estos animales, ya que “el temperamento viene también de la genética” y algunas conductas adquiridas pueden ser desafiantes de modificar.

Por último, advirtió acerca de la falta de educación canina que identifica en la población, debido a que una mascota requiere más que solamente alimento y completar el calendario de vacunación. “Cada cosita es un eslabón, nosotros cometemos el error de dormir con el animal, estar en el sillón y que el perro se suba, comer con el animal, dejarle la comida e irse, dejar los juguetes tirados e irse. Todas esas cosas llevan a un mal comportamiento del animal; entonces después vienen los problemas de los juegos de manos con los perros, que muerde las manos. Eso hace que el perro también pueda llegar a potenciar su agresividad”, concluyó.

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