Sandra Lezcano, presidenta de la Asociación Misionera de Agencias de Turismo (AMAT), se refirió las consecuencias de la derogación por DNU de tres leyes que regulaba la actividad turística en el país. En ese sentido señaló que existe un panorama complejo y desafiante para el sector, así como la necesidad de adaptarse a los cambios impuestos por el Gobierno nacional.
Sandra Lezcano-Radio República
Lezcano manifestó que la desregulación del sector turístico que plantea el Gobierno nacional a través de la derogación de la Ley N° 18.829 permite a cualquier persona vender servicios turísticos sin cumplir con requisitos específicos de registro o idoneidad profesional.
La eliminación de registros fundamentales, como el registro de idoneidad y el seguro de caución anual, genera inquietud en el gremio. Esta derogación implica que entidades diversas, desde negocios locales hasta medios de comunicación, tienen ahora la posibilidad de ofrecer servicios turísticos sin contar con respaldo legal o la necesidad de demostrar experiencia en el rubro.
«Con la derogación de esta ley, se eliminó un marco de regulación que brindaba cierta seguridad tanto a las agencias como a los consumidores», afirmó Lezcano. Esta falta de regulación puede traducirse en un escenario donde la competencia desleal y la oferta de servicios de baja calidad se conviertan en problemas frecuentes.
La presidenta de la AMAT expresó su preocupación acerca de los riesgos que esta nueva situación presenta para los consumidores. Al permitir que cualquier individuo o entidad venda servicios turísticos sin restricciones, se abre la puerta a posibles estafas y a una disminución en la calidad de los servicios ofrecidos.
«La derogación de la ley implica que cualquier persona puede vender cualquier cosa relacionada con viajes, ya sea un paquete turístico completo o simplemente un servicio de alojamiento», señaló. Este escenario, sin duda, plantea un desafío importante para los consumidores, quienes ahora deben ser especialmente cautelosos al elegir a quién confiar sus planes de viaje.
Asimismo puso de manifiesto los desafíos administrativos que enfrenta el sector turístico a nivel nacional. La falta de un Ministerio encargado de supervisar y regular las actividades turísticas, complica la implementación de medidas efectivas para garantizar la calidad y la seguridad en el sector.
«Aunque la Federación de Agencias de Turismo está trabajando en la elaboración de un marco regulatorio que proteja a los consumidores y a las agencias, la falta de una estructura gubernamental clara ralentiza este proceso», explicó Lezcano. La incertidumbre en cuanto a quién asumirá las responsabilidades y cuándo se establecerá una nueva subsecretaría dificulta la planificación a largo plazo.
«La responsabilidad recae en el consumidor»
Ante este escenario de cambios y adaptación, la titular de AMAT hizo un llamado a la prudencia y la precaución por parte de los consumidores. Instó a la población a investigar y elegir proveedores de confianza, especialmente en un contexto donde la oferta de servicios turísticos puede provenir de una variedad de fuentes no tradicionales.
«Es esencial que los consumidores sean conscientes de que, con la derogación de la ley, la responsabilidad recae en ellos para evaluar la confiabilidad de quienes ofrecen servicios turísticos», subrayó. En este sentido, enfatizó la importancia de mirar más allá del precio y considerar la reputación y la trayectoria del proveedor al realizar una compra.
Además el sector enfrenta la falta de una subsecretaría en el ámbito nacional lo que genera un impacto significativo en la coordinación entre el sector público y privado. La Federación de Agencias de Turismo busca establecer un diálogo efectivo con las autoridades para desarrollar medidas que protejan tanto a las agencias establecidas como a los consumidores.
«La federación está trabajando en reuniones, pero la falta de una subsecretaría y la ausencia de una clara estructura gubernamental para abordar estos problemas han ralentizado el proceso», explicó Lezcano. Este vacío en la administración pública genera incertidumbre en cuanto a cómo se implementarán las regulaciones y cómo se garantizará la transición hacia un nuevo marco normativo.
«Es un cambio significativo que impacta tanto a las agencias establecidas como a aquellos que ahora ingresan al sector. Pero es esencial que, en este proceso, se reconozca y proteja a quienes han contribuido al desarrollo del turismo en la región», enfatizó Lezcano.
La derogación de la ley que regulaba el sector turístico nacional genera una serie de desafíos y cambios que afectan tanto a las agencias como a los consumidores. La incertidumbre en la implementación de nuevas regulaciones, la falta de una subsecretaría y la necesidad de establecer medidas de protección para los consumidores destacan la complejidad de esta transición.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 31, 2023
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