El futuro ministro de Interior, Guillermo Francos, dijo que sería razonable que el tipo de cambio oficial ronde en ese precio y achique la brecha con el blue. Qué puede pasar con el resto de las variables de la economía.
Falta menos de una semana para que Javier Milei asuma la presidencia y uno de los puntos que mayor incertidumbre genera es lo que va a pasar con el dólar y cómo la política cambiaria puede modificar el resto de las variables de la economía.
En ese sentido, el futuro ministro de Interior, Guillermo Francos, deslizó en las últimas horas que “sería razonable” que el tipo de cambio oficial ronde entre los $600 y los $650. Si bien esa idea había trascendido días atrás, ahora toma fuerza y empiezan a barajarse diferentes escenarios.
“Un dólar razonable debería estar en torno a los $600 y los $650″, expresó el dirigente libertario y remarcó la necesidad de achicar la brecha entre el valor oficial y el dólar blue, que hoy se ubica en 156,58%.
Se trataría de una de las primeras medidas que implementaría el presidente electo. Actualmente, el dólar oficial cotiza para la compra a $378 y llevarlo a los $650 provocaría una devaluación cercana al 80%. De todas formas, Francos aclaró que es un cálculo estimativo: “No estoy diciendo que es el valor que vaya a tener”.
En ese contexto, desde Consultatio indicaron que si Milei comienza con el plan de estabilización “lo que venga dependerá exclusivamente del éxito que pueda tener atravesando ese sendero” y que “es muy probable que, incluso, si se diera una fuerte corrección cambiaria, no se levantarían todas las restricciones cambiarias en un principio”.
Asimismo, indicaron que el desafío más importante estará en el impacto inflacionario que pueda generar el ajuste cambiario: “La inflación corre a un ritmo del 10% mensual. Las señales fiscales constituyen la única ancla posible (ante la inexistencia/imposibilidad de mantener un ancla nominal, al menos hasta la devaluación) que puedan moderar el pasaje a precios”. “El propio Milei reconoció que la estanflación se profundizará, pero el clima social podría empeorar significativamente si la situación no se maneja con precisión quirúrgica”, advirtieron.
En tanto, el economista de Empiria, Matías de Luca, explicó: “La idea es generar una recomposición (depreciación) del tipo de cambio real, de modo que el Banco Central pase de vender a comprar reservas. En la medida que esto se haga de forma sostenida y mejore su balance (empiece a tener reservas netas positivas), la brecha cambiaria debería moderar y eso ayudar a aplacar expectativas. Un banco central robustecido disminuye las especulaciones de devaluación. Por otra parte, el equilibrio fiscal elimina la necesidad de emitir dinero, por lo que debería el otro pilar del programa económico. A medida que se den estas dos cosas, la inflación en el mediano plazo debería empezar a bajar”.
“Respecto a inflación, es lógico esperar un repunte en el corto plazo si el dólar pasa a $650, como también corregir tarifas u otros precios atrasados, pero es parte de alinear los precios relativos al inicio para que a futuro no haya nuevas presiones que aturdan un eventual sendero decreciente de la inflación”, completó.
Para los economistas de Equilibra, la suba “sumaría un poco más de 3 puntos porcentuales de inflación si no modifica el precio del dólar MEP/CCL ni el exportador”. “El aporte sería acotado porque la mayoría de los rubros importados del IPC toman en cuenta las cotizaciones financieras en su formación de precios; y noviembre captaría el impacto inflacionario de la generalización del dólar exportador al resto de los bienes y servicios”, acotaron.
En tanto, la consultora Ecoviews señaló que en el caso de comenzar con la corrección cambiaria sería “más fácil para el Gobierno, dado que no requiere aprobaciones del Congreso, sino que simplemente es el Banco Central el que decide”. En esa línea, explicó cuáles creen que son los dos caminos posibles: una devaluación brusca o una más moderada.
“La primera opción es dejar flotar el tipo de cambio y que el mercado lo lleve a un valor en torno de los $800. Partiendo de los $360,5 en los que terminó noviembre, esto implica un salto de poco más del 120%. Con esta devaluación, la brecha cambiaria podría cerrarse rápidamente y todos los impuestos sobre el dólar (PAIS + Adelantos de Ganancias) se eliminarían. Además, el tipo de cambio real se volvería lo suficientemente competitivo como para que las reservas vuelvan a crecer. Esta sería una estrategia de shock”, planteó.
Por otro lado, la posibilidad de que sea un salto cambiario menor: “Hay chances de que Luis “Toto” Caputo (el futuro ministro de Economía) vaya por la segunda opción, una devaluación inicial que no sería tan alta y en la que seguiría vigente el impuesto PAIS”.
“Un dólar a $650 implica un salto cambiario del 80%. En este caso, la brecha es probable que quede algo más alta y no desaparezca al menos hasta que se elimine este impuesto. La ganancia de competitividad sería menor, por lo que el incentivo a que se liquiden las exportaciones también. Creemos que yendo por esta línea de acción se puede descomprimir la situación actual, pero hay chances de que la devaluación se quede corta teniendo en cuenta que la inflación puede comer rápidamente la mejora”, precisaron desde Ecoviews.
El dólar blue volvió a caer: acumuló un retroceso de $150 en los últimos ocho días https://t.co/aVkGr8mk4w
— misionesonline.net (@misionesonline) December 4, 2023