Tras casi una década usando su automóvil en base a gasolina, Zhang Fengxiang, originario de una pequeña ciudad en la montañosa provincia de Guizhou en el suroeste de China, optó por cambiarse a un vehículo eléctrico a principios de este año.
«Con el descuento, el automóvil eléctrico ahora es muy barato y accesible», dijo, y agregó que las carreteras en áreas rurales han mejorado significativamente y que hay estaciones de carga disponibles en todas partes.
Con un precio de 221.900 yuanes (alrededor de 31.021 dólares estadounidenses), el nuevo automóvil es de la marca china Changan. Beneficiándose de un descuento de tienda y de un subsidio gubernamental de 22.000 yuanes, alrededor del 10 por ciento del precio original, Zhang terminó pagando solo 177.900 yuanes.
La estación de carga más cercana está a menos de un kilómetro de su casa. «Después de una carga completa, puedo conducir hasta 700 kilómetros», dijo. «Solo necesito cargar una vez cada dos semanas. Además, el nuevo automóvil es ecológico».
En los últimos años, gracias a los esfuerzos de colaboración entre los gobiernos locales y las empresas automotrices, los vehículos de nueva energía (VNE) se volvieron accesibles para una población más amplia en las zonas rurales de China.
En Guizhou, donde vive Zhang, la accesibilidad a las instalaciones de carga fue una vez una preocupación importante para los aldeanos y un gran obstáculo a la hora de adoptar VNE. Hacia el 27 de septiembre pasado, con la instalación de tres estaciones de carga en la ciudad de Yungui en Bijie, las 1.145 ciudades de la provincia ahora cuentan con infraestructura de carga para automóviles eléctricos.
Guizhou, junto con las provincias de Guangdong, Hainan, Yunnan y la Región Autónoma de Guangxi Zhuang, lograron una cobertura completa de todas las ciudades con una red de casi 100.000 estaciones de carga para vehículos eléctricos. Esto redujo la distancia promedio del servicio de carga a aproximadamente 20 kilómetros en las zonas rurales.
China introdujo varias medidas para liberar el potencial de consumo interno en el sector de VNE a principios de este año.
El país extendió su política impositiva preferencial de compra para VNE hasta finales de 2027 y publicó una guía para apoyar a las personas que viven en zonas rurales para comprar y usar VNE, centrándose en impulsar la construcción de infraestructuras de carga. Las cifras oficiales muestran que, a partir de mayo de este año, China había instalado más de 6,35 millones de estaciones de carga en todo el país.
A finales de septiembre, China tenía ya 18,21 millones de VNE registrados, según el Ministerio de Seguridad Pública. Más de 5,19 millones de VNE se habían registrado durante los primeros tres trimestres de este año, un 40 por ciento más que en el mismo período del año pasado, lo que representa el 28,6 por ciento de todos los nuevos registros de automóviles.
La provincia de Zhejiang, en el este de China, cuenta con más de 1,65 millones de VNE, incluyendo más de 350.000 unidades en las zonas rurales.
La provincia completó casi por completo la construcción de una red de servicio de carga de VNE, en la que los propietarios de vehículos pueden encontrar un poste de carga en el área rural dentro de una distancia promedio de conducción de cinco kilómetros, tres kilómetros en las afueras y un kilómetro en el área urbana. Su objetivo es mejorar aún más la red para que en 2025 los conductores puedan encontrar una estación de carga en un plazo de cinco minutos y 30 minutos de conducción en las zonas urbanas y rurales, respectivamente.
Incluso en la meseta de Qinghai-Tíbet los VNE están adquiriendo cada vez más prevalencia. Las calles vibrantes de Lhasa, la capital regional de la Región Autónoma de Xizang, se llenan de autobuses, taxis y automóviles particulares de nueva energía, que navegan sin esfuerzo contra el telón de fondo de impresionantes montañas nevadas y el majestuoso Palacio de Potala.
En la meseta, donde el rendimiento de los vehículos de combustible se ve significativamente afectado por el entorno de bajo oxígeno, los VNE han surgido como una alternativa atractiva y práctica. Sus menores costos, impulsados por la electricidad más asequible debido a la abundante energía solar, los convierten en una opción convincente.
Ante el inmenso potencial del mercado, un número creciente de fabricantes de automóviles se están «subiendo al carro» para hacerse con una parte del pastel.
La empresa automotriz china Zeekr ha construido estaciones de carga en Xizang, incluyendo una en Tashizom, el municipio administrativo más cercano al Monte Qomolangma en China.
Ya en 2021, Tesla anunció que una red de supercarga a lo largo de la carretera que une Xizang con la provincia vecina de Yunnan se completó oficialmente. Comenzando desde Kunming de Yunnan y atravesando Dali, Lijiang, Lhasa y otras ciudades turísticas populares, se han construido un total de 14 estaciones de supercarga y una estación de carga de destino a lo largo de la ruta.
Para Zhou Xun, propietario de un alojamiento turístico en el pintoresco pueblo de Jingshan en Zhejiang, las mejoras en las instalaciones de carga significan más turistas, lo que resulta en más ingresos.
«En los últimos años, más turistas eligen viajar en automóvil», le dijo a la agencia de noticias Xinhua. «Muchos de ellos nos llamarían antes de hacer una reserva para preguntar si estamos cerca de las estaciones de carga».
«Así que, una mejor infraestructura es realmente buena para el desarrollo del turismo rural, y por lo tanto añade impulso a la revitalización rural», dijo Zhou.
(Fuente: People’s Daily)
“La reducción de la pobreza en China es un ejemplo para el mundo”, dijo Bill Gates en su charla con Xi Jinping https://t.co/YaNTdTXF1R
— misionesonline.net (@misionesonline) June 16, 2023
