Una semana después del balotaje, aún se está definiendo la conformación del nuevo gabinete de la República Argentina. Todo presagia, en este primer análisis, que la sociedad política entre Mauricio Macri y el presidente electo por La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei estaría rota. Como el rezo que exclama, desde que somos un país de coaliciones electorales: “las alianzas solamente sirven para ganar elecciones, no para gobernar”.
La pelea es evidente y surge por los cargos cual botín de guerra, esto se evidencia en momentos icónicos de la semana como la libertaria Carolina Píparo twitteando sobre la transición del ANSES y a los pocos minutos estaba descartado su nombre para ser la titular de la cartera. Pero esto no sucede solamente en las altas esferas del gabinete nacional donde aparecen nombres de ya conocidos integrantes de otros gabinetes: Patricia Bullrich, Luis Caputo, Federico Sturzenegger. También sucede a nivel local.
En Misiones, dirigentes de los tres partidos que conforman la alianza de Juntos por el Cambio se arrogan el triunfo de Milei. El frente electoral festeja una victoria que no les pertenece: a ellos. La ciudadanía no los eligió para gobernar las elecciones provinciales de mayo, ni en las PASO de agosto, ni en las generales de octubre. Hoy contaminan a LLA con peleas y reclamos de cargos en la provincia “para solventar sus kioscos” sostienen desde la cercanía de la mesa chica. Se habla fuerte de renuncias a bancas para los que fueron electos en búsqueda de un lugar en las carteras nacionales de Misiones. “Están tan alejados de la realidad que piensan que una fiscalización se paga con la delegación de ANSES”, explicaron.
En Activar ya se alinearon al libertarismo como lo sugirió Ramón Puerta, jefe del espacio; el PRO va a “brindar gobernabilidad” y es posible que Goerling, senador electo, vote con Milei en el Senado. Por su parte, la UCR Misiones hoy está separada del comité nacional que decidió la neutralidad, aunque tanto Gerardo Morales como Martín Loustau hayan trabajado con Sergio Massa. Los radicales querían refugiarse bajo el mando de Patricia Bullrich y detrás de Milei, como el ejemplo del concejal chamamecero radical que subió videos votando al candidato que le pega a una foto de Raúl Alfonsín.
La ruptura de JxC sigue sangrando y se mantienen alejados de la realidad. En Misiones el pueblo eligió, no los votó a ellos, pero la alianza busca acomodarse para sobrevivir al nuevo escenario. Y sobre todo con las negociaciones, otra vez, en Buenos Aires.
Por Emilia Guevara
Periodista (USAL)
Maestrando en Gobierno (UBA).
