El turismo tiene los dólares que le faltan a Argentina y en Misiones está la Maravilla para atraerlos

A días de un nuevo aniversario de la consagración de Cataratas del Iguazú como Maravilla Natural del Mundo, Sergio Massa llegará a Misiones para anunciar medidas orientadas a captar al visitante extranjero. Buscará que el turismo aporte los dólares que el país necesita para normalizar su economía y Misiones tiene lo que hace falta para ser la puerta de entrada para esas divisas. La OMT proyecta que el turismo extranjero se duplicará en menos de una década y que el turismo de naturaleza será el de mayor crecimiento, justo lo que ofrece nuestra provincia.

En Argentina podrán cambiar los gobiernos, los discursos y las corrientes ideológicas, pero lo que hasta ahora no cambió es su perfil agroexportador. De acuerdo con datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, en la última década solo el complejo sojero fue responsable por uno de cada tres dólares que ingresaron al país en concepto de exportaciones. Esa dependencia a un sector expuesto a los avatares del clima provoca crisis como la de este año, cuando la falta de lluvias provocó una merma que los analistas estiman en 20 mil millones de dólares.

El cambio climático amenaza al agro y desarrollar nuevos sectores con capacidad de generar ingreso de divisas dejó de ser un objetivo deseable para convertirse en una obligación para países como Argentina. El problema es que pocas industrias nacionales tienen la competitividad necesaria para convertirse en generadoras de ingresos por exportaciones.

En ese contexto cobra relevancia un sector en el que Argentina viene creciendo en forma progresiva y en el que Misiones no tiene techo: el turismo.

De acuerdo con datos oficiales del ministerio de Turismo de la Nación, actualmente la industria sin chimeneas genera alrededor de 6.000 millones de dólares por año en todo el país y es el cuarto complejo exportador, emplea a más de un millón de personas y es el complejo con desarrollo más federal.

Tomando en cuenta las proyecciones de la Organización Mundial de Turismo, que prevé que la cantidad de personas que hacen turismo internacional en todo el mundo pase de los casi 970 millones de 2022 a alrededor de 1.800 millones en 2030, Argentina debería duplicar su cantidad de visitantes extranjeros con solo limitarse a hacer las cosas como las viene haciendo hasta ahora.

Pero para los destinos que ofrecen contacto con la naturaleza y que no tienen problemas de inseguridad, odio racial o religioso, el crecimiento estimado es mucho mayor.

Es una tendencia que se venía dando desde hace más de dos décadas pero que se profundizó después de la pandemia: en un mundo en el que cada vez más gente vive en grandes ciudades, el aire libre se convierte en un bien cada vez más preciado y son cada vez más las personas dispuestas a invertir tiempo y dinero en experiencias que le permitan tener contacto con la selva, con el agua y con la fauna.

Justo el tipo de experiencia que ofrece Misiones con su amplia oferta de saltos y actividades que se desarrollan en entornos naturales coronada por un atractivo único en el mundo que oficia de imán para viajeros de todas las latitudes.

Desde que se consagró maravilla natural del mundo, Cataratas del Iguazú adquirió un nuevo status como destino internacional que la llevó a un constante crecimiento en materia de turismo extranjero. Aun con limitaciones en materia de conectividad aérea, con un paso fronterizo que impone demoras burocráticas y con un tipo de cambio oficial que no ayuda (especialmente con el visitante de Europa, EEUU o Japón que espera pagar con tarjeta de crédito desde su país) actualmente un tercio de las personas que ingresan al Parque Iguazú vienen del extranjero.

Durante el período que siguió al estallido económico de diciembre de 2001 que se caracterizó por un tipo de cambio oficial alto, el porcentaje de visitantes extranjeros llegó a superar picos de 60%, aunque también influyó en aquel momento que la demanda de turismo interno estaba retraída por la crisis, eso demuestra que el destino tiene capacidad para recibir a un número mucho mayor de extranjeros.

Países en los que el turismo tuvo un mayor desarrollo muestran los resultados a los que se pueden aspirar. España, por ejemplo, generó ingresos por 161 mil millones de euros en 2019 (27 veces más que Argentina) a partir de la llegada de visitantes de otros países, récord que este año va camino a romperse.