Hong Kong expropiará los terrenos de un exclusivo campo de golf para construir más de 10 mil viviendas populares

El gobierno de Hong Kong empezará a recuperar una gran parte de un exclusivo campo de golf cercano a la frontera con China continental para construir viviendas públicas muy necesarias, una medida que ha provocado un inusual cisma entre la clase política de la ciudad y sus poderosas élites empresariales.

El viernes el Estado expropiará unas 32 hectáreas de terreno del campo de golf de Fanling para construir 12.000 apartamentos, un día después de que expire el actual contrato de arrendamiento del Club de Golf de Hong Kong.

La franja de terreno, conocida como Old Course, se construyó en 1911 y es el campo de 18 hoyos más antiguo de la Gran China.

Los miembros pagan una cuota de entrada de unos 400 mil dólares de Hong Kong (equivalente a más de 17 millones de pesos argentinos) y algunos han manifestado su oposición al plan de reurbanización, alegando razones ecológicas, comerciales y sociales.

La insistencia del gobierno en seguir adelante a pesar de las objeciones de la élite refleja la urgencia de resolver problemas sociales como el de la vivienda, ya que Hong Kong sigue siendo el mercado inmobiliario más inasequible del mundo.

El gobierno central de la República Popular China, que controla Hong Kong desde 1997, tras recuperarla de Reino Unido, exhortó directamente a los funcionarios locales a solucionar los problemas tras las protestas masivas que sacudieron la ciudad en 2019, exigiendo que Hong Kong se deshiciera de las llamadas casas jaula o apartamentos subdivididos, viviendas diminutas que se alquilan por valores muy altos, para 2049. A diferencia de la China continental, Hong Kong es capitalista.

La decisión de construir en el campo de golf refleja también cómo las antiguas élites empresariales de Hong Kong están perdiendo influencia política a medida que ganan terreno los partidarios del gobierno central chino.

Cuando el máximo responsable de Hong Kong en el gobierno nacional visitó la ciudad en abril, no se reunió con la asociación de promotores inmobiliarios, que representa a algunas de las familias más ricas, lo que suscita dudas sobre si los intereses de los clanes adinerados son siquiera una preocupación importante para los altos dirigentes.

Carlos Lo, director del Departamento de Gobierno y Administración Pública de la Universidad China de Hong Kong, afirma: «Es un gobierno que quiere construir sus cimientos sobre las bases. Quiere demostrar al gobierno central que tiene capacidad para resolver los problemas de subsistencia».

Una idea necesaria

El Gobierno presentó por primera vez la idea de recuperar el terreno del campo de golf en 2019.

Una de las ventajas del plan es que la construcción en terrenos de propiedad pública evita los problemas que surgirían al desalojar y realojar a los residentes en terrenos privados.

La idea de reconvertir los campos de golf en viviendas está mucho más madura en Singapur, donde el Gobierno presentó en 2014 un plan para equilibrar la necesidad de vivienda con la práctica del golf.

En 2022, un club de golf abandonó su emplazamiento original al expirar el contrato de arrendamiento para dar paso a viviendas públicas.

La ciudad-estado también suspendió recientemente las carreras de caballos con el fin de remodelar el hipódromo para satisfacer las necesidades de vivienda.

Un portavoz del Club de Golf de Hong Kong declaró que el campo de Fanling «alberga un gran valor patrimonial y ecológico» y espera que el gobierno conserve el emplazamiento en su totalidad.

Afirmó que más del 40% de los recorridos de golf son utilizados por personas que no son socios, mientras que el público también puede utilizar instalaciones como pistas de fútbol sala y un sendero de paseo nocturno.

La resistencia de los sectores más pudientes

En los últimos meses, el gobierno ha celebrado audiencias públicas para recabar opiniones.

Li Ning, yerno de Lee Shau Kee, la cuarta persona más rica de Hong Kong, asistió a una de ellas en junio para oponerse al plan por considerar que perjudicaría el desarrollo del golf en Hong Kong, según los medios locales.

En un documento presentado a la Junta de Urbanismo en 2022, afirmó que el plan perjudicaría la reputación de Hong Kong como ciudad mundial.

Esta opinión es compartida por Allan Zeman, empresario canadiense nacionalizado chino y conocido por desarrollar el sector de la vida nocturna de Hong Kong.

Zeman argumenta que la reducción del campo de golf afecta de lleno a la forma de hacer negocios en la ciudad. «En el campo de golf se hacen muchos negocios en todo el mundo», afirmó.

«Es un error en el clima actual» retirar parte del campo de golf, añadió, en un momento en que Hong Kong quiere desesperadamente atraer empresas y personas del extranjero.

La oposición procede incluso del círculo íntimo del líder hongkonés, John Lee. La legisladora Regina Ip, convocante del Gabinete, escribió en julio en las redes sociales que el plan afecta gravemente al desarrollo de los deportes de golf locales y crea «divisiones sociales, enfrentando a los entusiastas del golf con el resto de la sociedad».

Aunque el campo de golf iba a ser devuelto el viernes, como estaba previsto, su calendario podría verse afectado por una revisión judicial iniciada por el Club de Golf de Hong Kong contra la evaluación de impacto ambiental del gobierno, que dio luz verde condicionada a la construcción propuesta.

El tribunal ha suspendido la evaluación a la espera de una resolución judicial, sin cuya aprobación el gobierno no puede iniciar la construcción.

«Para hacer frente al grave problema de la vivienda, el gobierno está obligado a impulsar los proyectos de suministro de terrenos con la mayor energía posible», declaró la Oficina de Desarrollo.

Sze Lai Shan, subdirectora de la Sociedad para la Organización Comunitaria, organización sin ánimo de lucro, afirmó que es imperativo que se construyan las nuevas viviendas del campo de golf.

A finales de marzo, el tiempo de espera para acceder a una vivienda pública era de 5,3 años, según datos del gobierno, con unas 133.100 personas en espera.

Según Sze, muchos de los que esperan viven en condiciones precarias: «La cola no hará más que aumentar sin esas 12.000 unidades».

(Fuente: The Straits Times)

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