Los visitantes del Parque Nacional Iguazú tuvieron recientemente el placer de observar desde cerca a uno de los roedores más característicos de Sudamérica: el carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris).
Aunque el Parque es más conocido por sus impresionantes cascadas, la biodiversidad de la zona ofrece a los turistas más que solo paisajes acuáticos. El carpincho, conocido en Brasil como «capibara», es el roedor más grande del mundo, con un peso que puede oscilar entre 35 y 70 kg.
Ver esta publicación en Instagram
Estos animales, que habitan en selvas, bosques, pastizales, lagos, lagunas, ríos y arroyos de agua dulce, a menudo se mueven en grupos que varían de 2 a 30 individuos en busca de su comida principal: hojas.
Aunque el carpincho es común en varias provincias argentinas y Parques Nacionales, su presencia en el Parque Nacional Iguazú destaca la importancia de la conservación de estos espacios protegidos. A través de estas áreas, la naturaleza y la humanidad pueden coexistir en armonía, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de aprender y apreciar la biodiversidad que Argentina tiene para ofrecer.
Desde el Parque, se recomienda a los visitantes observar a estos animales con respeto, manteniendo una distancia adecuada y no alterando su entorno, para garantizar una experiencia segura y enriquecedora para todos.