La Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvo a Luciano Sebastián Calvo, un hombre de 38 años, tras haber sido denunciado por mantener cautiva a una mujer durante tres semanas en el barrio porteño de Villa Devoto.
La víctima fue rescatada en un allanamiento en la vivienda donde se encontraba, gracias a una alerta de violencia de género que fue recibida por las autoridades.
El dramático rescate ocurrió el pasado martes cuando los agentes de la Unidad de Flagrancia Oeste del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad allanaron la vivienda ubicada en la calle Pareja, respondiendo a los gritos de auxilio que provenían del lugar. La policía encontró a la mujer con varias lesiones visibles en los brazos, mientras su agresor, Luciano Calvo, intentaba evitar su liberación. El hombre fue arrestado en el acto, y la víctima, cuya identidad se mantiene en reserva, finalmente fue liberada.
El juez del juzgado Criminal y Correccional 25 de la Ciudad, Alejandro Villanueva, tomó cartas en el asunto y dictó la prisión preventiva de Calvo por delitos como «abuso sexual con acceso carnal, privación ilegal de la libertad, lesiones agravadas, desobediencia y resistencia a la autoridad», tras el pedido de la Unidad Fiscal de Flagrancia Oeste, a cargo del fiscal Sebastián Corral Galvano. Sin embargo, el juez se declaró incompetente en el caso y remitió el expediente a la Justicia nacional.
Tras la detención de Luciano Calvo, una ex pareja del acusado, identificada como Laura, rompió el silencio y compartió su experiencia con el hombre al que calificó como un «monstruo». Según Laura, durante su relación con Calvo, vivió momentos de violencia y control que la llevaron a realizar una denuncia en 2019, cuando él le quitó su celular. Aunque en ese momento fue detenido por la policía, Laura no ratificó la denuncia a pedido del propio Calvo.
La situación se tornó cada vez más asfixiante para Laura, quien recordó haber sido retenida durante un día y medio por Calvo, sin acceso a su celular y con la amenaza constante. Sin embargo, logró escapar y decidió no volver a verlo nunca más. La ex pareja de Calvo relató cómo la relación pasó a ser controladora y violenta, con episodios de agresiones verbales y físicas, aunque nunca llegó a sufrir una paliza.
Laura admitió que, aunque siempre supo que Calvo era una persona violenta, nunca imaginó que fuera capaz de secuestrar a alguien y cometer los delitos de los que ahora se lo acusa. Expresó su tristeza por lo ocurrido y manifestó su sorpresa ante la magnitud de la violencia que él habría ejercido sobre su última víctima.
El caso de Luciano Sebastián Calvo pone nuevamente en evidencia la importancia de abordar la problemática de la violencia de género y tomar medidas efectivas para proteger a las víctimas. Es necesario seguir promoviendo la denuncia y fortaleciendo los mecanismos de asistencia y contención para quienes atraviesan situaciones de violencia, con el objetivo de prevenir nuevos casos como el de la cautiva en Villa Devoto. Con información de Infobae.
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