El sábado pasado, en el barrio La Colina de Eldorado, se produjo un hecho que generó preocupación en los vecinos. Claudio Correa, propietario de un perro fallecido, relató los eventos que tuvieron lugar, señalando la peligrosidad del animal y su historial de ataques a otras mascotas en la zona.
Según el testimonio de Correa, el sábado pasado, el perro de su vecino de raza Dogo logró escapar de su vivienda, la cual presenta diversas falencias en el alambrado. El animal salió y atacó a su mascota, que se encontraba dentro de su propiedad y la arrastró hacia la vereda, donde la mató mordiéndole el cuello.
“Cuando llego al lugar veo a mi perra con una herida en el cuello y litoral que murió desangrada”, lamentó Claudio. Y agregó “hoy me comuniqué con el dueño, lo conozco de toda la vida”, dijo.
“Me dijo que se disculpaba. Pero usó una frase que me causó gracia -mi perro le tenia bronca a tu perra-, me sorprendió”, relato en diálogo con Misiones OnLine.
La gravedad de la situación se acentúa debido a la posibilidad de que, en una de sus futuras escapadas, el perro agresor pueda atacar a personas. La calle donde ocurrió el incidente es muy concurrida debido a la presencia de tres escuelas en las cercanías, abarcando desde el nivel inicial hasta el secundario, relata.
“Esto sucedió en inmediaciones de una escuela. El perro es grande y hay muchos chicos en la zona”, se preocupó Correa. Según observó él, cuando la familia ingresa al domicilio, el animal tiene la costumbre de escaparse.
Cabe mencionar que en Eldorado rige la Ordenanza 122/2008 que trata lo referente a cumplimientos de cercos perimetrales, muros y/o rejas para la tenencia de animales potencialmente peligrosos y/o de gran porte, como perros de razas rottweiler, pitbull, doberman, dogo, gran danés, pastor alemán y otros de raza o no, pero que puedan considerar un riesgo para los vecinos de la ciudad.
Además, la ordenanza establece las distintas multas que le corresponderán a los infractores y regula distintas actividades relacionadas con los animales, como los criaderos, guarderías y paseadores que se desempeñen dentro del ejido municipal.
Por último, Correa relató “ella no era mi perra, era más que un animal. Era mí compañera, ella era el amor de mi vida”, lamentó.
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