Premios Ángel de la Selva | “Me sentí muy honrada, porque yo amo mi profesión”, afirmó la médica oncóloga Marcela Morinigo

Marcela Morinigo fue galardonada con el premio Ángel de la Selva por su destacada labor en el campo de la oncología. Actualmente se desempeña como jefa del Servicio de Oncología en el Instituto Misionero del Cáncer, donde ha dejado una huella significativa en el tratamiento y cuidado de pacientes con enfermedades oncológicas.

La trayectoria de Marcela Morinigo en la medicina es impresionante. Fue la primera residente de oncología formada en la provincia de Misiones. Desde entonces, ha estado comprometida con la formación de nuevos médicos especialistas en oncología como instructora de los residentes y jefa para residentes en el hospital.

Nació en Virasoro, Corrientes, y se mudó a Concepción de la Sierra a los ocho años. Ha pasado la mayor parte de su vida en Misiones, donde reside actualmente con su pareja y sus dos hijos.

Su labor no se limita solo al tratamiento y cuidado de pacientes. También es docente en la carrera de Medicina en la Universidad Católica de las Misiones en Posadas, donde imparte clases en el área de oncología y hematología. Su compromiso con la educación médica es evidente, ya que se involucra tanto en la formación de especialistas en oncología como en la enseñanza de los estudiantes de medicina.

Al ser consultada sobre el significado de este reconocimiento, Morinigo expresó su emoción y gratitud. Proveniente de una escuela rural en Concepción de la Sierra, donde solo había treinta alumnos, la oncóloga valora las oportunidades que ha tenido a lo largo de su vida y reconoce la importancia del trabajo en equipo. Asegura que su labor y logros son fruto del esfuerzo conjunto de un equipo comprometido en brindar atención oncológica de calidad.

El premio Ángel de la Selva representa un gran honor para Marcela Morinigo y refuerza su motivación para seguir trabajando en nuevos proyectos en el Instituto Misionero del Cáncer. Con una pasión por la oncología y un compromiso con sus pacientes, la oncóloga está determinada a lograr sus objetivos y hacer contribuciones significativas en la lucha contra el cáncer.