Después del denominado dólar soja que buscaba acelerar el ingreso de divisas y que concluyó la última semana de mayo, se desplomó la liquidación del campo ya que en lo que va de junio acumula apenas u$s730 millone s, en un contexto además en el que sigue vigente el tipo de cambio diferencial para las exportaciones de las economías regionales.
Así las cosas, de consolidarse esta tendencia el sexto mes del año cerraría con una liquidación de divisas del agro que rondaría apenas los u$s1.000 millones y se convertiría en el peor registro desde 2003.
Este fenómeno se explica fundamentalmente por dos factores. En primer lugar, la sequía que recortó la cosecha de soja alrededor del 50% dejó menos granos disponible para exportar y moler y eso se redunda en un menor ingreso de dólares frescos a la economía. A su vez, en segundo lugar, también pesa fuerte la brecha entre el tipo de cambio oficial y los paralelos ya que desalienta las decisiones de venta por parte de los productores. Es más, según las estadística oficial y a pesar del lanzamiento del dólar soja, todavía quedan en manos del sector productivo más de 10 millones de toneladas. En definitiva los agricultores guardan la soja como refugio de valor ante los vaivenes que muestra la economía local y la incertidumbre que se genera a partir de las próximas elecciones presidenciales.
De cualquier manera también hay un dato a destacar y es que los productores que guardan soja son en definitiva aquellos que tienen la espalda financiera para hacerlo y esperan incentivos concretos por parte del Gobierno para vender. En líneas generales son grandes productores o grupos de siembra porque los pequeños y medianos agricultores fueron los más perjudicados por la sequía.
Por otra parte, otro dato a tener en cuenta respecto a la liquidación de divisas es que, tal como indica la Bolsa de Comercio de Rosario, no conforme con la caída de exportaciones en toneladas, la tendencia bajista de los precios internacionales de las cadenas agro también empuja al ajuste de las exportaciones nacionales. Consecuentemente, las ventas al exterior del agro cerrarían en 2023 con una caída del 42% en sus exportaciones respecto a 2022”.
Según las proyecciones de la entidad durante este año las exportaciones del agro sumarían alrededor de u$s24.200 millones, versus u$s41.600 millones del año pasado. En tanto las exportaciones del resto de la economía ascenderían a u$s45.000 millones, mientras que en 2022 sumaron u$s46.800 millones. En definitiva, con este número preliminar, las exportaciones argentinas en 2023 caerían al menos un 21,6% respecto al nivel de 2022. Todos datos que ya se están haciendo sentir en la macro ante la poca disponibilidad de divisas frescas, situación que se prolongaría hasta la próxima cosecha de trigo, es decir en diciembre próximo.
Lo cierto es que, con las ventas de soja prácticamente paralizadas y la molienda de la oleaginosa muy restringida por la falta de materia prima, el ingreso de dólares frescos se torna más que complicado para los próximos meses. La buena noticia hacia adelante es que avanza a paso firme la siembra de trigo y la producción se recuperaría hasta las 16 millones de toneladas, lo que significaría un ingreso dólares por exportaciones superior a los u$s2.300 millones. La única salvedad es que esos dólares llegarán recién a fines de diciembre, es decir para el próximo Gobierno.
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— misionesonline.net (@misionesonline) March 31, 2023
