Se suma una nueva Casa Refugio para víctimas de violencia en Misiones: cuentan con asistencia psicológica y asesoramiento jurídico gratis

Sandra Galeano, subsecretaria de relaciones con la comunidad, contó que celebran poder contar con un nuevo espacio de refugio para víctimas de violencia, y expresó que trabajan para prevenir y evitar todo tipo de violencia. Por otra parte, manifestó que cuentan con asistencia psicológica y asesoramiento jurídico gratis.

Se suma una nueva casa en el refugio para víctimas de violencia, ¿De qué se trata?

Sandra Galeano: Sí, por disposición y gestión del Ministerio de Gobierno, el ministro Marcelo Pérez, en conjunto con el presidente de IPRODHA, ayer me entregaron una vivienda con el propósito de fortalecer los mecanismos de seguridad para las mujeres que sufren episodios de violencia. Aunque esperamos no tener víctimas, siempre es bueno que el Estado esté atento y previendo las circunstancias, ya que sabemos que pueden surgir.

El gobierno de la provincia estuvo trabajando mucho en este tema, abordando situaciones que requieren protección inmediata para las mujeres que necesitan dispositivos de emergencia. Estas casas son refugios temporales donde las personas pueden ingresar hasta obtener medidas cautelares. Son espacios más seguros donde pueden vivir ellas y sus hijos. La mayoría de las mujeres vienen a los refugios con sus hijos, y en ese sentido, además de brindarles protección habitacional durante la crisis y la emergencia, también proporcionamos apoyo interdisciplinario a través de trabajadores sociales, psicólogos y un equipo de seguridad que custodia el edificio. También hay un grupo que acompaña a la víctima las 24 horas.

En muchos casos, garantizamos la educación de las personas cuando sabemos que estarán en el refugio durante mucho tiempo. También colaboramos con instituciones locales para que las mujeres que deseen continuar su educación puedan terminar sus estudios. Sus hijos también reciben educación de acuerdo a su edad y nivel escolar.

Este es un nuevo dispositivo que estará operativo en la ciudad de Posadas. Quiero destacar que aunque la mayoría de estos dispositivos de seguridad se encuentran en Posadas, también recibimos mujeres de toda la provincia cuando los intendentes o los juzgados lo solicitan.

Además, en otras áreas del interior también hay lugares a los que las mujeres que sufren violencia pueden acudir a través de los municipios, que cuentan con áreas dedicadas a género, violencia y mujeres, donde también reciben contención y ayuda en situaciones de emergencia. Trabajamos en conjunto con los municipios, de manera que cuando existen casos de extrema vulnerabilidad o riesgo inminente de vida, activamos todos estos dispositivos y coordinamos los medios para brindar protección a quienes solicitan ayuda.

Estos dispositivos funcionan de manera voluntaria. Una vez que una persona lo solicita o firma un acta de voluntariedad, también puede salir voluntariamente, ya que no se trata de un sistema carcelario, sino de un refugio de protección. Las demandas son espontáneas.

Recibimos solicitudes de refugio de personas que lo requieren espontáneamente debido a situaciones de violencia, pero también recibimos solicitudes de los juzgados, comisarías y a través de la línea 137. Nos complace poder anticiparnos a los hechos y contar con este nuevo espacio de contención y apoyo, pero, por supuesto, esperamos que no haya víctimas. Estamos trabajando para prevenir y evitar todo tipo de violencia.

¿Cuentan con la presencia de todos los profesionales necesarios para brindar apoyo a las víctimas en situaciones de urgencia?

SG: Exacto, el abordaje es interdisciplinario. Trabajamos con instituciones locales, como los hogares de día, y colaboramos con el registro de personas. A veces nos encontramos con mujeres indocumentadas o niños con problemas de identidad, como cambios de domicilio, entre otras cosas.

Siempre trabajamos en conjunto con organismos locales, como mencioné anteriormente, los hogares de día, el Ministerio de Desarrollo, el IFAI, los juzgados, la Defensoría de Menores y la Dirección de Infancia. Es un trabajo interinstitucional necesario, ya que las violencias en todas sus formas son multifactoriales. Por lo tanto, debemos abordarlas de manera integral y brindarles la mejor protección posible, una protección integral.

Tal vez te interese leer: Justicia: avanzan con la comunicación digital para agilizar trámites en casos de denuncias por violencia familiar y de género

También trabajamos en estrecha colaboración con la Dirección de Género de la Policía de la provincia de Misiones, ya que sabemos que la mayoría de los casos de violencia llegan a las comisarías o los juzgados. A partir de ahí, implementamos nuestras políticas de protección, como el programa «Acompañar» y la Ley 51, que se enfoca en niños que sufrieron delitos contra la integridad sexual. Además, colaboramos con el Ministerio de Derechos Humanos y la Vicegobernación. En resumen, nuestra temática requiere un trabajo integral con todas las áreas del Estado.

También involucramos activamente a las organizaciones no gubernamentales. Aprovecho la oportunidad para informarles que ayer lanzamos a través de las redes una convocatoria para presentar proyectos de prevención de violencias. Invitamos a presentar proyectos a escuelas, iglesias, grupos de jóvenes, ONG, comisiones vecinales, porque queremos intervenir antes de que ocurra el problema, antes de que una mujer pierda la vida. Queremos actuar antes de que un niño sufra. Además del sistema integral de protección que mencioné anteriormente, que incluye la casa refugio, también trabajamos arduamente en la prevención.

En el mes de mayo, trabajamos en 14 escuelas de la ciudad en colaboración con el Ministerio de Educación. Es fundamental que toda la sociedad se involucre. Siempre decimos que el trabajo comunitario es muy importante. Por eso, colaboramos con la Municipalidad de Posadas y con diferentes municipios. La idea es llegar antes, prevenir y hablar sobre la violencia.

Es importante que la sociedad conozca sus derechos y sepa a qué instituciones acudir en busca de ayuda, como el 911, el 137 y la subsecretaría ubicada en la calle Sarmiento 1842. También es importante que sepan que pueden acudir directamente a los juzgados para presentar una denuncia o solicitar un defensor. Además, contamos con la institución de acceso a la justicia en el Palacio de Justicia.

Es esencial que la sociedad conozca las herramientas disponibles. La casa refugio es una de ellas. Desde el 21 de este mes, cuando asumí como subsecretaria, estuvimos trabajando con las mujeres que ingresan a nuestra casa refugio. Brindamos protección durante su estadía, que es integral. También les brindamos apoyo después de que abandonan la casa refugio. Las acompañamos durante un tiempo, ya que muchas de ellas necesitan ayuda para encontrar un alquiler seguro y garantizar medidas cautelares, como un botón antipánico. Cuando salen de la casa refugio, se les proveen todas las medidas cautelares necesarias. Siempre mantenemos contacto con ellas a través de nuestro equipo o con referentes de nuestra subsecretaría y de la comunidad.

Nuestro objetivo es brindarles apoyo y contención una vez que abandonan la casa refugio. También establecimos vínculos con sus familiares y los ponemos en contacto. Algunos familiares incluso les proporcionaron terrenos para que construyan sus viviendas, mientras que otras optan por alquilar.

También tuvimos mujeres de otros países que pasaron por nuestra casa refugio debido a diversas circunstancias y fueron víctimas de violencia. Mantenemos contacto continuo con ellas. Estas historias son dolorosas, pero demuestran cómo las mujeres pueden sacar a la luz todo su potencial, incluso aquel que desconocían que tenían. Nuestro trabajo consiste en ayudar a estas mujeres y empoderarlas para que puedan desarrollarse y descubrir sus virtudes y capacidades, que siempre están ahí, pero que la violencia y el contexto las limitan.

En este sentido, a pesar de que el motivo de ingreso a la casa refugio es doloroso e injusto, procuramos que su paso por ella les brinde fortaleza y les permita encarar su futuro. Sin embargo, es importante destacar que este tema es difícil y complejo, y necesitamos el compromiso de toda la sociedad. Las víctimas de violencia necesitan principalmente el apoyo de sus familias, además del respaldo del Estado. 

A menudo, la familia es la que perpetra la violencia, y lamentablemente tenemos que reconocer esta situación. Por eso, instamos a las familias a reconsiderar estas cuestiones y a encontrar formas de ayudar a las víctimas de violencia, en lugar de darles la espalda. Debemos ser solidarios con nuestros familiares que sabemos que están sufriendo violencia, sin juzgarlos, sino empoderarlos, apoyarlos y ayudarlos a reconocer lo que están experimentando. Es fundamental que se vean y se perciban a sí mismos como sujetos de derecho. 

Esa es la primera cuestión: que la violencia en todas sus formas hace que la persona deje de verse como tal y deje de reconocer su derecho a un trato digno.

Entonces, este es el trabajo que debemos hacer, y es una responsabilidad de todos, desde el Estado hasta cada uno de nosotros como ciudadanos. La sociedad civil también debe contribuir para ayudar y prevenir que estas situaciones ocurran. No debemos naturalizar la violencia en ninguna de sus formas. Debemos desnaturalizarla y tomar conciencia de que la violencia no es una forma de vida ni una filosofía. No debe ser un medio de corrección para nadie. No es una conducta heredada, sino algo que se aprende. Aquellos que ejercen violencia deben enfrentar las consecuencias legales.

Quiero que las personas que nos escuchan sepan que cuando se  otorga una medida cautelar, como una orden de restricción, debe cumplirse y acatarse. Si la víctima no puede cumplir con la medida, debe pedir ayuda. Cuando la víctima incumple una medida judicial, a veces la juzgamos y decimos: «Pero tenía una orden de restricción y aún así se acercó al agresor». En realidad, estamos ante un ciclo de violencia en el que la víctima no puede romper el patrón y cumplir con la medida. Por lo tanto, como familiares, amigos o vecinos, debemos ayudar a las víctimas para que puedan empoderarse y cumplir con la medida de protección. 

También debemos ayudarles a buscar alternativas y no volver al ciclo de violencia del que intentaron escapar al denunciar. En esos momentos, la persona no necesita ser juzgada ni señalada con el dedo, sino que necesita saber que no está sola y que podrá salir adelante y desarrollarse. Esto es algo que podemos lograr como Estado, como gobierno, como amigos y como familiares.

¿Cómo se comunican con ustedes en caso de necesitar ayuda o para obtener más información sobre las posibilidades disponibles?

SG: Tenemos una línea de emergencia gratuita, el 137, que funciona las 24 horas del día. Esta línea cubre Posadas y toda la provincia. También pueden llamar al 911, donde hay un equipo interdisciplinario que brinda asistencia. En caso de necesitar un vehículo, el 911 puede dirigirse a la ubicación. Además, el 137 cuenta con una brigada móvil disponible. En caso de que estos dos números estén ocupados en ese momento, se puede llamar al 144, que es una línea nacional. Esta línea nos notifica de inmediato sobre la situación y nosotros abordamos el caso.

Físicamente, pueden visitar nuestras oficinas ubicadas en Sarmiento 1842, entre Colón y Félix de Azara. Allí brindamos asistencia psicológica y asesoramiento jurídico gratuito.

También funciona el programa Acompañar, dirigido a mujeres o personas LGTB que están experimentando situaciones de violencia. Es importante mencionar que este programa nacional tiene criterios de admisibilidad. Por ejemplo, la persona no debe recibir una pensión o tener empleo formal. Puede ser una persona que sufrió violencia con o sin denuncia, pero no debe tener ninguna incompatibilidad, como una pensión, ser madre de siete hijos, tener un empleo formal o recibir beneficios por desempleo. Estos criterios son incompatibles con el programa.

Estamos disponibles por las mañanas y tardes. A partir de las 15 horas, se pueden acercar. Los miércoles, ofrecemos admisión para personas que necesiten atención psicológica, pero pueden venir en cualquier momento o llamar a las líneas que funcionan las 24 horas, todos los días de la semana.

Siempre enfatizamos que lo importante es pedir ayuda, siempre habrá alguien dispuesto a ayudar, ya sea desde el gobierno. En ocasiones, el agresor manipula y trata de anular a la persona. Escuchamos frases negativas con frecuencia, como cuando el agresor le dice a la víctima: «No podrás estar sin mí», «No podrás vivir sin mí», «No podrás estar sola», «¿A dónde vas a ir?». Estas son frases que escuchamos con frecuencia a través de los testimonios de las mujeres y que también leemos en las denuncias. Las amenazas de muerte, por ejemplo, deben denunciarlas penalmente.

Queremos decirles a las mujeres, especialmente, a la comunidad LGTB, a los niños, niñas, adolescentes, a los adultos mayores y también a los hombres, aunque en menor medida, que siempre pidan ayuda. Aquí siempre decimos que esta no es una lucha de géneros, sino un trabajo por la igualdad, el respeto y la convivencia que debemos construir juntos. Debemos ayudar especialmente a los más vulnerables y solidarizarnos, y sobre todo comprometernos. Aunque sabemos que podemos hacer mucho, es importante el compromiso social que todos podamos tener.

Además de las situaciones de violencia, estas también pueden desencadenar intentos de suicidio. Lamentablemente, la violencia está relacionada con muchas causas y consecuencias. Una persona que sufre violencia puede experimentar consecuencias como adicciones o cualquier otro tipo de comportamiento que aumente el nivel de riesgo. Como mencioné anteriormente, también pueden ocurrir femicidios. Lo importante aquí es que las personas que sufren violencia se animen a hablar, a contar su situación y buscar ayuda en cualquier persona en la que confíen. Estamos aquí para eso.

Es importante saber que cualquier persona que se entere o tenga conocimiento de que alguien está sufriendo violencia, ya sea un niño, un adolescente, un adulto mayor o cualquier adulto, puede realizar una denuncia. Pueden acudir a una comisaría o a un juzgado de paz y contar la situación que esa persona está viviendo. Si no desean exponerse, pueden realizar la denuncia de forma anónima. La denuncia es importante. Hemos observado un aumento en las denuncias porque hoy las personas se animan a hablar, debido a la difusión de los recursos disponibles. Por eso, es fundamental que la información llegue a todos los rincones y que sepamos que todos podemos ayudar a las víctimas de violencia.

Es importante que nosotros detectemos estas situaciones, actuemos a tiempo y, sobre todo, brindemos apoyo sostenido a esa persona. Muchas veces, las mujeres vienen a pedir ayuda y nos dicen claramente que no vienen a presentar una denuncia porque tienen mucho miedo. En esos casos, tratamos de brindarles contención en ese momento y permitimos que maduren la idea de realizar una denuncia de forma gradual. Si la situación es extremadamente grave, nosotros, como funcionarios obligados, realizamos la denuncia, al igual que la policía, los médicos y cualquier vecino del barrio que escuche o sepa algo.

Esto es una responsabilidad de todos. No podemos ignorar esta situación. Todos debemos trabajar para que ningún residente de Misiones, ya sea hombre o mujer, sufra violencia. Y si alguien sufre violencia, debemos brindarle el apoyo necesario. También debemos tener en cuenta que muchas veces estas personas no saben expresar o han normalizado tanto la violencia que no pueden identificarla. En esos casos, todos debemos estar presentes y, si tenemos dudas, acercarnos a las instituciones correspondientes para solicitar intervención, abordaje, asistencia psicológica, asistencia socioambiental, y así trabajar en todos los casos que se presenten.

Quiero agradecer nuevamente a todas las instituciones involucradas. Agregar un nuevo espacio a la casa refugio es otro paso hacia la garantía que como gobierno debemos brindar: garantizar los derechos, uno de los principios básicos de nuestra constitución. Debemos actuar antes de que surjan los problemas y antes de que ocurra lo que no deseamos que ocurra. Esta es una tarea de todos.

Casa Refugio para víctimas de violencia

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas