Plazo fijo: ante el salto del dólar blue, ¿qué hará el BCRA con la tasa?

La semana pasada se conoció el dato de inflación de marzo, que fue más alta de lo esperado y se ubicó en el 7,7% mensual. Apenas publicado el dato, los analistas en la City comenzaron a especular sobre la inminente llegada de una suba del rendimiento del plazo fijo tradicional por parte del Banco Central (BCRA) y pulularon los pronósticos sobre cuándo se haría y en qué magnitud.

Lo más comentado era que sería este jueves y arriesgaban un alza de entre 200 y 500 puntos básicos. Sin embargo, con el correr de los días, esas expectativas se fueron enfriando y, por estas horas, algunas fuentes contemplan la posibilidad de que el regulador monetario y financiero no modifique este mes la tasa de referencia.

“Por un lado, creo que aún no está definido y le veo pocas chances a esa posibilidad porque al equipo económico no le parece lo más acertado reaccionar sobre un dato, y por otro, porque ninguna suba de tasas tuvo impacto sobre el proceso inflacionario hasta ahora”, comenta a Ámbito una voz del mercado.

Sucede que, en rigor de verdad, en el último tiempo, los ajustes de tasa que vino haciendo el BCRA solo sirvieron para frenar la dolarización, pero no alcanzaron para controlar la inflación.

Las razones para no subir la tasa

“Yo creo que el primer factor que desalienta una suba de tasas sería una convalidación de una inflación futura más alta. Así, subir la tasa en 200 o 250 puntos, sería innecesario y podría concentrarse más en el dato de precios del mes en curso, que va a seguir siendo alto”, apunta en la misma línea el economista Federico Glustein. Y explica que esto responde a que sería más lógico aplicar una suba más fuerte de tasas en un momento puntual para contrarrestar la dolarización, que ir haciéndolo gradualmente.

Asimismo, señala que, si bien la política de suba de tasas es un recurso antiinflacionario habitualmente, es también recesiva y estamos en un momento en el que el Gobierno necesita alentar la actividad por el contexto electoral. “Tienen que tratar de llegar a agosto, para las elecciones, sin tanto sobresalto. Si suben las tasas, se incrementará el costo de uso de las tarjetas de crédito y también el crédito para la producción, por lo que no es lo más recomendable para la actividad esa política”, sostiene Glustein.

El problema cuasifiscal del BCRA

Por su parte, el economista de Invecq Juan Pablo Albornoz opina que la única razón de peso que ve para que no se avance en una suba de tasas sería la perspectiva cuasifiscal, ya que la implementación de este tipo de políticas lo que hace es incrementar los pasivos del BCRA, que se ve obligado a pagarles más intereses a los bancos por las Letras de Liquidez (LELIQs) como consecuencia del incremento de los índices de rendimiento de esos instrumentos.

Así, para Albornoz, sería sorprendente que el Central no suba las tasas. “En primer lugar, porque, con la aceleración inflacionaria del último trimestre, los precios volvieron a correr a un ritmo trimestral del 120% anualizado, algo que no se veía desde julio-septiembre en plena crisis macrofinanciera”, justifica. Y es que considera que, a pesar del costo cuasifiscal en el que está atrapado el Central, no subir las tasas te puede afectar la ya baja demanda de pesos.

Y, en segundo lugar, menciona que “en marzo el Tesoro le abrió la cancha al Central para que suba las tasas, ya que pagó 124% de interés efectivo anual (TEA) promedio contra un 119% del mes anterior”.

El Tesoro presiona sobre la tasa del BCRA

Asimismo, menciona que este miércoles se realizará una nueva licitación de deuda del Tesoro y espera que, “probablemente, tenga que volver a subir las tasas cortas, ya que las LEDES de mayo y junio cerraron ayer con una TEA arriba del 132% en el mercado secundario, lo que indicaría que difícilmente pueda colocar deuda no indexada a tasas como las de mayo”.

Así, según su visión, “todas las señales apuntan a que el Central suba la tasa” y opina que no hacerlo, en un contexto de semejante aceleración inflacionaria como la que tuvimos en el último trimestre, puede jugar en contra en materia de demanda de dólares.

El REM, una razón que tambalea

Por otro lado, una razón más para no ajustar los rendimientos de los instrumentos de política monetaria sería que la TEA del plazo fijo, en este momento, es del 113% y el REM pronosticó un 110% anual en su reporte de marzo. Sin embargo, se quedó corto porque el dato de marzo que anticipó era del 7% y fue del 7,7%, muy superior al esperado. Así, Glustein advierte que “no hay anclas inflacionarias en acción, porque todo lo aplicado hasta ahora no solo no sirvió, sino que fue parte de la espiralización que está sucediendo” y advierte que este escenario complejiza los instrumentos indexados.

En este contexto, él también considera que es una necesidad concreta que el BCRA suba la tasa de interés por lo menos 500 puntos básicos, por un lado, para “para desalentar la dolarización, que es propia del período preelectoral”, que por estas horas está impulsando el precio del dólar blue y los financieros al alza por encima de los $400.

Sin embargo, no descarta que la autoridad monetaria, alineada con la gestión de gobierno, evite el alza de tasas para que no impacte en la generación de producto, ya que, explica que generalmente, con tasas altas hay menor consumo e inversión, como contraparte de un mayor ahorro y recursos que migran hacia la tasa.

Asimismo, una posible suba de tasas repercutiría en el Costo Financiero Total (CFT) de las tarjetas de crédito, parte del financiamiento de los sectores menos pudientes, e incidiría negativamente en el consumo y la actividad económica.

Fuente: Ámbito

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas