Juicio a los rugbiers | En el primer día de alegatos, la fiscalía y la querella pidieron perpetua para todos los acusados

Tras la lectura de los alegatos por el crimen de Fernando Báez Sosa, en la etapa final del juicio, que se lleva a cabo en la ciudad bonaerense de Dolores, y con el correspondiente pedido de condena para los ocho rugbiers acusados. Las penas que le corresponde a cada uno se darían a conocer desde la semana próxima.

El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa que se lleva adelante en la ciudad de Dolores entró este miércoles en su etapa de alegatos. En primer turno, la fiscalía pidió prisión perpetua para los ocho acusados a los que acusó de ser «coautores».

En segundo turno expuso Fernando Burlando, el abogado de la familia de la víctima. Mañana será el turno de la defensa, mientras que luego se espera que los imputados digan sus últimas palabras al igual que los padres del chico asesinado en enero de 2020 en Villa Gesell.

 

Al finalizar su alegato, Burlando pidió prisión perpetua para los ocho rugbiers

 

Luego de proyectar un material audiovisual inédito, que contenía una edición sobre las imágenes ya emitidas de los hechos de violencia que llevaron a la muerte de Fernándo, el equipo de abogados de la familia Báez Sosa finalizó su presentación. El alegato de la defensa de los acusados está programado para este jueves 26 de enero a las doce del mediodía.

El abogado Fernando Burlando pidió la condena perpetua para cada uno de los acusados: Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).

Burlando pidió a la jueza «tener como agravante todas aquellas actitudes que tuvieron los acusados para tratar de eludir la acción de la justicia, para obstaculizar la investigación y para borrar para lo que todos nosotros es imborrable».

 

Burlando presentó una animación del momento del crimen

 

La querella a cargo de los abogados Fernando Burlando y Fabián Améndola presentó esta tarde durante la etapa de los alegatos por el crimen de Fernando Báez Sosa una animación en la que se ve movimiento por movimiento dónde estaban ubicados cada uno de los acusados al momento del hecho.

Burlando adhirió al pedido de la fiscalía, sostuvo que «todos» los imputados tuvieron la «voluntad de matar» y planearon una «cacería humana», mientras que la víctima fue «fusilada a golpes y patadas».

«La imagen de Fernando de rodillas pidiendo clemencia. Esa es la imagen que para esta representación justifica ni más ni menos el pedido de prisión perpetua para los acusados», afirmó el letrado, quien adhirió al alegato de la fiscalía y señaló que Fernando «fue objeto» de «una cacería humana».

«Todos, absolutamente todos participaron, todos asesinaron a Fernando», remarcó Burlando, quien luego le cedió la palabra a Facundo Améndola, quien realizó una detallada reconstrucción de la secuencia del hecho.

El abogado defensor Hugo Tomei cuestionó técnicamente la reproducción del video analizado porel fiscal Gustavo García porque entendió que «se asemeja más a una prueba que a un alegato» y que se trataba de «un montaje» y «una prueba nueva» no adecuada para esta instancia, planteo que fue rechazado por la presidenta del Tribunal, María Claudia Castro, quien dijo que el apoyo fílmico «es una metodología aprobada» y permitió que el fiscal siguiera adelante.

García continuó con su alegato e hizo referencia a que «la alevosía agrava la menor posibilidad de defensa de la víctima» por una «situación de indefensión» y que «esta indefensión puede provenir por la inadvertencia de la víctima y también ser provocada por el agente».

En cuanto al concurso premeditado de dos o más personas, señaló que puede «ser instantáneo», «no requiere mucha deliberación» y que en este caso los imputados «siete minutos antes de iniciar el ataque se encontraron en la misma vereda a pocos metros de Fernando».

«De alguna manera en este hecho hubo una estrategia o una planificación de cómo iniciar el ataque», dijo.

El fiscal indicó que entre los ocho acusados «no hubo roles, todos hicieron todo, todos se pusieron de acuerdo para matar a Fernando, todos lo golpearon».

 

Burlando finalizó su alegato: «No he podido despojarme de una sensación de abatimiento»

 

En el cierre de su intervención, el abogado de la familia Báez Sosa precisó los resultados de la autopsia y los motivos que desencadenaron en el «un shock neurogénico por traumatismo grave de cráneo» y el posterior «paro cardiotraumático, lo que da cuenta de un nexo causal entre los golpes recibidos y las lesiones».

«Desde que tomamos conocimiento de este horror, desde que asumimos la responsabilidad de asistir a la familia Báez Sosa, desde que empecé a ver cada uno de los detalles y circunstancia tangenciales de este caso no he podido despojarme de una sensación de abatimiento y desilusión», aseguró Fernando Burlando.

Finalmente, consideró que «no todo es horror ni salvajismo» al destacar que en el proceso de investigación pudo ver en otras «personas jóvenes un verdadero compromiso con la verdad y un enlace con la justicia que hoy en día tanto necesitamos».

 

Fabián Améndola: «Se pusieron de acuerdo para matar entre todos»

 

Uno de los abogados de la familia Báez Sosa sostuvo que existen «circunstancias fácticas que pueden llegar a demostrar esta convergencia intencional que requiere la figura con el concurso premeditado» destacando que esa «es la esencia de esta convergencia intencional: se pusieron de acuerdo para matar entre todos».

En ese sentido, manifestando que existieron «siete minutos de acecho», Fabián Améndola entendió que existió una «coautoría funcional donde cada uno es responsable por la tarea común emprendida, y hace que la responsabilidad se reparta entre todos los intervinientes».

«Ni uno solo estuvo fuera de este acuerdo. Esto es tan sencillo de advertir porque los únicos que estuvieron afuera de ese acuerdo pero que formaban parte de ese grupo, son Guarino, Milanesi y Colazo», añadió el abogado y reconoció que los tres señalados «aún estando en el lugar no comprometieron su presencia en las agresiones ni contra Fernando Báez Sosa ni contra quienes quisieron, de alguna manera, interponerse para que no se cometiera el homicidio».

 

Améndola criticó a los forenses defensores y a los padres de los acusados

 

El abogado de la familia Báez Sosa apuntó contra los médicos forenses Juan José Fenoglio y Jorge Velich, que «vinieron acá a intentar sembrar una duda con respecto a los causales de muerte de Fernando Báez Sosa». En ese sentido, criticó la afirmación de Fenoglio, quien manifestó que «la mayoría de las personas con traumatismo de cráneo no mueren en el lugar de hecho y llegan con vida al hospital». El abogado consideró que esa sentencia «tiene inserta una trampa» porque Fernando tuvo «un traumatismo de cráneo grave, producto de las múltiples y violentas patadas recibidas en la cabeza».

En contrapartida, reconoció el trabajo del forense Diego Duarte, que «vino acá a decir la verdad, que es mucho más fácil que intentar encubrir». Además recordó que, al preguntársele si la hemorragia interna de la víctima tuvo correlación con las agresiones, Juan José Fenoglio respondió: «No lo sé». «Si un profesor de primer año de Medicina escucha esa respuesta le pone un cero», señaló Facundo Améndola.

El abogado de la familia Báez Sosa también se refirió a las declaraciones de los padres de los acusados durante el juicio: «Vinieron acá a contar lo que les pasaba a ellos. Ninguno sintió empatía por los padres de la verdadera víctima de este juicio, que es Fernando Báez Sosa. Ninguno dijo que su hijo es inocente tampoco. Solamente se limitaron a contar los padecimientos que este hecho les había traído».

Para finalizar, recalcó el testimonio del padre de un acusado, quien declaró que el juicio pretendía «curar el dolor con más dólor». «Acá venimos a curar dolor con justicia. Justicia por Fernando Báez Sosa, a quien le arrebataron la vida a la salida de un boliche al que había ido a divertirse estando de vacaciones», concluyó.

Por otro lado, Améndola repasó los testimonios de cada testigo y su respaldo en el material audiovisual y los resultados periciales, que fueron utilizados como pruebas en el juicio por el asesinato de Fernando Báez Sosa. «No hubo un mensaje de ninguno de los acusados, ni tampoco una actitud posterior al hecho, que demuestre un atisbo de arrepentimiento de lo que hicieron», concluyó.

En ese sentido, el abogado de la familia Báez Sosa apuntó contra Máximo Thomsen, que fue referenciado como «el líder, porque iba de frente y pegaba». «Thomsen le pegó a Fernando patadas en la cabeza y en el pecho», destacó Améndola entre las declaraciones, y subrayó que los testigos reconocieron «que en un momento no eran más patadas, sino que eran pisotones».

También puntualizó la participación de Ciro Pertossi, uno de los señalados como principales apuntados: «Fernando estaba en el suelo desde el segundo uno porque Ciro Pertossi lo puso en esa situación». «Los registros fílmicos incorporados al debate nos ubican a Ciro Pertossi agrediendo a Fernando Báez Sosa al principio, durante y al final de la agresión», añadió.

 

Tomei cruzó a Burlando durante su exposición: “No lea, haga un alegato”

 

Mientras Fernando Burlando leía el memorial, donde enumeraba la cronología de los hechos posteriores al crimen, Hugo Tomei lo interrumpió. «Prefería que se ajuste al código del alegato, para que sea más fluido. Está leyendo el memorial. Sabemos que el código dice que no se lea. Yo esperé mucho tiempo ya. Tuve contemplación», sostuvo el abogado defensor de los acusados.

«Yo no voy a hacer lo mismo con usted, doctor», le respondió Fernando Burlando. La jueza María Claudia Castro, le permitió al abogado de la familia a que continúe con la lectura y le pidió a ambos que no conversen mientras realizan sus alegatos. «Todos sabemos que no se pueden leer memoriales, el doctor también. Entiendo que se ha apoyado para mencionar fojas. Sígalo haciendo en ese sentido», habilitó la magistrada.

Dirigiéndose a Tomei, Burlando aclaró que le restaba el tramo final de su intervención, que finalizaría con una lectura de la autopsia.

 

Burlando: «Todos asesinaron a Fernando Báez Sosa»

 

En su alegato, el abogado de la familia Báez Sosa consideró que, antes del crimen, los ocho acusados «lo marcaron, lo cercaron esperando el momento justo en que se retiren los funcionarios policiales» y «accionaron una vez más ese mecanismo» que «ya tenían aceitado». «Fue fusilado a golpes y a patadas», sostuvo.

«¿Se puede hablar de incidente o accidente? ¿Se puede hablar de una pelea? ¿Nunca Fernando fue amenazado o emboscado? Evidentemente no hemos tenidos en cuenta cuántos fueron sus atacantes y el destino que deseaban de ese ataque. Eran los cazadores y querían su trofeo», añadió Fernando Burlando y subrayó que los acusados «celebraron, se abrazaron, comieron hamburguesas».

En ese sentido, apuntó que «la imagen de Fernando Báez Sosa de rodillas, pidiendo clemencia, es la que para esta representación justifica el pedido de prisión perpetua para los acusados». Además, agregó que «después de matar se jactaron el hecho, buscaron la manera de limpiar rastros y hasta incluso se dieron el gusto de acusar a un inocente».

Sobre los argumentos de los abogados de los acusados, opinó que «la prueba pretendidamente objetada por la defensa no es ni siquiera relevante para que la justicia, a través de otros medios probatorios que son abundante en esta causa, pueda llegar a la condena que a nuestro juicio corresponde». «Lamentablemente no se tomaron más muestras de ADN. Solamente los forenses se limitaron, seguramente por algún tipo de directiva, buscar ADN en donde había presuntas manchas hemáticas. Creo que eso fue un error: creo que si hubieran avanzando más en todas las prendas, la ciencia nos hubiera dado muchísimas respuestas que hoy tenemos gracias a los videos, las pericias y los testigos», concluyó Burlando.

 

La fiscalía pidió perpetua para los acusados: «Todos son coautores de homicidio agravado»

 

La fiscalía continúa pronunciando su alegato y ahora se concentra en determinar las responsabilidades de los acusados. En ese sentido, indicaron que «todos son coautores de homicidio agravado».

Según afirmó el fiscal Dávila, el hecho de que Ciro Pertossi le haya dado su remera a Pedro Guarino, da cuenta de que su coautoría. En esa línea, también designó a como coautor a Enzo Comelli por haber podido detener el curso del delito y no haberlo hecho. Y la misma acusación tuvo lugar para Blas Cinalli, quien agredió a Fernando Báez Sosa en el interior del boliche.

Para determinar la responsabilidad de Thomsen, los fiscales repasaron las pruebas que apuntan a él. Entre esas cosas se cuentan los testimonios de empleadas del boliche que lo describen con ira y agresividad, descripción que se confirma en videos del interior del boliche.

También resaltaron que Tomas Bidonde se refirió a Thomsen como líder del grupo «por la actitud que tenía en el lugar y por ser la persona que más pegaba». Además destacaron que el testigo Luciano Bonaimesson al describir las patadas de Thomsen dijo que «por como pateaba, la intención era matar».

Otra prueba es la zapatilla marca Cyclone que se incautaron en la vivienda que Thomsen habitaba y que él mismo reconoció. Además se halló sangre de Fernando en esa prenda de vestir y hubo una pericia en donde se determinó que ese acusado se encontraba usando esa zapatilla y dejó una marca con ella en el maxilar izquierdo de Báez Sosa.

 

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