La directora de Desarrollo Foresto Industrial remarcó la necesidad de avanzar en un plan integral con perspectiva federal y que incluya a las Pymes

Sabina Vetter reconoció que las exportaciones del complejo forestal están cayendo e indicó que evalúan modificar las retenciones. Reconoció que no se están cumpliendo las metas de ampliación de superficie forestada. Señaló que para el año próximo está previsto destinar 550 millones de pesos a la operatoria de la ley 25.080, 30 millones más que este año.

La directora de Desarrollo Forestal de la Nación, Sabina Vetter, remarcó que el mundo se encuentra en una situación compleja por la post pandemia y por la guerra, que repercute directamente con el sector forestal como tantos otros debido a la gran incertidumbre que se vive.

En lo que refiere al escenario local y nacional, Vetter aseguró que se busca crecer, aunque las condiciones son complicadas: “Es el segundo mes consecutivo de baja de los volúmenes de exportación, actualmente estamos en los mismos valores de exportación de febrero, que fue el más bajo de todo el año”, alertó.

Asimismo, otros factores como la baja precios de los productos para exportaciones a nivel internacional y el aumento exponencial de los costos de logística, hacen que las empresas forestales están sobrestockeadas.

“La exportación bajó prácticamente un 90%”, subrayó. En este sentido, aseguró que desde la Dirección se está trabajando para mejorar las condiciones y uno de los puntos que se está analizando actualmente dentro de las economías regionales es el derecho de exportación.

Debido al contexto actual y a la baja de las exportaciones, el mercado interno se ve directamente afectado y muchas veces las empresas exportadoras prefieren esperar a que mejoren las condiciones para exportar sus productos. Sin embargo, si se sobrestrockean llegará un límite que podría llegar a entrar al mercado interno, lo cual perjudicaría a las empresas más pequeñas.

Sobre la construcción de viviendas de madera, explicó que se pueden diferenciar dos segmentos, uno que apunta a reducir el déficit habitacional, para lo cual se encuentran los recursos para construir, pero existe otro segmento que busca una construcción más sostenible, bioclimática: “La madera ahí juega un rol principal, la madera es la invitada de honor en estos tiempo a nivel global”, destacó. En este segmento jugarán un rol importante los jóvenes a la hora de demandar el recurso.

La funcionaria indicó que actualmente hay en todo el país alrededor de 1,3 millones de hectáreas con bosques cultivados y desde la dirección existen objetivos que deben cumplirse cada año en materia de superficie, una parte que es para reemplazar lo que se cosecha anualmente y otra para aumentar la superficie forestal. “No estamos logrando ese objetivo por una cuestión presupuestaria, pero también por muchas razones no se cumplen las metas de aumentar la superficie, ni siquiera de reponer lo que se va cosechando, es una situación que vamos a tener que trabajar mucho y mejorar para realmente acompañar a la industria”, expuso.

De esta manera, enfatizó en que se necesitan industrias especializadas en cada segmento de todo el crecimiento de una plantación forestal. Allí entrarían las papeles, industrias primarias, secundarias, transformación primaria, secundaria y la fabricación de muebles, que se promueva el valor agregado para utilizar lo máximo posible el recurso, generar más empleo y más ingresos.

Siguiendo la línea anterior, marcó que es necesario que la industria acompañe el volumen plantado porque en Argentina «se consumen más papel de lo que se produce» e hizo mención a la fallida instalación de la papelera en Garabí, Corrientes. «La papelera no se llegó a instalar, pero hubo si plantaciones realizadas que iban a promover la materia prima a esta industria. Ahora esa materia prima necesita de un espacio en la industria para procesarla. Ahí entran a jugar variables en el mercado. Lo ideal sería tener en alguna provincia una papelera, porque en ese segmento nuestra balanza comercial es negativa. Se consume más papel y celulosa en nuestro país de lo que se produce», añadió.

Herramientas para incendios

Durante el verano pasado, diversas provincias sufrieron arduamente las llamas en las zonas rurales. En este sentido, Vetter explicó que el sector privado se organiza en consorcios con el manejo del fuego y hace inversiones en equipamiento para combatir y realizar acciones preventivas; hacen hincapié en la detección temprana a través de cámaras y de sistemas de monitoreo permanentemente para detectar el primer indicio de ataque rápido. Además, se encuentran capacitando al personal para las épocas que se atravesará.

Presupuesto 2023

El Presupuesto Nacional 2023 se encuentra en tratamiento y en lo que refiere al sector foresto industrial, se solicitó $900 millones según contó Vetter; hasta el momento, está en aprobación $550 millones aproximádamente, con posibilidad de duplicarlo.

En este 2022 se inició con un presupuesto de 240 millones aproximadamente, sin embargo, Juan José Bahillo, secretario de Agricultura destinó $270 millones adicionales para la Ley 25080, lo cual sumaba $530 millones para este año: “De esos $530 millones nos quedan por ejecutar $30 millones, $270 millones de ese total están con resolución, el saldo está aprobado con la Dirección Forestal, falta una etapa de análisis pero están en condiciones de ser aprobados”, explicó.

En este marco, indicó que en Misiones había 8 mil planes presentados en lo que son los años de la Ley, por lo cual se fueron analizando aquellos que estaban en condiciones de avanzar. En este aspecto, expuso que muchas veces hay una intención del productor de realizar la plantación, pero eso no se llega a concretar y por ello, no se puede pagar una plantación que no se realiza.

“Una vez que está certificada está en condiciones de avanzar el circuito. Se está avanzando para Misiones, en resolución ya se firmaron alrededor de $42 millones y está en circuito para ser aprobado $84 millones, del Presupuesto Nacional esa cantidad es para Misiones”, destacó.

 

 

Desafíos

Vetter reconoció que la Nación no tiene algo parecido a un «plan maestro» para el sector y que lo más parecido a eso es la Ley 25.080, pero que ese instrumento tiene la falencia de estar concentrado en la producción primaria y no tanto en los eslabones siguientes.

Consideró que resultaría oportuno avanzar en un plan de desarrollo del sector que tenga una perspectiva «realmente federal», que incluya al amplio espectro de pequeñas y medianas empresas que se dedican a esta actividad, que le preste especial atención al aprovechamiento de subproductos y que incluya un generoso espacio para la capacitación.

Planteó que es fundamental que se considere las realidades de las provincias: “Las realidades son bien diferentes, la cultura es diferente, hay que respetar eso”, afirmó. Otro punto fundamental, debe ser que las pequeñas empresas tengan lugar, ”de los 2 mil aserraderos que estaban censados en el censo anterior, 1500 son pequeñas empresas, con menos de 15 empleados”, detalló. De esta manera, se debe contemplar que  muchas veces no tienen acceso a financiamiento, tecnología, personal, capacitación y maquinaria.

Asimismo, se debe pensar incorporar los subproductos de las empresas en un mismo plan, no en cuestiones aisladas, tanto para energía térmica, energía eléctrica o biomasa. Además, consideró que la formación del personal es imprescindible, por lo cual se debería comenzar desde las escuelas técnicas: “Ese pequeño paso que hacen los chicos de salir de la secundaria y hacer un oficio, Misiones tiene la Mesopotamia por lo cual forestalmente es muy importante, no me puedo imaginar una escuela que no incorpore dentro de su formación el trabajar con madera”, manifestó.

Sobre los desafíos para el futuro del sector, planteó que las certificaciones ocupan el primer puesto, tanto en el manejo responsable de los bosques como en el valor agregado de la madera. Por este motivo, las certificaciones permite a los ciudadanos tener la garantía de que realmente está consumiendo algo que en su proceso de producción fue responsable con el medio ambiente: “En la superficie forestal certificada hay una gran superficie de bosques de conservación, las empresas que tienen certificado también lo tienen porque en su esquema conservan una superficie entre el 10% y 20% de alto valor de conservación”, precisó.

Acerca la energía alternativa, específicamente sobre la biomasa, puntualizó que a nivel país es un problema la cantidad de subproductos que quedan a cielo abierto y no hay destino, ya que se necesitan inversiones para poder transformarlos en energía y así ir al mercado: “En la generación de energía eléctrica necesitamos una tarifa del excedente de  energía eléctrica que le garantice que va a recuperar o que su inversión va a tener algún retorno económico”, aseveró.

Para finalizar, expuso que está todo por hacerse, mientras que en Europa hay países que tienen el 30% de su matriz energética a partir de biomasa, en Argentina se encuentran los recursos pero es fundamental la inversión económica, ya que el desarrollo sostenible conlleva un gran costo: “Se necesita cooperación internacional para el desarrollo sostenible, ayuda económica o acompañamiento económico para que los procesos productivos sean sostenibles”, concluyó.

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Trayectoria en el sector

Vetter es oriunda de Eldorado, se egresó en la Facultad de Ciencias Forestales de la UNaM, y aseguró que la convocatoria a cubrir el cargo que ocupa fue una gran sorpresa: “Se comunicaron conmigo directamente desde Nación, mi nombre salió de la Facultad, me consultaron y propusieron mi nombre junto a otros, desde Nación me seleccionaron por lo que tuve una entrevista con el ex ministro de Agricultura, Julián Domínguez y en ese mismo día fui designada en el puesto”, profundizó.

Anteriormente, la ingeniera forestal trabajaba en empresa Lipsia SA, y según comentó, siempre se dedicó a trabajar en el sector privado, específicamente en el área de bioenergía: “Mi experiencia es el desarrollo del mercado, de esta fuente de energía alternativa, darle una solución al que menos lo espere”, amplió.

En esta misma línea, mencionó que en Europa las energías alternativas son muy conocidas, pero en Argentina la ciudadanía recién empieza a saber de ello a pesar de que se trabaja hace más de 10 años en ese aspecto. Sin embargo, esta labor es solo una parte del trabajo realizado desde la Dirección: “Esto sería el aprovechamiento de los subproductos de la cadena foresto industrial”, indicó.

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