Transfemicidio en Misiones | El imputado se abstuvo de declarar y la familia de Evelyn Rojas relató hechos desgarradores

Esta mañana, comenzó el juicio que sin dudas marcará un antes y un después en la provincia, por ser el primer transfemicidio en Misiones. El único y principal acusado del crimen se abstuvo de declarar, mientras que las familiares de la victima brindaron declaraciones desgarradoras.

Evelyn Rojas (26) fue salvajemente asesinada en la madrugada del 27 de octubre del 2016. El principal acusado es su ex pareja, Ramón Da Silva (29), quien se cree, arrojó el cuerpo de la víctima, ya sin vida, a una fosa y se dio a la fuga.

En una maratónica primer jornada que comenzó alrededor de las 9 horas en el Tribunal Penal 1 sobre calle La Rioja, luego de una extensa lectura del auto de requerimiento de elevación a juicio, Ramón Da Silva tuvo la oportunidad de brindar declaración pero se abstuvo. Solicitó además, retirarse de la sala y no volver a comparecer.

El Tribunal compuesto por Viviana Cukla (presidente), Ángel Dejesús Cardozo y Marcela Leiva como subrogante, serán los encargados de determinar la culpabilidad del acusado luego de casi 6 años del crimen.

Da Silva llegó a esta instancia imputado por el delito de “homicidio doblemente agravado por la relación de pareja y por femicidio”, dispuestos en los incisos 1 y 11 del artículo 80 del Código Penal Argentino, que prevé pena de prisión perpetua.

En la etapa de instrucción, se solicitó que el acusado sea juzgado por femicidio debido a que Evelyn Rojas se autopercibía mujer y además, porque ambos tenían una relación de pareja desde hacía algunos meses.

La gran ausente de la jornada fue Ignacia Galeano, principal testigo del crimen pero quien comparecerá mañana a primera hora a prestar declaración testimonial ante el Tribunal. La mujer declaró en la etapa de instrucción que conocía a la victima debido a que esta última era trabajadora sexual y que siempre estaba en la intersección de calle Alemania y Avenida Uruguay.

Dejó en claro que aquella fatídica noche vio a Evelyn yéndose con el acusado en dirección a la estación de servicio abandonada “El Refugio”, ubicada en la unión de las Avenidas Uruguay y Bouchardo, lugar donde la pareja residía habitualmente y donde la víctima fue hallada sin vida.

Luego de cometer el crimen, “Ramoncito” o “Junior” como se lo conocía a Da Silva, se dio a la fuga y permaneció varios días en la clandestinidad. Finalmente, el 31 de octubre del mismo año fue detenido por la Policía de Misiones en la Localidad de San Vicente.

Los investigadores llegaron al dato que el hombre podría estar en la Localidad de donde es oriundo debido a que algunas personas denunciaron que el acusado les confesaba que había matado a una persona transexual y que por ello se estaba ocultando de la fuerza de seguridad.

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Ramón Da Silva junto al abogado oficial, Mario Ramírez.

El abogado defensor, Mario Ramírez solicitó una serie de nulidades en el proceso que fueron desacreditados por el Tribunal. Además, pidió una junta médica para determinar si hay alguna cuestión que le impida al acusado comprender el crimen, lo cual fue rechazado ampliamente por la querella bajo la oración “se quiere justificar por una cuestión de salud mental, no son personas locas sino personas hijas del patriarcado”. El Tribunal tampoco dio lugar al pedido de Ramírez.

 

“El rostro estaba desfigurado”

El primero en sentarse frente al Tribunal fue el médico policial que examinó a Evelyn Rojas luego de haber sido cruelmente asesinada. Gaudencio recordaba casi con exactitud los hematomas que presentaba la víctima.

La autopsia determinó que la causa de muerte se debió a un “traumatismo de cráneo gravísimo, con fractura con base de cráneo” además, padecía de excoriaciones y hematomas en el rostro.

“Fue golpeada en todo el cuerpo. Tenía traumatismo sobre todo en la cabeza. Habíamos quedado sorprendidos por cómo fue golpeada la persona. El traumatismo de cráneo fue el foco y la mayor intensidad de los golpes del individuo. El rostro estaba desfigurado.

Por último, recordó la primera impresión al examinar el cuerpo de Rojas, “A mí entender no fue una sola persona la que cometió el crimen, porque era pesado el cuerpo como para arrastrarlo y tirarlo a la fosa. No sé si la mataron en ese lugar o lo llevaron ya muerta para tirarle en la fosa”.

 

“El bullying no le dejó estudiar, me pedía por favor que no le mande a la escuela”

La siguiente en brindar declaración fue Patricia Villaba, madre de la víctima, quien brindó un relató crudo y desgarrador de la difícil vida de su hija y de los oscuros meses que vivió junto a Ramón Da Silva.

En primer lugar, dejó presente que Evelyn siempre se manifestó como una nena y que el bullyng que sufría desde pequeña no la dejó terminar de estudiar y que le era casi imposible ser aceptada por la sociedad y mucho menos conseguir trabajo. Es por ello que decidió ser trabajadora sexual.

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El Tribunal compuesto por Viviana Cukla (presidente), Ángel Dejesús Cardozo y Marcela Leiva como subrogante.

“Ella era la nena de la casa, el bullyng que sufría no la dejó terminar de estudiar. Me pedía por favor que no le mande a la escuela”, comenzó recordando.

Contó que cuando Evelyn tenía 14 años, tenían la idea de poner un cartel en su humilde vivienda ofreciendo el servicio de limpieza a un bajo costo. “Los vecinos pasaban, veían el cartel, me preguntaban si era Evelyn la que haría los trabajos y se me reían en la cara”,

Recién a los 17 años lo conoció a Enrique, su primera pareja, con quien tuvo una extensa relación de seis o siete años. “Se fue a vivir con él y un tiempo después me enteré que se empezó a prostituir. Fue lo peor que me pasó”.

Por un tiempo, la familia no sabía del paradero de la joven, hasta que su madre logró dar con ella. “Estaba viviendo frente al Hospital de pediatría con Enrique, le dije vamos a casa y que lo llevara a Enrique. Nosotros somos pobres, pero nunca nos faltó para comer. Ella volvió a casa pero seguía trabajando en la calle”.

“Para ella era muy importante lo que estaba haciendo, porque nunca nadie le había dado trabajo”, mencionó haciendo hincapié al alivio que sentía su hija al poder ser finalmente aceptada. Esa relación terminó cuando su pareja cayó preso.

“Evelyn siempre cocinó bien, teníamos la idea de hacer viandas, pero le conoció a Junior (Da Silva) y empezó a tomar más que nunca. Siempre venía golpeada y ella le justificaba”.

La pareja no tenía domicilio fijo, pasaban sus noches en la estación de servicio abandonada sobre la Avenida Uruguay y Bouchardo. “Un tiempo no apareció en casa y me dijeron que le seguían viendo en la calle toda sucia. Junior le seguía maltratando pero ella no quería volver a casa”.

Villalba se comunicó con su hija y le recomendó volver a su hogar en Fátima, pero esta vez acompañado del presunto asesino. “Desde que vino a vivir con Junior, siempre estaba sangrando, una vez le sacó el ojo para afuera con una bombilla”.

Los días de Evelyn se volvieron un calvario desde el momento que Ramón Da Silva puso un pie en su domicilio. “Es muy feo recordar todo pero hay muchas cosas que contar del poco tiempo que Junior vivió con nosotros”.

Evelyn según su madre, nunca tuvo la valentía para denunciar a su pareja. Patricia fue quien echó a “Ramoncito” se su hogar porque no aguantaba ver a su hija constantemente maltratada. “Él se iba, pero ella se iba atrás”.

 

“Ella amaba su cuerpo, su pelo y sus uñas”

Tras 4 o 5 meses de vivir un calvario, Evelyn retomó el contacto con su ex pareja, quien había recuperado su libertad. “La última vez que le vi a Evelyn se había ido con Enrique a buscar una biblia en la casa de la madre de él. Enrique volvió y me dijo que Evelyn se había ido para la estación abandonada sobre la Avenida Uruguay. Unas horas después, me avisan que estaba muerta”.

Recordó que el rostro de su hija estaba irreconocible luego de la golpiza que le terminó costando la vida, a mano de, se presume, Ramón Da Silva. “A parte de todos los golpes que tenía, estaba hecha un monstruo, le habían cortado el pelo, que es lo que más cuidaba. Le quitaron la vida a mi hija por ser nena”.

transfemicidio en Misiones
En una sala lindante al recinto de debate, la prensa seguía en vivo la audiencia por televisión.

El presunto asesino además, se llevaba las pertenecías de la vivienda que compartía con Evelyn y las vendía al mejor postor. “Cuando quisimos buscar ropa para su velorio, nos dimos cuenta que su casa estaba vacía, Junior se había llevado y vendido todo. Le tuvimos que poner ropa de mi hija más grande para su velorio”.

 

La reina de la casa

En tercer lugar, compareció ante el Tribunal, Soledad Belén Rojas, hermana de Evelyn, quien relató las salvajes y constantes agresiones que recibía la víctima en manos de Ramón Da Silva.

En primer lugar, no dejó dudas que Evelyn era aceptada en la familia con su identidad de género. “Era la reina de la casa”.

“Cuando ella le conoció a Junior tuvimos que aguantar todo lo que él le hacía a ella”. Mencionó que ningún otro integrante de la familia tenía contacto con el imputado, quien nunca se presentó, solamente entraba e iba directo al pequeño monoambiente que compartía con Evelyn.

“Le corríamos a Junior de mi casa y ella se iba atrás de él, por eso teníamos que recibirlo de nuevo. Todos los días eran maltratos, mi mamá le compraba cosas a Evelyn, él le sacaba y vendía”.

Como se sabe, Evelyn era trabajadora sexual, mientras que Da Silva era aparentemente changarin y se dedicaba en algunas oportunidades a la albañilería. “Una vez ella no trajo plata a la casa y él le hincó con una bombilla en el ojo. Ella siempre nos mentía. Él le odiaba a mi hermana como era, le decía como haces eso si sos un hombre”.

Por último, hizo referencia y recordó aquel 27 de octubre de 2016, “Cuando fui a reconocer el cuerpo de mi hermana, tenía todo el cabello mal cortado y eso era lo que ella más cuidaba. Me rompió el corazón saber que él nunca le aceptó porque le cortó el pelo antes de matarla”.

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