Denunció 23 veces a su ex pareja por violencia de género, pero él la sigue amenazando: “Te voy a matar, sé dónde vivís”

La mujer teme por su vida y se mudó de provincia con su hija al no tener respuesta de la justicia, pero el calvario continua. “Si vuelvo a mi casa, voy a ser una muerta más”, aseguró.

Una joven de 23 años denunció más de 20 veces a su pareja, César Sandoval, por violencia de género. Como no obtuvo respuesta por parte de la Justicia de Chaco, decidió refugiarse en Neuquén con su hija. “Si vuelvo a Chaco, voy a ser una muerta más”, expresó.

“Te vamos a matar, sabemos donde vivís”, dice uno de los mensajes amenazantes que recibió Natalia S. en las últimas horas. A pesar de la distancia, el agresor la sigue hostigando.

Sandoval fue denunciado 23 veces por violencia de género en la Justicia chaqueña. Según lo que afirmó Natalia a LM Neuquén, sufrió violencia física y psicológica tanto por parte del agresor como por parte de la familia del hombre.

 

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Ella junto a su hija y su actual pareja se encuentran en Neuquén. Pero Sandoval continúa amenazándola de muerte: “Hdp ya sabemos todo lo que haces. Deja de hacer denuncias, puta. Te vamos a matar, sabemos donde vivís”.

“Deja en paz a César que te vamos a matar, conocemos tu casa. No jodas con nuestra gente. No te metas porque vas a parar a un cementerio”, continúa el mensaje intimidante y violento.

El mensaje concluye con una advertencia: “Nunca te hiciste cargo de A. y ahora te querés hacer la mamá. Camina con cuidado, sino te pueden pasar muchas cosas a vos”.

 

El viaje a Neuquén para escapar del horror

Una vez que la pareja se separó, ella pudo mudarse de la casa donde vivía con el agresor y toda su familia. Sin embargo, la víctima decidió coordinar un régimen de visitas para que la niña siga viendo a su padre.

Después de un año, Soto conoció a su actual pareja, quien le propuso ir a Neuquén por un trabajo. Se asesoró con una abogada y dejó a su hija con el agresor con ciertas condiciones.

El conflicto empeoró cuando Sandoval no contestaba sus llamadas ni dejaba que viera a la menor. Frente a esta situación desesperante, Natalia volvió a Chaco y se reencontró con su hija a escondidas de su expareja. “Me la trajo un familiar y ahí mismo la nena se puso a llorar, tenía un golpe en su ojito derecho. Me dijo que su papá le había pegado con un cinto”, detalló.

Inmediatamente radicaron la denuncia y fueron trasladadas a un refugio de mujeres víctimas de violencia de género. Allí, la menor le rogó a su madre no volver con Sandoval porque le pegaba.

Pero el horror no terminó: el agresor se presentó en el refugio y amenazó con prender fuego todo si no veía a la nena.

Al ver que su vida y la de su hija corrían peligro, huyeron junto a su actual pareja a Neuquén con la esperanza de estar mejor y que la Justicia local pudiera ayudarlas, pero las amenazas de muerte siguen. “Si vuelvo a Chaco, voy a ser una muerta más”, aseguró la víctima.

 


Fuente: TN

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