Reflexión del Pastor Guillermo Decena: “La pobreza y el rechazo”

Las heridas de la infancia, maltrato, abandono y falta de amor, que llamamos rechazo, marca y condiciona. Sucede que la persona muchas veces tiene menoscabada su autoestima y no tiene fuerzas para aspirar a más, u otras veces se forja un carácter duro, que tiene problemas de relaciones sociales, y esto trae también estancamiento económico. Veamos lo que dice la Palabra de Dios.

 

 

“Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” 3° Juan 1:2 RVR.

 

 

El Señor ha puesto en mi corazón este tema interesante, importante y trascendente para la sociedad en que vivimos, y es el estancamiento económico, la escasez de recursos, la pobreza y su relación con el rechazo.

 

 

La sociedad misma no tiene buena acogida para las personas que tienen pocos recursos. Y se ahondan las heridas interiores. Las personas sufren rechazo de muchas maneras, y una de ellas es ser rechazado por la pobreza, así se profundiza más la amargura por el rechazo.

 

 

La pobreza es una injusticia, es un tema que daña, que hiere, que oprime, que persigue, que estigmatiza. La pobreza no tiene que ser parte de nuestra identidad, no podemos estar diciendo: somos pobres. Cuando conocemos la Palabra de Dios, nos debemos declarar verdaderamente enriquecidos, ricos en Cristo Jesús, con tremenda posibilidad para salir adelante, con tremendas virtudes y capacidades que Dios está dispuesto a darnos para que podamos salir de victoria en victoria. ¡Cristo se empobreció para enriquecernos! Esa es la verdad y debemos proclamarla. ¡Bienaventurados los pobres en espíritu dice el Señor!

 

 

El origen de la pobreza

Al analizar la pobreza desde el punto de vista espiritual podemos decir que nació allí mismo, en el pecado, allí donde Dios vio que el hombre y la mujer quisieron gobernarse a sí mismos y terminaron por rebelarse contra Dios (Génesis 3:17-19). A partir de allí, cayó una maldición sobre toda la humanidad y sobre la tierra como creación, hay una lucha constante, hay que pelearla todos los días. La inmensa mayoría de los seres humanos tienen que levantarse todos los días y hacer un tremendo sacrificio para poder sustentar a toda su familia.

 

 

Qué tremenda realidad que nos presenta la Palabra del Señor. Hay algo contrario a la vida misma, hay algo que se pone en contra de tu beneficio, de tu satisfacción, de tu deleite. La persona quiere ser feliz, quiere lograr cosas y parece que se corta, que se traba, que las puertas se cierran. Pero también encontramos en la Biblia que Dios es nuestro proveedor (Deuteronomio. 23:25). El buen mensaje del evangelio es que hay posibilidad de revertir la maldición en la vida de la persona, la opresión satánica que se pone en contra con tremenda autoridad para que no tengas felicidad en la vida.

 

 

Dios saca a Gedeon de la pobreza

Es muy importante saber que en la Palabra de Dios hay episodios que nos muestran cómo algunas personas lograron salir de la pobreza. Y en esto, la vida de Gedeón es un ejemplo (Jueces 6: 1-2) Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, el pecado de Israel la había sumido en la pobreza. En vez de vivir tranquilos, tenían que andar escondiéndose. Cuando se cierran las puertas y se apaga la luz espiritual, desaparece la protección divina.

 

 

Dios dice que es escudo alrededor de los que le temen y los defienden, es un escudo protector de aquellos que lo invocan. Pero hay que apartarse de lo que Dios rechaza, hay que apartarse de lo que está mal para que Dios nos pueda proteger (Jueces 6: 6-10). Dios levantó a Gedeón y él fue un hombre valiente, esforzado, fue una persona realmente de ejemplo. Gedeón salió de una pobreza extrema. Puede ser que la situación esté realmente mal en un país, pero a Dios le es fácil levantar al que ha de levantar. Podía estar Gedeón realmente empobrecido, pero Dios lo llama, lo levanta y le da poder. ¡Ese es nuestro Dios!

 

 

(Jueces 6: 13) Hay muchos que tal vez están pasando por un momento difícil o han pasado injusticias, y el deseo de quejarnos es algo que nos brota, pero el poderoso consejo del Señor dice guarda silencio ante Jehová, y espera en Él. Eso es fe, fe verdadera. Hay cosas que nosotros no podemos hacer y Dios hará por nosotros. Hay puertas que nosotros no pudimos abrir y Él las abrirá. Ahí está la obra sobrenatural del señor, la obra poderosa del Dios maravilloso que tenemos.

 

 

Cómo salir de la pobreza

Si queremos salir de la pobreza debemos entonces ser sanados interiormente, clamar a Dios y buscar ayuda para que oren por nosotros para ser sanos de las heridas de la infancia.

 

 

Romanos 8:32 dice que Dios nos quiere dar todas las cosas, entonces ¿qué sucede? El problema está en nosotros, dejémonos sanar de todo rechazo y además algo importante: tener buenas actitudes. En este sentido el ejemplo de Gedeón nos puede ayudar.

 

 

1°Actitud: “Esforzarse” (Jueces 6:11-12) Gedeón pudo haber sido el más pobre de Israel, pero tenía una virtud muy interesante: era una persona esforzada. Lo que empobrece mucho a la gente es el no esforzarse.

 

 

El Señor jamás llamó a una persona a que no fuera esforzada, porque la vagancia es una atadura, un engaño satánico que hace que las personas nunca puedan prosperar. Nunca el Espíritu Santo viene sobre una persona en forma sobrenatural si la persona no se esfuerza primero. Debemos poner de nuestra parte y después Dios empieza a empujar y nos da una fuerza sobrenatural, fuerza sobrenatural del Espíritu Santo de Dios.

 

 

2°Actitud: “Honrar a Dios” (Jueces 6:18). Gedeón fue negativo cuando se quejó contra Dios, luego cambió su actitud, lo honró con una ofrenda generosa. La Palabra de Dios dice que quien siembra generosamente cosechará generosamente, si usted lo cree usted debe vivirlo. Cuando usted se brinda a Dios, Dios se brinda a usted y Él no lo va a defraudar, lo va ayudar, será su sanador. Cuando aprendas a honrar a Dios, Él te levantará (1 Samuel 2:8).

 

 

No sé dónde estabas vos, si en el polvo o en el muladar, pero Dios te va a levantar para sentarte entre príncipes en el poderoso nombre de Jesús. Hónralo, deléitate así mismo en el Señor y Dios te concederá las peticiones de tu corazón. La maldición ha sido puesta sobre la tierra, pero dice Dios a través del profeta como se saca esa maldición. Malaquías 3:9 NVI habla directamente de los diezmos y las ofrendas como el método para que su pueblo se sobreponga de la maldición en que está la tierra.

 

 

3°Actitud:” La obediencia” Gedeón obedeció en todo. Lo primero que le dijo el Señor es que rompa las estatuas del Dios pagano que tenía su padre. Había una idolatría familiar que había que arrancar. A partir de allí comenzó la bendición. Los países más idolatras son los más pobres del mundo, porque el demonio engaña con la idolatría para sumir en pobreza aún a los países.

 

 

Gedeón exaltó a Dios por sobre su persona, qué maravilla, qué tremenda paz interior que tenía este hombre. Ese siempre fue el sueño del Señor, gobernar los corazones.

 

 

Cuando Cristo es tu rey, Él cumple sus sueños sobre vos (Jueces 8:22-23). Dios demostró a Gedeón que con poco o con mucho es lo mismo, era Dios quien lo iba a convertir en vencedor. Muchas veces las personas dicen: “qué hago con esto tan poco”. No te hagas problema que con poco o mucho para Dios todo es fácil. Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios y la lógica de las matemáticas no funcionan en el reino de Dios. Lo poco que tengas Dios lo va a bendecir (Jueces 8:28). Dios rompió a través del liderazgo de Gedeón la miseria y la pobreza en Israel. Y ya nunca más el devorador le robaría el fruto del esfuerzo de los que trabajaban.

 

 

El Dios de la gloria cuando te llama, te llama a la victoria. Dios ha entregado al enemigo en nuestras manos y será polvo. Dios te llama a la victoria para que venzas en el poderoso nombre de Jesús a todos los enemigos que han estado oprimiendo tu vida.

 

 

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado