Reflexión del Pastor Guillermo Decena: “El rechazo y el aislamiento”

El aislamiento surge como un mecanismo de escape y de protección, un “nadie me moleste ni se meta conmigo” pero es peligroso cuando viene como consecuencia del rechazo profundo, porque puede ser algo terrible y destructor. La persona internaliza todo y se aísla emocionalmente para no compartir lo que siente y por ende no encuentra sanidad de la raíz de ese sentimiento negativo, que es una manifiesta falta de amor verdadero, en algún momento de su existencia.

 

«Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad» Salmos 55:6-8 RVR60.

 

Pero veamos un interesante informe de investigaciones que ha hecho la ciencia, en cuanto a las consecuencias de la soledad.

 

BBC NEWS, 9 diciembre 2009 dice: “La soledad y el aislamiento pueden hacer más grave el cáncer, descubrió un estudio llevado a cabo en ratones. Los científicos de las universidades de Yale y Chicago, en Estados Unidos, descubrieron que ratas hembras con cáncer de mama que fueron aisladas de su grupo desarrollaron más tumores y más agresivos que los animales que vivían acompañados. Los científicos creen que el vínculo entre la soledad y el desarrollo de tumores más agresivos se debe al estrés, provocado por la separación de un grupo.

 

Ambiente y enfermedades». Cada vez hay más interés en la relación entre el ambiente, las emociones y las enfermedades. Este estudio ofrece nueva información sobre cómo el mundo social se adentra en nuestra «piel» afirma la doctora Gretchen Hermes, quien dirigió la investigación en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Yale.

 

Este impacto del aislamiento también podría aplicarse a los seres humanos, pero los expertos afirman que será necesario llevar a cabo más estudios para confirmar sus efectos en el cáncer. Claro, uno puede decir que las ratas estaban solas y también se podría traducir a cuando alguien vive solo, pero lo que no se puede medir es el sentimiento de soledad y aislamiento que puede sufrir una persona, pues es imposible de medir lo que cada uno siente en el alma.

 

Lo que llamamos “El Rechazo” da lugar a tremendos y negativos sentimientos para toda la vida. Entre ellos el deseo de escapar, de irse, de aislarse.

 

Nos estamos refiriendo al aislamiento emocional, negativo, el aislamiento que impulsa el maligno, que es negativo porque es un aislamiento diabólico gestado en momentos de sufrimiento y soledad.

 

Este tipo de ataque maligno trae consigo situaciones muy desagradables y aun este sentimiento negativo, de querer aislarse trae, de encerrarse en sí mismo, puede traer problemas físicos de enfermedades.

 

Jesús nos quiere sanar de todo rechazo, de toda falta de amor, para que venzamos esa forma de engaño en el alma que es la soledad o tendencia de aislarse emocionalmente, generado por el rechazo experimentado. Es por esto que el enemigo no quiere que escuchemos este tipo de mensajes porque descubre una de sus estrategias más elaboradas para traer enfermedades y para hacernos muy infelices (Lucas 2:46-47).

 

Debemos entonces buscar sanar todo intento de aislarnos socialmente porque no es sano y además nos limita el potencial que el Señor ha puesto en nosotros. Y deberíamos tomar conciencia que el enemigo tiene siempre eso en su mente aislar a la persona para poder tratar de enfermarle, empobrecerlo y hasta llegar a destruirlo.

 

Primero. El maligno te quiere aislar de la sociedad

Lo hace a través del odio y muchos sentimientos negativos hacia lo que podríamos llamar “el sistema”.

 

Es por ello que debemos tener mucha paciencia con lo que no podemos cambiar, y debemos entender que Jesús vino a cambiar los corazones y esto es uno por uno. La sociedad en el tiempo de Jesús era injusta, podríamos acordarnos de la matanza de los niños por parte del rey Herodes.

 

Lo mejor y más sano para nosotros, es la interacción social con la gente. Jesús se metía a charlar con algunos personajes controvertidos para tratar de influenciar, siempre para bien. El maligno siempre te quiere sacar del lugar correcto, del lugar natural para vivir y del lugar ideal para realizarte como ser humano, te quiere sacar socialmente para no tener contactos para trabajar y progresar. Por años un hombre estuvo aislado (Marcos 5:2-3), era el llamado endemoniado gadareno. Tal vez nunca logrará el diablo tal extremo en tu vida, pero sí quiere que te aísles en vos mismo, y que odies a la sociedad, y que termines guardando la tremenda riqueza espiritual que tenés en tu interior.

 

Nosotros tratamos de influenciar al mundo sin que el mundo nos influencie a nosotros. Pero busca la perfecta guía del Señor para que Dios te cubra con su presencia. Lo sano es que en la sociedad te conozcan como una persona con riqueza espiritual y también que conozcas a las personas para poder llevarles un mensaje de salvación y transformación.

 

Segundo. El enemigo te quiere aislar de tu familia

Una de las heridas del rechazo es perder vínculos con la familia, y es por esto que el enemigo trata encerrarte en vos mismo y esto puede ser mortal y destructivo. (Efesios 4:26-27)

 

Al endemoniado Gadareno el maligno lo separó de su familia y esto fue algo lamentable. Es por ello que cuando termina liberado, Jesús le recomienda volver a su casa y a su familia para testificarle (Marcos 5:19).

 

Por esto es tan importante que practiques fundamentalmente el perdón en casa permanentemente, y que no dejes nada oscuro en el corazón, «que no se ponga el sol sobre vuestro enojo» nos dice el Espíritu Santo.

 

Es en la casa, en el hogar en donde afloran los traumas y donde se proyectan las heridas. Por eso debemos cuidar el dialogo y la comunicación.

 

Y es el aislamiento la base de “nadie se meta en mi mundo interior” o “voy a tomar o drogarme porque quiero” y conduce indefectiblemente a la auto destrucción. Es la base misma del suicidio, por lo tanto, hay que sanar el rechazo con la ayuda de Jesús, en forma urgente.

 

 

Tercero. El maligno te aísla de la comunión con otros cristianos

En la última cena dice la Biblia que después de untar el pan en el mismo recipiente con Jesús, el demonio entró en Judas, es llamativo pero el siguiente pasaje describe lo que hace el diablo, entra en él y lo separa de los otros discípulos de Jesús y terminó traicionando a su maestro (Juan 13:30). Solo abandona la comunión con Jesús y sus discípulos, así es la persona que se aísla de sus hermanos, y sale al frio de la noche espiritual.

 

Y créeme que esto se repite de generación en generación cuando el discípulo de Cristo da lugar al espíritu de aislamiento. Sino pregúntele a Pablo (2 Timoteo 4:9-12). Es interesante notar lo sociable que era Pablo y cómo se rodeaba de sus seres queridos y además sufría cuando alguien lo abandonaba.

 

Hay discípulos que no llegan a nada porque nunca se dejan sanar y nunca se unen, se aíslan de todo trabajo organizado, que obviamente es necesario para avanzar como ejército del Señor, no se subordinan siempre tienen sus propias estrategias, nunca abren su corazón y nunca muestran sus reales conflictos.

 

El primero de la lista es Demas. Se le menciona tres veces en las cartas de Pablo, y bien puede ser que puntúen una historia ya conocida. Aquí en 2 Timoteo 4:10 ya había abandonado a Pablo porque amaba este mundo presente. Primero Demas el colaborador (Filipenses 1:24), luego simplemente Demas (Colosenses 4:14) y finalmente Demas abandona al apóstol. Aquí tenemos la historia de una degradación espiritual. Poco a poco, el colaborador llegó a ser el desertor, y el título de honor se convirtió en un nombre de vergüenza.

 

El espíritu de aislamiento no te deja formar parte de un equipo, te hace recordar las cosas con rencor, con amargura y fundamentalmente se afirma en el orgullo, “a mí nadie me va a decir lo que debo hacer, solo delante de Dios me doblego” y no reconoce autoridad sobre su vida.

 

Dejate sanar por el amor de Dios y entregale toda idea diabólica de encerrarte en tu caparazón, Jesús vino a sanar a los oprimidos por el diablo.

 

Que Dios te bendiga, te guarde de todo mal y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Guillermo Decena

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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