Bebé hallado muerto en un contenedor de Posadas: psicosis postparto y perversidad, conozca la diferencia entre estos trastornos mentales

El Lic. en Psicología Juan Pablo Brítez Svoboda, integrante del departamento de Salud Mental del Hospital Materno Neonatal sostuvo que una mujer con psicosis postparto no dañaría intencionalmente a su bebé. Sin embargo, aclaró que dentro del rango de las perversidades existe la psicopatía y en este caso, la persona siendo consciente quiere dañar. «Muchas veces nos encontramos con personas que han hecho infanticidios con consciencia», recordó que cualquiera de estas personas puede ser madre biológicamente.

 

«Los psicóticos no dañarían intencionalmente a su bebé«, bajo esta premisa, el Lic. en Psicología Juan Pablo Britez explicó que es importante que se conozcan las diferencias entre la psicosis puerperal y  la psicopatía y cómo estas pueden presentarse durante el puerperio.

 

¿Qué es el puerperio?

Según el especialista, este es el periodo después del alumbramiento, que abarca hasta que el cuerpo femenino vuelve a su estado previo al embarazo. En este lapso de tiempo hay cambios hormonales, en la estructura familiar, en el dinamismo, etc. y «todo estos generan una revolución y consecuencias psicológicas que pueden afectar a la psiquis de la mujer y de su entorno».

 

Detalló los cuatro fenómenos más comunes. «El baby blue o tristeza postparto, depresión postparto, psicosis puerperal y la ansiedad postparto. Estos son cuatro fenómenos que son los más comunes y dentro de estos tenemos diferentes formas y necesidades de tratamiento psicológico».

 

Sostuvo que cuando una mamá y su bebé regresan al hogar,  la familia y cercanos deben observar si aparece algún tipo de sintomatología no habitual. Ya sea la tristeza prolongada, hiperexitación, el insomnio, somnolencia, son características o síntomas que pueden indicar que está perturbada la psiquis de la madre.

 

 

Por ello recomendó que ante estos casos se debe consultar a un especialista. «Todo lo que era el embarazo, parto y puerperio era un área de trabajo muy medicalizada, pero ahora sabemos que es importante el trabajo de un equipo interdisciplinario conformado por psicólogos, médicos, enfermeras, trabajadores socials, kinesiólogos, entre otros».

 

Estructuras psíquicas de la persona

Al ser consultado sobre estas patologías y el riesgo que podrían poner en un infante, Britez indicó que para hablar del peligro que pueda sufrir un niño o niña, no solo se debe enfocar en las características que le surjan a la madre, sino todo el contexto.

 

 

«Nosotros como psicólogos observamos todas las personalidades y desde el sistema referencial psicoanalítico se observan tres tipos clínicos grandes: la neurosis, psicosis y perversiones«.

 

 

 

Para hablar de la peligrosidad para un niño es importante entender estas personalidades, «dentro de las neurosis es cuando la persona tiene contacto con la realidad y sufre algunos síntomas psicológicos como tristeza, ansiedad, la disponibilidad materna, el deseo de haber tenido a ese hijo está atravesado en ese embarazo. Es un embarazo saludable. Pero cuando hablamos de la psicosis, que es cuando una persona pierde contacto con la realidad, el niño puede correr el riesgo en la medida que entre dentro del delirio de esa mujer y la persona sin querer lo dañe».

 

 

Sin embargo diferenció la psicosis de la perversidad. «Dentro del rango de las perversidades existen las psicopatías que es cuando la persona siendo consciente quiere dañar. Muchas veces nos encontramos con personas que han cometido infanticidios y que fueron conscientes de lo que hicieron«.

 

Dentro del rango de las perversidades existen las psicopatías que es cuando la persona siendo consciente quiere dañar. Muchas veces nos encontramos con personas que han cometido infanticidios y que fueron conscientes de lo que hicieron«.

 

«Todas estas estructuras psíquicas pueden quedar embarazadas y tener hijos y cada una de ellas va abordar desde sus esquemas la forma de maternar. Allí vemos las diferentes formas y posibles riesgos ante el cuidado de un bebé».

 

 

En diálogo con Misiones Online precisó que a diferencia de la psicótica en que la madre muestra abiertamente su estado,  vive desconectada de la realidad, es decir no simula su estado mental; la persona perversa y psicópata no tiene empatía, calcula todo sus movimientos y ve a su hijo como un objeto que puede desechar. Detectar esta patología es muy complejo.

 

«Una mujer psicótica no soltaría a su bebé,  ni le haría daño con intención». Precisó que la diferencia entre ambos esquemas es la voluntad para hacer daño.

 

En relación al caso, aclaró que el Hospital ya no tiene injerencia sobre la evaluación de la situación actual de esta mujer, ya que el caso fue judicializado y correspondería al Cuerpo Médico Forense.

 

Perspectiva social de la etapa del puerperio y deseo de maternar

psicosis postparto

 

Por su parte el defensor de los derechos de los Niños, niñas y Adolescentes, Miguel Molina sostuvo que es importante en estos casos conocer la realidad que atraviesa la familia y coincidió con Britez es la necesidad de información sobre el puerperio de una mujer.

 

 

Desde un enfoque más social, señaló que “hay una construcción social imaginaria sobre la mujer madre que no es real y le cuesta entender a la sociedad que el periodo de gestación catalogado como una etapa feliz dista de la realidad”.

 

A lo expresado por el psicólogo en relación de la depresión postparto, Molina agregó que en su opinión aunque se estiman que las causas son hormonales, no se deben olvidar de las causas sicosociales.

 

“Las causas psicosociales son la falta de apoyo emocional, la ausencia de pareja o dificultades y el maltrato físico emocional, violencia y el abuso sexual de niños, porque esta violencia y abuso tiene consecuencias a corto, mediano y largo plazo, es bastante probable que estas situaciones extremas que estamos mencionando tengan sus raíces en la violencia que se ejerce hacia los niños y en el abuso sexual”.

 

Según Molina, «(los infanticidios) son un fenómeno grave para ambos, el niño por la muerte y la madre por las acciones jurídicas».

 

En ese sentido, señaló la importancia de establecer políticas de acompañamiento de los niños, niñas y adolescentes y sostuvo que aunque no es una obligación de la familia, sí lo es del Estado.

 

«El Estado debe garantizar en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño».

 


Artículo 6
Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida. 2. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el desarrollo del niño.


 

Precisó que la Ley Provincial N° 216 , la Convención de los Derechos de los Niños y la Ley 26061 Ley Nacional de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes sostienen una responsabilidad conjunta de la familia, sociedad y el Estado en velar por el cumplimiento de los derechos.

 

«Desde el punto de vista conceptual y normativo hay una obligación en conjunto de garantizar al niño el ejercicio de sus derechos por encima de los derechos de los adultos».

 

No obstante, afirmó que cuando una mujer manifiesta su deseo de no maternar se debe resguardar a la mujer y al niño. «Este es un fenómeno muy complejo porque la sociedad no acepta que una mujer no quiera maternar».

 

«Si la madre manifiesta el deseo de no maternar puede obedecer a una depresión, a las circunstancias que le afectan, pero cualquiera sea el motivo se debe tener en cuenta su deseo y esto te va a permitir acompañar a ambos».

 

Recordó que en algunos casos cuando está el deseo de no maternar, ellos como institución acompañaron a la madre.  De ese acompañamiento resulta en que esta termina revinculándose con el niño, en otros casos el niño o niña termina revinculándose con la familia ampliada o es dado en adopción.

 

Medidas de protección para los niños, niñas y adolescentes

Así como se facilitan los mecanismos de adopción, también deberían facilitarse los mecanismos para la madre o el padre que no quiere maternar o paternar, explicó el Defensor de los Derechos del Niño, Niña y Adolescentes.

 

«Mucho se hace por la adopción, pero poco se hace cuando un adolescente, un joven y un adulto no quiere paternar o maternar».

 

Molina señaló que otra política es habilitar espacios de abandono seguro. «Son espacios específicos donde el niño pueda ser contenido de manera segura. En el estado de Lousiana en Estados Unidos, a partir de estos espacios, desaparecieron los infanticidios. Si hay algún lugar en donde dejar a los niños, resolvés el problema del infanticidio en parte».

 

Precisó que estos son lugares resguardados donde se garantiza el derecho a la identidad del niño y a su protección. «Desde este momento se puede buscar a la familia ampliada o iniciar el proceso de adopción».

 

Destacó la importancia de las Familias Solidarias es un programa de acogimiento familiar destinado a niños, niñas y adolescentes que de forma transitoria no pueden vivir con sus familias de origen. El objetivo del programa es proporcionarles alojamiento temporal en un medio familiar alternativo, garantizando un cuidado afectivo y personalizado, mientras se trabaja por revertir los motivos que dieron lugar a la medida de separación de su familia de origen.

 

El acogimiento familiar que brindan las familias solidarias es un recurso temporal, que se brinda por un tiempo acotado, mientras se trabaja por resolver la situación familiar definitiva de ese niño o niña, sea esta el regreso a su entorno de origen o bien la adopción por parte de una nueva familia.

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