Advierten que el coronavirus podría causar disfunción eréctil

Lo sugiere un estudio científico elaborado por la Universidad de Miami. El coronavirus podría causar disfunción eréctil al daña el tejido del miembro.

 

Un estudio científico elaborado por la Universidad de Miami alertó que el coronavirus Covid-19 podría generar disfunción eréctil. Además, afirman que el problema podría agravarse si no se trata con un experto.

 

 

“En nuestro estudio piloto, encontramos que los hombres que anteriormente no se quejaban de disfunción eréctil desarrollaron una disfunción eréctil bastante grave después de la aparición de la infección por Covid-19”, aseguró Ranjith Ramasamy, director del Programa de Urología Reproductiva de la Escuela Miller.

 

 

 

El documento manifiesta que la enfermedad daña el tejido del pene. Esto genera problemas en personas que nunca antes habían tenido inconvenientes de erección.

 

 

 

“Los hombres que desarrollan la infección por Covid-19 deben ser conscientes de que la disfunción eréctil podría ser un efecto adverso del virus”, agregó Ramasamy.

 

Todos los hombres que se sometieron al estudio habían transitado el Covid-19 entre 6 y 8 meses antes del mismo.

 

7 síntomas que podrían alertar a una persona de haber tenido coronavirus sin saberlo

Según estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), hasta el 40% de las personas no presentan ningún síntoma de la enfermedad. De todas formas, los expertos coinciden en que una serie de síntomas manifestados como secuelas pueden indicar exposición pasada al virus:

 

Cuadro de resfrío

Puede ser difícil distinguir entre una gripe convencional y una forma leve de COVID-19 sin un test diagnóstico específico de laboratorio. Pero dependiendo de los síntomas que se experimentan, se puede determinar que generalmente los resfriados no causan dificultad para respirar, dolores de cabeza severos o síntomas gastrointestinales, como sí lo hace el nuevo coronavirus.

Fatiga

Es uno de los mayores efectos persistentes, según varios estudios. De acuerdo a una investigación de JAMA, un 53% de pacientes manifestaron tener una intensa fatiga unos 60 días después de mostrar los primeros síntomas por COVID-19.

Los científicos aún no están seguros de por qué este cansancio permanece por tanto tiempo y creen que podría ser la forma en la que el sistema inmunológico de una persona reacciona frente al virus o la forma en la que el virus afecta al cuerpo.

Sin embargo, mostrar signos de cansancio extremo también puede deberse a otros factores como no dormir bien, por lo cual el síntoma por sí solo no es indicador suficiente para pensar en que la persona tuvo coronavirus.

Daños al corazón

Existen varios registros de pacientes que experimentaron problemas cardíacos después de contraer el virus. Un estudio de 100 personas que se recuperaron de COVID-19 publicado en Jama Cardiology realizó resonancias magnéticas en ellos y halló que el 78% tenía algún tipo de anomalía cardíaca independiente de cualquier condición preexistente.

 

Tos persistente

Es uno de los indicadores informado por muchos de los participantes del estudio de JAMA. La tos a menudo es seca, sin presencia de flema. Según datos de los CDC, el 43% de las personas que tenían COVID-19 todavía tenían tos de 14 a 21 días después de salir positivos en un test PCR.

Pérdida de gusto y olfato

Esta falta repentina de percibir lo que se huele y el sabor de lo que se come es el gran sello destintino del nuevo coronavirus. Si bien no sucede en todos los casos, está demostrado fuertemente su incidencia ante el SARS-CoV-2. Datos preliminares de la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello (AAO-HNS) encontraron que en los pacientes con COVID-19 que perdieron el sentido del olfato, el 27% tuvo alguna mejoría en aproximadamente siete días, mientras que la mayoría mejoró en 10 días.

Aunque también es posible perder estos sentidos temporalmente con otras enfermedades respiratorias, como un resfriado o alergias estacionales, la gran diferencia con el coronavirus es que este síntoma puede permanecer por mucho tiempo, incluso tras meses de recuperarse de la enfermedad.

 

Pérdida de cabello

Muchos pacientes que se recuperaron del virus informan problemas de pérdida de cabello.

En este sentido, el doctor Jorge Larrondo, dermatólogo de Clínica Alemana, advirtió: “Hemos visto que desde la aparición del COVID-19 han aumentado progresivamente las causas por caída de cabello, lo que se debe a múltiples factores, como la presencia de estrés fuera de lo habitual”.

Es poco probable perder más cabello de lo habitual sin tener otros síntomas, como tos o fiebre, por lo que ese puede ser un muy buen indicador de que alguna vez tuvo la enfermedad.

 

Conjuntivitis

De acuerdo a lo explicado a Infobae por Pablo Wainberg, jefe médico de Oftalmología del Centro Médico Ambulatorio de Swiss Medial Gorup, (MN 77968), “existen pacientes que, durante el proceso del coronavirus, tienen conjuntivitis. Suele presentarse en la fase media de la enfermedad. Es más frecuente en esa etapa que en la fase inicial. Pero aún, en esa fase de la enfermedad, la frecuencia es baja. Es una minoría”.

“Incluso, en las personas que ya fueron diagnosticadas con coronavirus -que estaban internadas hace varios días- la probabilidad de encontrar el virus es baja. Esas personas pueden tener conjuntivitis o pueden tener congestión ocular, por ejemplo, con otros signos que afectan a la conjuntiva y que se pueden dar en algunos pacientes, cuando están internados y con respirador. Es decir, el paciente que está internado y tiene un respirador, recibe algunas medicaciones para poder soportar a éste último, que provocan sequedad en el ojo y hacen que ese órgano no se cierre completamente. Eso provoca que el ojo se ponga rojo y que sea, también, una conjuntivitis pero no infecciosa”, precisó.

 

 

Fuente: Ámbito

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