Estados Unidos dio inicio a la última fase de su retirada de Afganistán que concluirá el 11 de septiembre

Luego de una guerra que duró 20 años, Estados Unidos inició oficialmente la retirada de sus últimos soldados de Afganistán. Esto es así ya que según Joe Biden, se cumplió el objetivo de la intervención de impedir a Afganistán servir de nuevo de base a ataques contra su país.

“Llegó la hora de poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos”, declaró el presidente Biden.

El 1º de mayo era el plazo fijado en el acuerdo firmado en febrero del 2020 en Doha (Qatar) con los talibanes por la administración de Donald Trump, por lo que –según indicaron responsables estadounidenses- la fecha del sábado pasado fue simbólica por lo tanto el proceso de retirada ya está curso.

Al respecto, desde el jueves pasado los aliados de la OTAN comenzaron a retirar de Afganistán los contingentes de la misión “Apoyo Decidido” (Resolute Support), de manera coordinada con Washington. En cuanto a los talibanes, aún consideran que la retirada debió terminar el último sábado, por lo que mantener tropas después de esta fecha es una “clara violación” del acuerdo con Washington.

En ese sentido, desde el cielo de Kabul y la base aérea que se encuentra cerca de Bagram registraron un trasiego inusual de helicópteros estadounidenses, encargados de preparar esta retirada, que concluirá el once de septiembre, fecha en que se cumplirá el aniversario nº 20 de los atentados que comenzaron en el 2001 en Estados Unidos.

Teniendo en cuenta esto, el último sábado, las fuerzas de seguridad de Afganistán se encontraban en alerta por miedo a ataques contra las fuerzas estadounidenses durante su retirada. Además, el ejército estadounidense indicó que llevó a cabo un “bombardeo de precisión” el mismo día, luego de que un terreno de aviación de la provincia de Kandahar, donde se encuentra una de sus bases, fue atacado con “tiros ineficaces indirectos”.

En cuanto al bombardeo, “destruyó otros misiles que apuntaban contra el terreno de aviación”, indicó un portavoz del ejército estadounidense. Mientras que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó a mediados de abril la retirada de los 2.500 soldados todavía presentes en Afganistán.

La intervención de Estados Unidos en Afganistán, fue en represalia de los atentados de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono, y expulsó del poder a los talibanes, acusados de haber dado cobijo a la organización “yihadista Al Qaeda”, responsable de los atentados.

El momento más duro del conflicto fue en entre el 2010 y el 2011, cuando unos 100.000 militares estadounidenses estaban desplegados en territorio afgano, donde decenas de miles de afganos y unos 2.000 estadounidenses perdieron la vida en el conflicto.

Desde la firma del acuerdo en Doha, los talibanes se abstuvieron de atacar directamente a las fuerzas extranjeras, pero no tuvieron piedad con las tropas gubernamentales, a las que acosaron en las zonas rurales mientras realizaban asesinatos selectivos.

Por su parte, el presidente afgano, Ashraf Ghani, aseguró que las tropas gubernamentales son “totalmente capaces” de resistir a los insurgentes. Es así que para Ghani, la retirada estadounidense significa que los talibanes se quedarán sin excusa para seguir luchando.

«¿A quién matan? ¿Qué destruyen? Ahora se ha acabado el pretexto de matar a los extranjeros», señaló Ghani esta semana en un discurso.

 

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Fuente: Télam

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