La comunidad judía comienza a celebrar, este sábado al atardecer, la festividad de Pésaj, que rememora la salida de Egipto del pueblo israelita y el fin de la esclavitud tras más de doscientos años de sumisión y sometimiento. “En Pésaj, debemos sentirnos libres, sin estar bajo la opresión y el yugo de otras personas”, reflexiona el Gran Rabino Gabriel Davidovich. “Sin embargo, el concepto de libertad, implica también ser responsables de nuestras acciones y reflexionar sobre nuestro accionar”, advierte en el mensaje que dirigió a toda la comunidad.
Con la salida de la primera estrella, este sábado la comunidad judía celebra Pésaj, la Fiesta de la Libertad, en la que durante 8 días se recuerda la salida del pueblo judío de Egipto tras 210 años de esclavitud.
Pésaj se festeja cada año el 15 de Nisan de acuerdo al calendario hebreo, y coincide con la llegada de la primavera en el hemisferio norte.
Es una de las festividades más importantes en los hogares judíos y la cena familiar es la protagonista central. Se llama Séder (significa «orden», porque sigue un orden ritual) y está llena de simbolismos.
Durante la cena se recuerda el éxodo y la liberación de Egipto hace unos 3.200 años, y se lee la historia de Moisés y el Faraón en la Hagadá, para transmitir de generación en generación la lucha del pueblo judío por la libertad. En ese sentido, los niños tienen un lugar destacado.
“Ser libres”
Mensaje del Gran Rabino Davidovich
“La festividad de Pésaj, que este año comienza el sábado 27 de marzo al atardecer, rememora primordialmente la milagrosa salida de nuestro pueblo de Egipto, mediante las terribles plagas con las cuales azotó el Todopoderoso a nuestros opresores, rompiendo así las cadenas de la esclavitud, a la que nos sometieron por más de doscientos años.
Fue allí donde se inició nuestro camino como pueblo hacia nuestra tierra prometida, la tierra de Israel, luego de traspasar asombrosamente el Mar Rojo y de recibir la sagrada Torá en el Monte de Sinaí.
En Pésaj, debemos sentirnos libres, sin estar bajo la opresión y el yugo de otras personas. Es muy importante, que aquellos que detentan el poder, puedan respetar a cada uno de igual manera, sin llegar a abusar de sus prerrogativas.
Sin embargo, el concepto de libertad, implica también ser responsables de nuestras acciones y reflexionar sobre nuestro accionar, para ponderar las consecuencias que podamos generar en nuestros semejantes y en nuestro entorno, sin dejarnos llevar por los intereses que impiden que actuemos con raciocinio.
Como todos los años, relatemos a nuestros hijos la Hagadá, cantemos con alegría, festejemos esta vez de forma cuidadosa y en familia, y embebamos nuestro espíritu de regocijo, para que podamos transmitir este mensaje, según las características propias de cada hijo, con el objetivo de que puedan comprender a su forma, y fortalecer así su fe en Di-s y en nuestra sagrada Torá.
¡Pésaj Casher Vesameaj!”
Fuente: Clarín/AMIA ORG
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