La Dirección Nacional de Migraciones denunció que algunos turistas argentinos que volvieron al país luego de viajar al exterior presentaron certificados falsos de PCR. Entre los papeles entregados en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza se encontraron desde facturas de teléfonos celulares hasta guías de espacio público del gobierno porteño y menús de bebidas.
La apoderada de Migraciones presentó la denuncia ante el juez federal Sebastián Casanello y la fiscalía federal 1 que subroga Ramiro González y la ratificó con al menos una decena de estos casos llamativos, según consigna la agencia NA.
La denuncia de Migraciones dice que también hay personas que presentaron estudios de PCR con otras identidades y las que presentaron certificados de otro tipo de testeos.
Entre los delitos denunciados, figura la infracción del artículo 205 del Código Penal que prevé “prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
En los próximos días, la fiscalía federal 1 deberá determinar si impulsa la investigación.
Otra denuncia
El juzgado de Casanello también investiga la posible comisión de un delito a partir de la certificación de PCR falsos en México. Un informe de TN reveló que una auditoría realizada por Migraciones y el Ministerio de Salud detectó PCR truchos con “papeles inventados” entregados a través de una red establecida en México mientras que una organización similar fue desbaratada en las últimas semanas en Miami.
La denuncia dice que estos PCR falsos, que les permiten a los pasajeros subirse al avión y volver a Argentina, se venden a cuarenta dólares. Al llegar a Ezeiza deben hacerse otro test y así es como se descubrió por ejemplo el caso de los adolescentes que volvieron de un viaje de egresados a Cancún con coronavirus.
Una situación similar se vivió la semana pasada en Paraguay, cuando tres ciudadanos argentinos fueron detenidos al presentar certificados adulterados. Las autoridades paraguayas descubrieron, mediante el escaneo del código QR, que las pruebas presentadas correspondían a una misma persona que se realizó el hisopado entre julio y noviembre de 2020. Los acusados confesaron que habían comprado el certificado trucho a través de Facebook por 2800 pesos argentinos.
Fuente TN
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