Asaltaron a una mujer de 92 años en Buenos Aires: “Callate porque tuve coronavirus y te puedo contagiar”

Ocurrió en Ramos Mejía. Los delincuentes se hicieron pasar por trabajadores de Edenor. Se llevaron 17.000 pesos de la jubilación.

 

Una mujer de 92 años fue asaltada el viernes pasado en su casa ubicada en la calle Berón de Astrada al 300, en Ramos Mejía. Dos delincuentes le tocaron el timbre, haciéndose pasar por trabajadores de Edenor, ingresaron a su domicilio, la maniataron y se llevaron toda la plata que tenía.

 

“Estaba tomando mate sola, me doy vuelta y veo a un hombre. Le pregunto qué pasa, quién sos vos, me responde: ‘Yo soy un chorro’ y me dijo que me quede quieta”, recordó Elena.

 

La mujer contó que el martes pasado le habían tocado timbre las mismas personas, alrededor de las 20, ella se asomó por la ventana y se presentaron como trabajadores de la empresa prestadora del servicio eléctrico. En ese momento, alegaron que había un “exceso de tensión”.

 

“Le dije que no los dejaba pasar y me pidieron que le bajara la térmica. Ese día se fueron, y volvieron el viernes a la mañana”, detalló la jubilada, víctima del robo.

 

El día del robo, Elena estaba tomando mate con la persiana de su living abierta, por lo que podía mirar hacia la calle. Le tocaron el timbre y reconoció a uno de los dos delincuentes, aunque ella pensaba que era un operario de Edenor.

 

La mujer se asomó a la ventana y el ladrón le dijo que “había mucho exceso de corriente” y le volvió a pedir que bajara la térmica. “Salí a bajarla y la puerta quedó abierta, se ve que él subió por el techo y bajó por la escalera”, amplió la mujer.

 

Fue así que uno de los ladrones se le apareció por detrás. “Me dijo ‘dame toda la plata que tenés’, y se la tuve que dar”, admitió la jubilada.

 

Además, contó que la amenazó de muerte y le avisó que la iba a encerrar en el baño. Antes, le pidió la llave de la puerta de calle para abrirle a su cómplice.

 

La víctima del robo le imploró que no la encerrara, porque esto le genera “una sensación de ahogo”, y el delincuente le dijo que le iba a dejar la puerta entreabierta. Le ató las manos e intentó amordazarla, pero ante un nuevo ruego decidió dejar la boca de la víctima libre de ataduras.

 

Para evitar que grite, la amenazó: “Callate la boca, no hables, porque tuve coronavirus y te puedo contagiar”. La mujer se quedó callada, con miedo, hasta que dejó de escuchar ruidos y se animó a salir del baño.

 

Los delincuentes se llevaron 17.000 pesos que Elena había cobrado a principio de mes de la jubilación y todo lo que llevaba en la billetera. “Me quedé sin un peso, hasta tenía 100 pesos en el monedero y se lo llevó también”, señaló.

 

La mujer llamó al 911 y se acercó a su domicilio personal de la Policía de Ramos Mejía, pero ya la habían robado. Ahora, la investigación se centra en las cámaras de seguridad de la zona, para identificar a los delincuentes.

 

“Antes pasaba la policía por la zona a cada rato, pero ahora no pasa ningún coche”, reclamó la mujer.

 

Desde el robo, Elena contó que quedó con mucho miedo. “Tengo pánico. La verdad que no me puedo olvidar”, admitió.

 

Fuente: TN

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas