Sale a la luz, después de 47 años, la increíble historia de un show de Luis Alberto Spinetta

Fue la presentación del disco Artaud, en octubre de 1973, en el Teatro Astral. La familia del artista recuperó la grabación que un fan atesoró a lo largo del tiempo.

 

Hace unos días, la familia de Luis Alberto Spinetta publicó un recital del artista grabado el 28 de octubre de 1973, un domingo a la mañana, en el Teatro Astral. Un show en donde el músico adelantó algunas de las canciones que formarían parte del disco Artaud, -«Bajan» y «Cantata de puentes amarillos», entre otras- que se editó a los pocos días.

 

Acompañado por su guitarra acústica, en el centro del escenario, Luis Alberto Spinetta repasó también algunos temas de Pescado Rabioso y algunos temas inéditos como «Barro tal vez», publicado muchos años después en Kamikaze(1982)

 

Este material, disponible en las plataformas de streaming, que vio la luz de forma mágica, tiene como protagonista a Eduardo Avelleira, un fan que grabó ese primer show en el Astral (fueron dos) que se transformó en un documento único para el rock nacional.

 

«Fui con un grabador Phillips monoaureal a cassette que me habían prestado. Era muy modesto, pero representaba la tecnología de la época. Me senté en la fila 10. Lo puse sobre mis piernas y mantuve el microfonito levantado todo el recital. No tenía conciencia de lo que había grabado. Lo escuché varios días y después lo dejé ya que me compré el disco Artaud», recordó Avelleira, hoy economista y docente universitario. «Me interesaba lo que Spinetta decía entre tema y tema», agregó.

 

 

Eduardo continuó con su formación académica y dejó de frecuentar los shows de Spinetta. «Lo seguí poco con su etapa en Invisible y Jade. Lo recuperé con Los Socios del Desierto y estuve en el recital de Las Bandas Eternas. Tengo una admiración por su música y una parte muy importante de mi vida», dijo.

 

Con los años, perdió de vista al cassette. «Hace cinco años, después de una mudanza, apareció. Quería saber si funcionaba bien. Estaba dando un curso en la Universidad de Lanús y le pedí a un alumno que me lo pasara a CD. Lo limpió un poco, le sacó algunos ruidos, y lo dejó en condiciones. Un amigo subió una parte a YouTube y puso mi nombre. La familia de Spinetta se contactó para saber si yo realmente lo había grabado», describió.

 

«Lo que sentí fue emoción. Pude entender cómo este gran artista, de tan solo 23 años, se presentó solo con su guitarra a tirar magia sin parar, a tocar músicas nuevas que luego fueron clásicos. Me impactó la madurez creativa, cómo se comunicó y defendió su punto con el público», contó Catarina Spinetta sobre este hallazgo. «El técnico de confianza de papá, Mariano López, le hizo un mastering y mejoró la grabación hasta donde pudo. Es más importante el hecho documental de este material que el sonido del audio en sí», agregó.

 

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Sobre el arte del material, la hija de Spinetta contó que eligió el dibujo de uno de los flyers originales de esos shows en el Teatro Astral que hizo su padre. «Lo adaptamos al tamaño que debía ser (cuadrado) y lo teñimos con el verde de Artaud», resaltó.

 

Después de la separación de Almendra en 1970, Luis Alberto Spinetta formó Pescado Rabioso. Primero, fue un trío junto a Black Amaya, en batería, y Osvaldo «Bocón»Frascino, en bajo. En 1972, se sumó Carlos Cutaia en teclados. Al poco tiempo, Frascino dejó la banda y fue reemplazado por David Lebón.

 

El primer disco fue Desatormentándonos, una buena dosis de blues, psicodelia y rock pesado. «Blues de Cris», «El jardinero (temprano amaneció)», «Dulce 3 nocturno» y «Algo flota en la laguna», fueron algunos de los temas. A comienzos de 1973, Pescado Rabioso publicó tres simples: «Post-crucifixión», «Despiértate nena» y «Me gusta ese tajo»Pescado 2 fue el segundo disco con canciones como»Peteribí», «Iniciado del alba», «Viajero naciendo», «Nena boba», «Cristálida», «Credulidad», entre otras. Artaud, por un tema contractual, salió bajo el nombre de la banda aunque ya estaba disuelta. Spinetta contó con invitados como sus excompañeros de Almendra, Emilio del Guercio y Rodolfo García.

 

 

Eduardo Avelleira era fanático de Luis Alberto desde el comienzo de su carrera gracias a unos amigos que iban al mismo colegio que el artista. «Escuchaba a Miguel Grinberg (periodista y productor de esos shows en el Teatro Astral) en radio Municipal, hoy Ciudad, donde tenía dos programas. Un sábado a la tarde juntó a sus oyentes en el Parque Centenario. Recuerdo que estaban Spinetta, Emilio del Guercio, Jorge Pinchevsky y Raúl Porchetto, entre otros. Se formaron talleres de escritura, pintura, música y cine. Este último me interesó. Estaba Hidalgo Boragno, autor de varias tapas de sus discos».

 

Y agregó: «Un día nos dijo que el músico iba a presentar su nuevo disco en el Astral y que necesitaban unas imágenes. No me lo quise perder. Tenía un amigo que el padre tenía una cámara. Y fuimos como parte del equipo de filmación. Recuerdo que lo pasamos a buscar a Spinetta por su casa de la calle Arribeños, con un jeep, y que vino junto a su novia, que luego sería la madre de sus hijos. Fuimos a una estancia en General Rodríguez, que tenía una mansión y una capilla abandonada. Quisimos hacer algo psicodélico. Recuerdo que pasarmos un rato charlando, sentados en el pasto, y comiendo unos sándiwiches que me había preparado mi mamá».

Ese videoclip se proyectó antes del show. Se musicalizó con temas de The Dark Side Of The Moon de Pink Floyd. También sonaron en la previa temas de Jimi Hendrix y «Pompa y circunstancia» de Edward Elgar. Hubo lugar para fragmentos de películas como El gabinete del doctor Caligari y Un perro andaluz. El músico entregó un manifiesto a cada uno de los presentes bajo el título «Rock: Música dura, la suicidad por la sociedad». «El rock no ha muerto. En todo caso, cierta estereotipación en los gustos de los músicos debería liberarse y alcanzar otra luz. El instinto muere en la muerte, repito. El rock es el instinto de vivir en ese descaro y en ese compromiso», concluyó el escrito.

 

Por último, Eduardo sintetizó sobre este gran hallazgo: «Estoy contento que el legado de Spinetta se siga ampliando. Estoy contento por la familia que es la verdadera dueña y yo tengo algo que contarle a mi nieta».

 

 

 

Fuente: tn.com.ar

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