Coronavirus: entregas a domicilio en barrios alejados, una oportunidad laboral en tiempos de pandemia

La actualidad con sus transformaciones abruptas impuestas por las restricciones obligadas debido a la pandemia de coronavirus afecta de manera directa la economía en general; pero surge como generosa alternativa para quienes pensaron y llevaron adelante un servicio esencial: llevar a domicilio sin cargo, frutas, verduras y otros comestibles.

 

Un servicio que en el centro de Posadas puede ser una rutina habitual, donde los “motomandanos” y los colores de los más nuevos servicios de envíos a domicilio compiten en rapidez y estrategias de markenting estandarizadas, para los barrios ubicados a algunas cuadras más allá son opciones vedadas. Ni hablar si de frutas, verduras se trata.

 

                     

Con esa constatación, Claudia y Víctor decidieron incorporar a una librería que tienen en Itaembé Miní, el servicio de delivery, de manera gratuita desde esa miniciudad en la que se transformó el barrio localizado en cercanías del aeropuerto local.

 

Idéntico servicio llevan adelante Matías y Fidel en Itaembé Guazú. Con modalidades diferentes, el nexo en común fue “ayudar a la gente que no puede salir de sus casas, sin abusar de los precios y llevándoles productos de primera”. Desde las cuadras vecinas, extienden sus servicios hasta donde el cliente lo solicite. Llegan con una sonrisa, depositan los productos en la puerta, ataviados con las protecciones exigidas, aún antes de que sean medidas obligatorias: barbijos, guantes, delantales.

 

Claudia y Víctor: del teléfono a la puerta

“Estamos en Calle 151 entre calle 150 y 152, en Itaembé Miní, donde hace 10 años empezamos con el kiosco y hace cuatro con verdulería. Lo de los envíos implementamos cuando comenzó la cuarentena; antes nos pedían cosas por teléfono y pasaban a retirar; pero después comenzaron a preguntar si podíamos acercarles. A pesar de que nos cuesta, porque somos tres personas para atender; pero nos amañamos”, explica Claudia, madre de tres hijos y eximia jugadora de hockey en tiempos “normales”.

 

                                       

Su esposo Víctor es quien se encarga de subir, bajar, acarrear y explicar a los clientes “no conseguimos naranja, porque están cobrando muy caro”, por ejemplo. La frase refleja la actitud que tienen con la clientela que se incrementó de repente: rapidez, calidez y generosidad en cobrar a quienes solicitan envío, el mismo precio que a quienes van al local.

 

La entrega a domicilio también incluye en estos días, impresiones de apuntes y tareas de alumnos que necesitan ese servicio para cumplir con lo solicitado por escuelas, colegios y universidades.

 

Entre 20 y 30 pedidos diarios requirió de nuevas rutinas en la familia: el día comienza antes de las 6 de la mañana, se almuerza “un picadito nomás, rápido”, se olvidaron de la siesta y la “publicidad es el boca a boca y un poco en las redes sociales”.

 

Para los repartos, Víctor “se pone guantes y barbijos como debe ser y tiene siempre con él alcohol en gel y un rociador con alcohol a 70 % como le recomendó un cliente que es doctor”, aclara sin necesidad de una pregunta.

 

En Itaembé Guazú, ofertas a domicilio

Matías y Fidel realizan idéntica tarea en el barrio más alejado al centro de Posadas. Utilizan como estrategia acercar a las casas del extenso complejo volantes con las ofertas del día, los precios y el número telefónico para pedidos.

 

Matías no esconde su amplia sonrisa, feliz por las posibilidades económicas que se vieron beneficiadas con el aislamiento. Atiende diariamente entre 15 y 30 pedidos de envíos a domicilio. Su zona de atención incluye además de Itaembí Guazú, Itaembé Miní, zona del Aeroclub, zona del Parque Industrial (Nemesio Parma), hasta el destacamento del arco (en el límite entre Misiones y Corrientes).

 

“En estos tiempos de extremos cuidados es sacrificado, pero también somos conscientes de que es cuando más debemos acompañar a los que nos necesiten”, dice Matías, quien asegura que toma “todas las medidas de prevención exigidas por la Provincia o Nación (indumentaria, lavado de manos, alcohol al 70%, cantidad de personas, horarios, etc.) Y hacemos uso de nuestras redes para impulsar aún más esas normativas, porque después hay que volver a casa y entrar en contacto con la familia, que son los que uno más intenta cuidar y disfrutar”.

 

Pide que se aclare que trabajan “con el envío sin costo, sin mínimos de compra y distintas formas de pago sin recargos (efectivo, débito y crédito)”.

 

“El delivery se realiza con las medidas de prevención, barbijo, guantes. Llevamos en canastos plásticos que quedan para el cliente y en una próxima compra se hace el trueque con el canasto del siguiente pedido que realizó. Somos un Almacén Ecofriendly y enfatizamos mucho en eso”, afirma.

 

 

“Vamos hasta donde la gente necesita” (Fidel)

En el mismo barrio que extiende sus límites hasta las cercanías del hipódromo por un lado y de Nemesio Parma por otro, Fidel se preocupa por acercar frutas, verduras y “lo que necesitan” vecinos de la cercanía o “hasta donde están las casitas de madera del barrio Cruz del Sur”.

 

Atiende junto a su esposa una demanda que desborda su capacidad de atención, desde hace un par de semanas. “Por ahora estamos con mi señora atendiendo los pedidos; entregamos lo que podemos antes de las 9:30 y los demás a partir de las 14”, explica.

 

Con igual nivel de satisfacción, los responsables de este servicio esencial coinciden en la necesidad de continuar ofreciendo la posibilidad de envíos a domicilio, más allá de los tiempos de aislamiento.

 

El vaso medio lleno…en medio de tanta incertidumbre.

 

ZF

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