Hoy en el Día Internacional del Trasplante recordamos a una luchadora: Stefanía Vier

Claudia Acosta mamá de la joven misionera que recibió un transplante de corazón dio un mensaje a las personas e invitó a “donar de corazón y no por obligación”. En diálogo con Misiones Online recordó algunas anécdotas que hoy impulsan a continuar con el legado que dejó Stefy.

Claudia Acosta. Radio Libertad

 

Cada 27 de febrero, se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Trasplante; una fecha que busca rendir homenaje tanto al gremio de la salud, a los millones de personas que cada año deciden donar una parte de sí mismas para ayudar a otros a tener una mejor calidad de vida y a las familias de estos donantes.

 

En ese sentido, una referente en este tema, que dejó un legado entre los argentinos fue Stefanía Vier o Stefy como la llamaban cariñosamente sus amigos y todo aquel que fue cautivado con su historia de vida.

 

El sábado 6 de mayo del 2017 se cumplían dos años de que, en palabras de la misma Stefi, volvía a nacer. Tras pasar por muchos inconvenientes: la espera de un nuevo corazón, el rechazo del órgano después, meses de internación. En esa oportunidad la joven oriunda de Montecarlo visitaba los estudios de Misiones Online TV para hablar sobre «valorar la vida, dar y recibir amor».

 

Hoy, ya han pasado cuatro años de su fallecimiento, pero su enseñanza sigue perenne, en todos aquellos que decidieron donar sus órganos, las familias dispuestas a abrazar este acto y en aquellos que “pudieron vivir gracias al amor”.

 

Quien mejor que Claudia Acosta para recordar a su hija. “Si yo puedo seguir dando vida a alguien más, no sé si prolongaré la vida, pero sí puedo lograrlo con el receptor y dar amor alrededor. Y para las personas que están esperando un órgano, les digo vístanse de esperanza y fe que les llegará el mejor órgano, como decía Stefy”.

 

 

Recordó que hay más donantes a raíz de la Ley Justina y aunque es positivo, animó a más de uno a que done por decisión propia. «Que pena que tengamos donantes por una imposición y no hacerlo que era lo que Stefy hacía, hablaba y te inspiraba y las personas se hacían donantes por convicción».

 

Dio como ejemplo el caso de los donantes pediátricos, en la que no hay índices tan altos debido a que se necesita de la aprobación de los padres.

 

«Sigamos contando la importancia de donar, aún con el final que tuvo Stefy y yo como su mamá (…) 28 meses después que Stefy se fue puedo entender que su misión aquí terminó».

 

Un corazón para Stefy

 

Recordó que la familia del donante de Stefy tomó contacto con ellos y compartieron vía telefónica algunas experiencia. «Nos enteramos que el donante de mi hija había ido y se había inscrito él mismo como donante y eso nos dmeostró que el fue un donante por convicción».

 

Acosta narró que luego del trasplante de Stefy notaron que ella había adquirido ciertas costumbres como cantar bajo la ducha y “nos enteramos que el donante tenía un banda de música y entendimos en cierto porque ella cantaba bajo la ducha”, dijo.

 

Algunas cifras

 

En Argentina, es el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) quien impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza las actividades de donación y trasplante de órganos, tejidos y células. Según los índices estadísticos detallados en su página web, a tiempo real, en lo que va del año 2020, 128 personas donaron sus órganos; 287 es la cantidad de trasplantes realizados; 2.82 es la tasa de donantes por cada millón de habitantes; y son 7029 las personas que necesitan un trasplante para salvar su vida en este momento.

 

Acosta recordó esta fecha y dio homenaje a los médicos encargados, a los que reciben y aquellos cuyo familiar salvó una vida.

 

 


 

La carta de Stefy:

 

Soy consciente que desde pequeña me sacudieron situaciones que le dieron un vuelco a mi vida y que me hicieron ver el mundo desde otra perspectiva. Es extraño vivir en este mundo, en estos tiempos. Extraño un mundo lleno de risas, alegrías y amor por cada rincón; ahora vivo en un mundo donde el permiso, las gracias y el por favor quedaron de lado.

 

Hoy, en mis tiempos, se me desangra el alma al ver a tantos inhumanos dando vueltas, al ver tanta maldad y tanto odio. Están quienes se suicidan o quienes matan solo por matar. El VALOR por la vida se ha perdido. Se me desangra el alma al ver, día a día, a miles de personas que luchan por su vida, o al conocer las estadísticas de una lista de espera para un órgano o tejido. Existen personas que cuentan las horas para salir de un hospital. Entonces pregunto: ¿qué es realmente la vida?, ¿quiénes somos? Quitar la vida y mentir ya se hizo una costumbre.

 

La vida no vale dolor, sufrimiento y egoísmo. La vida no espera ni se detiene. Por eso te invito a tomar un mate y reflexionar sobre tus días, ¡tu vida!

 

Como sociedad tenemos que aprender a dejar de lado el egoísmo y la ira para poder volver a rescatar el perdón, la risa y la vida misma. Que nada te detenga, que nada te haga pensar ni actuar mal porque el propósito está en vivir, disfrutar y gozar cada instante. Amémonos para que entre todos volvamos a reconstruir una sociedad llena de AMOR.

 

Stefanìa Vier

 

 

 

Cuando mi vida haya terminado, tomen de mi cuerpo todo lo que sirva a otros, para continuar viviendo y asi tener una vida mas plena.

Dos almas no se cruzan por casualidad.

Al partir fisicamente podemos dejar huellas de luz y amor en quienes aún se quedan acá, una persona puede salvar vidas

Disfrutemos de la vida y cuando llegue el momento de partir, seamos solidarios manifestando un SI»

 

 

 

 

 

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