Reflexión del Centro Familiar Cristiano: «Tiempo de la restauración»

En la historia de Nehemías vemos que había un pueblo que estaba destruido y sus muros derribados, pero fue restaurado y los muros fueron levantados. Y es que Dios restaura lo que pasó, no hay que mirar el pasado, hay que creer que Dios hará el milagro y determinarse a alcanzarlo. Veamos lo que nos dice la Palabra de Dios.

La palabra restauración significa: devolver, volver las cosas al estado que tenían antes. Desde la caída del ser humano Dios trazó un plan de salvación y restauración para la humanidad a través de Jesucristo.

Hechos 3:19-21. Dice la palabra que debemos arrepentirnos y convertirnos para que venga un tiempo de refrigerio y restauración de todas las cosas a nuestra vida a través de Jesucristo.

Ezequiel 22.30. Dios busca intercesores que se pongan a la brecha, personas valientes que se interesen por las necesidades de otras personas, verdaderos restauradores de sus vidas y de sus semejantes.

Nehemías 1:3. Hubo un hombre en el antiguo testamento llamado Nehemías, cuyo nombre significa consolación, confortado por Dios. Éste recibe la triste noticia de que sus hermanos los judíos estaban en gran mal y afrenta; el muro estaba derribado y sus puertas quemadas a fuego. Vemos que en el Antiguo Testamento las ciudades estaban rodeadas por muros altos que servían de fortaleza y defensa de los que estaban adentro. Nehemías era copero del rey, podía disfrutar de los lujos, pero decidió luchar a favor de su pueblo (leer el libro de Nehemías en la Biblia).

CARACTERÍSTICAS DE UN RESTAURADOR COMO NEHEMÍAS:

1) INTERCEDER

Cuando intercedo estoy levantando un muro, una pared espiritual alrededor del pueblo, de la iglesia, de mi familia, de mi matrimonio y todas las áreas de mi vida. Nehemías nos enseña que un pueblo sin muro es un pueblo desprotegido que está a la merced del enemigo. En Nehemías 1:4 vemos que hay intercesión. En el verso 6, Nehemías pide a Dios que esté atento a la oración que hacía de día y de noche. Aquí vemos que para ser restaurados se necesita oración, esfuerzo; hay que pagar el precio para recibir la bendición. La oración no es una opción, es una obligación. No es un trabajo fácil el de restaurar los muros de nuestra vida, cuando se construye una obra o una casa, se debe trabajar todos los días para poder terminarla. Lo mismo ocurre en lo espiritual, todos los días debo interceder por mi familia, mi trabajo, mi ministerio, de lo contrario, la obra quedara por la mitad, incompleta, será muy fácil para el enemigo saltar o ingresar; y allí las derrotas serán constantes. Levantar el muro implica guerra espiritual, eso lo vemos en Nehemías 4:16. Para edificar el muro tenemos que usar las armas espirituales (Palabra de Dios, oración, ayuno, alabanza). No es con nuestra fuerza, es con el Espíritu Santo de Dios.

2) TENER BUENA ACTITUD

1 de Juan 1:9. Lo más importante que Nehemías hace, es reconocer los pecados propios y del pueblo; confesar, arrepentirse y pedir la sanidad Divina.

Nehemías 2:17-18. Un muro derribado era signo de deshonra, por ello la necesidad de restaurar el muro, de levantarse. Cualquiera fuera el estado de tus muros debes tomar la decisión de levantarlo y edificarlo. Debes tener fe y ser diligente.

3) PERSEVERANCIA

Cuando el muro avanza, el enemigo se enfurece, esto le sucedió a Nehemías, lo vemos en Nehemías 2:10/ 4:1. Cuando Sambalat (que significa enemigo en secreto) oyó la obra restauradora, se enojó en gran manera e hizo escarnio de los judíos. Esto quiere hacer el maligno en nuestras vidas cuando queremos levantar nuestro muro, se enoja porque sabe que es el comienzo de su derrota en nuestra vida, además hace escarnio, es decir, insulta, quiere

amedrentarnos, traer temor. Esos son los argumentos negativos para que abandonemos la obra. Hermano no te detengas por nada, Bienaventurado el que soporta la tentación porque heredará la corona de vida (Santiago 1.12).

Nehemías 4:2. ¿…Qué hacen estos débiles judíos…? La estrategia es hacernos creer que somos débiles, que no podemos contra él. El diablo hablará a nuestros oídos diciendo que lo que hacemos no va a prosperar, que estamos perdiendo el tiempo, él quiere que dejemos la obra, quiere desanimarnos.

Nehemías 4:3. “…Lo que ellos edifican del muro, si subiera una zorra lo derribara”. Se pretende ridiculizar a los constructores pero Nehemías es inmune al menosprecio porque cree en alguien que está por encima de todos, su Dios.

Nehemías 4:7. Cuando el diablo vio la obra reparada se encolerizó, se enfureció, se enojó; conspiró para atacar a Jerusalén y hacerle daño. Es probable que cuando te pongas a trabajar en oración para restaurar tus muros el maligno quiera poner situaciones confusas y difíciles en tu vida.

Nehemías 4:6 Dios quiere darte ánimo, vemos que el pueblo tuvo ánimo para trabajar, no escucharon ni hicieron caso a las palabras negativas de los enemigos, ellos solo querían reparar sus muros.

Nehemías 4:14.

“…No temáis, acordaos del señor Grande y temible y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos, por vuestras mujeres y por vuestras casas”.

4) DISCERNIMIENTO

Nehemías 6:1-7. Sambalat le tendió una trampa a Nehemías, le pidió para reunirse, pero éste le contestó que no podía, que estaba con una gran obra. Le insistieron hasta 4 veces para reunirse, pero les respondió que no tenía tiempo y en la quinta carta lo acusaron de preparar una rebelión contra el rey. Luego inclusive el sacerdote Semaias fue sobornado por Sambalat para hacerle mal a Nehemías. Semaias lo invita a refugiarse en el templo, a lo que Nehemías le dice que no, que no entraría al templo, porque Dios le revelo que Él no lo había enviado. El diablo te quiere distraer para que te pierdas la bendición. Nehemías estaba atento y vigilante, el control debe ser continuo.

Nehemías 4:22-23.

“…Cada uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén, de noche sirvan de centinela y de día en la obra”. Aquí vemos que el tema es serio, hay una vigilancia y una guardia permanente; no podemos distraernos o tomar la intercesión livianamente, ya que después lamentaremos los resultados obtenidos.

Nehemías 4:17: “los que edificaban con una mano trabajaban en la obra y con la otra tenían la espada”. Es común ver cristianos derrotados, debemos ver su vida de oración para darnos cuenta de sus derrotas. Hoy es el momento de reparar los muros que están destruidos o de levantarlos sino hay construcción. Como lo hizo Nehemías alguien debe pararse en la brecha y con las armas espirituales comenzar a levantar el muro. Entendiendo que al enemigo hay que echarlo y poner guardia a tu muro para que nunca más vuelva a entrar.

Nehemías 6:15-16.

La muralla tenía 2 Kilómetros y medio de largo y 3 metros de ancho. El muro fue construido en 52 días, y los enemigos cuando oyeron que el muro fue terminado temieron y se sintieron humillados, conocieron que por Dios había sido hecha la obra. Eclesiastés 3:15.

Dios restaura lo que pasó. El pueblo estaba destruido, pero fue restaurado y los muros fueron levantados. No hay que mirar el pasado, hay que creer que Dios hará el milagro. Filipenses 3:12-14.

Que Dios te bendiga y tengas una semana de completa victoria!

Pastor Sergio Maidana

Centro Familiar Cristiano Eldorado

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