Alberto Fernández llegó a Roma: buscará respaldo para la renegociación de la deuda y mañana será recibido por el Papa

 

El Presidente será recibido por David Beasly, que dirige un organismo de las Naciones Unidas destinado a terminar con el hambre, lograr la seguridad alimentaria y promover la agricultura sustentable.

Alberto Fernández llegó a Roma a las 15.38 (11.38 en la Argentina), tras un vuelo apacible de casi 12 horas. En la capital de Italia comenzará su primera gira europea como jefe de Estado. Tiene previsto una audiencia privada oficial con Francisco mañana en el Vaticano y a continuación será recibido por Angela Merkel, Emmanuel Macron, Pedro Sánchez y Giuseppe Conte.

El Presidente voló en la cabina de business de Aerolíneas Argentinas junto a la primera dama, Fabiola Yáñez, el canciller Felipe Solá; la ministra de Justicia, Marcela Losardo; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; el jefe de Gabinete de Cancilleria, Guillermo Chávez, y el vocero presidencial Juan Pablo Biondi.

Cerca de la medianoche se sirvió la cena: una entrada de jamón crudo y tomates cherry, un primer plato de pasta y el postre con un helado palito y una porción de queso fresco con membrillo.

Después de la cena, a 12.000 pies de altura, cada miembro de la comitiva se ocupó de sus cosas. Alberto Fernández conversó con Fabiola Yañez, el canciller Solá junto a su jefe de Gabinete pasaron mucho tiempo leyendo documentos oficiales, y el resto de la comitiva aprovechó para dormir o mirar peliculas: “Dunkerke” y “Aftermath” estuvieron entre las más solicitadas.

Cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de Fiumicino, el Presidente saludó a la tripulación y partió junto a su comitiva a las oficinas centrales del Programa Mundial de Alimentos, que dirige David Beasly, un ex gobernador republicano de Carolina del Sur que llegó a ese cargo con el apoyo de Donald Trump y la decisión institucional de la Secretaría General de la ONU.

“Con la asistencia a 86,7 millones de personas en 83 de países todos los años, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) es la organización humanitaria líder en la lucha contra el hambre en el mundo, brindando asistencia alimentaria en emergencias y trabajando con las comunidades para mejorar la nutrición y crear resiliencia”, sostiene la página oficial del Programa Oficial de Alimentos (WFP, son sus siglas en inglés).

Y añade: “En cualquier día, el WFP (Programa Nacional de Alimentos) tiene 5.000 camiones, 20 barcos y 70 aviones en movimiento, que entregan alimentos y otra asistencia a aquellos que más los necesitan. Cada año, distribuimos aproximadamente 12,6 mil millones de raciones con un costo estimado por ración de 31 centavos de dólar”.

No es casualidad que Alberto Fernández aproveche su estancia en Roma para conocer el Programa Nacional de Alimentos. Desde el inicio de la campaña electoral hizo foco en las necesidades alimentarias de los sectores más castigados de la población, y el círculo se cerró con los programas presentados por Daniel Arroyo, su Ministro de Desarrollo.

La visita presidencial al Programa Mundial de Alimentos se complementará con la cita prevista con Qu Dongyu, director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Alberto Fernández se reúne con Qu el sábado próximo, a las 11 (hora de Roma), un día después del cónclave con Francisco en el Vaticano.

La reunión con el Papa será mañana en la Biblioteca del Vaticano. Junto a Alberto Fernández llegaron la primera dama Fabiola Yáñez, el canciller Felipe Solá, la ministra de Justicia, Marcela Losardo, el secretario de Culto, Guillermo Olivieri, y el vocero presidencial Juan Pablo Biondi. El Presidente y el Papa tendrán una reunión a solas, y a continuación se sumará toda la delegación oficial, para una foto conjunta y entregar los regalos de la Argentina al Sumo Pontífice.

El encuentro que protagonizarán Alberto Fernández y Francisco será con agenda abierta. Ambos jefes de Estado tienen coincidencias políticas e ideológicas: sobre la deuda externa, la situación de América Latina, la crisis económica del país y el Cambio Climático, entre otros asuntos domésticos y globales.

Pero el presidente y el Papa tienen una disidencia de fondo: la despenalización del aborto. Alberto Fernández considera que se trata de un derecho que hay que incorporar a la legislación positiva de la Argentina, y Francisco cree que se trata de una normativa que, por razones teológicas, debe evitarse de establecer en las normas vigentes.

Al concluir la audiencia papal, el Presidente se reunirá con el premier italiano, Giuseppe Conte, y su colega Sergio Mattarella. Alberto Fernández busca respaldo político a su negociación de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y en los dos encuentros explicará que no tiene intenciones de defaultear y que su objetivo es lograr una prórroga de los pagos -sin condicionamientos económicos- hasta tanto haya crecido el Producto Bruto Interno (PIB) de la Argentina.

Conte y Mattarella coinciden con la mirada del presidente y no hay dudas de que Italia apoyará la posición del país ante el board del FMI. Ellos ya saben cómo impacta en la economía nacional los planes de ajuste que los funcionarios del Fondo hacen de 9 a 18 en sus oficinas de Washington.

La agenda internacional del Presidente incluye, además, reuniones bilaterales con la canciller de Alemania, Angela Merkel; y los presidentes de Francia y España, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez.

 

(Infobae)

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