Habilitarán en Posadas una parcela para niños nacidos muertos

La inauguración de este espacio y la bendición tendrá lugar el miércoles 25 de diciembre del 2019 a las 16:00 en el cementerio Tierra de Paz de Posadas. Acompañara este momento muy especial el obispo de Posadas y otros sacerdotes. Esta parcela, o lugar de descanso, es uno de los pocos que existe con este fin en la región y en el país.

 

La Diócesis de Posadas hace saber sobre la habilitación de este espacio el próximo 25 de diciembre cuando en la Solemnidad de la Natividad del Señor, se  concretará en la ciudad de Posadas, un sueño. Comenzará  a darse  inhumación digna a los niños, que nacen muertos  y que en la actualidad en los centros médicos y hospitalarios son tratados como residuos patológicos. El Obispo de la Diócesis de Posadas, Monseñor Juan Rubén Martínez, realizará la bendición de una parcela especial en el cementerio Parque “Tierra de Paz”, la misma será a las 16:00. Este lugar se convertirá para muchas familias, en un lugar donde comenzar el duelo que sufren ante la pérdida de un niño o niña.

El comunicado enviado por la diócesis de Posadas indica:

Si hacemos un poco de historia, podremos ver que a  través de los siglos la humanidad  se dedicó a realizar un tratamiento adecuado y respetuoso de los restos humanos. Para ello distintas civilizaciones realizaron funerales con  entierros faraónicos en cámaras mortuorias y embalsamamientos, en otras culturas se incineran cremándolos  y en ocasiones, cuando  ciertos fenómenos de muerte parecían de causas sobrenaturales eran resguardados para su posterior estudio por entendidos de las ciencias médicas y biológicas.

Pero no obstante, no fue así,  sino hasta nuestra edad contemporánea en donde se logra un gran avance con las ciencias médicas y la tecnología actual que permiten desmitificar ciertos aspectos vinculados a la muerte. La Humanidad con las sociedades actuales, comenzó a perder los llamados Tabúes por los muertos y por ende el respeto como sociedad en su conjunto por la adecuada inhumación de los restos humanos o también llamados desperdicios humanos como actualmente se nombra a los fetos pequeños.

En los últimos 30  años, los cambios de paradigmas sociales lograron imponer a nivel mundial y en nuestra sociedad también, una idea sistemática en donde se sostiene que los mismos parecieran no ser humanos  sino hasta superar los 500 o más gramos y por lo tanto empezaron a dejar de ser tenidos en cuenta como seres humanos pluritotipotenciales (es decir, en desarrollo), ya que como aún no lograban su completa formación corporal la sociedad mercantilista los considera como menos que un humano biológicamente completo y en desarrollo y como tal, debían ser descartados de la misma abandonando los restos corporales cómo meros desechos.

Podemos analizar y determinar como sociedad, que este mal llamado “descarte fetal”, se convierte en un despojo por la vida humana. También en muchas ocasiones es una basura que encuentra su sitio preferido en cualquier terreno baldío, basurales,  tachos de residuos, baños públicos, entre tantos otros lugares. También se han observado fenómenos crecientes en la industria cosmética mundial respecto a la utilización de estos fetos, de  descarte, para la producción de cosmética utilizada en el cuidado personal de los seres humanos y también en otros campos de la ciencias medicas para el estudio y tratamiento de enfermedades neurológicas.

Es así que la sociedad, un parte al menos, se adormeció moral y espiritualmente amparada por la supuesta revolución científica y social superando las instancias del respeto humano por los cuerpos de los fetos fallecidos, menores de 500 gramos, que se encontraban en gestación. Por eso, en la provincia de Misiones, un grupo de personas científicas y cristianas han estado trabajando en su conjunto, desde diferentes áreas científicas y humanas, en el quehacer de esta problemática creciente en encontrar un lugar de inhumación para los cuerpos de estos fetos.

Por lo cual han decidido en forma libre y voluntaria con aquellas madres y padres que hayan atravesado por esta situación particular dar cristiana inhumación a estos seres humanos en desarrollo menores de 500 gramos que no lograron vivir por causas naturales o no ( provocadas) otorgándoles un espacio de tierra, a título gratuito, dentro de un cementerio, para que los mismos reposen con el merecido respeto humano como un ser íntegro con cuerpo y alma de acuerdo a las creencias religiosas cristianas. Para ello se dispondrá de un espacio, parcela de los angelitos, para que los interesados en hacer uso de tal bien logren el contacto de referencia para concretar dicha inhumación en forma gratuita, voluntaria y anónima.

 

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