La soleada mañana de Núñez se destacó por el brillo de las figuras de River que se presentaron en el Monumental con la misión de lograr una victoria ante Rosario Central para acceder a la cima de la Superliga y emigrar rumbo a Lima con el estado de ánimo más elevado que de costumbre.
Al tratarse del último compromiso previo a la final de la Copa Libertadores contra el Flamengo, el público despidió al Millonario bajo un marco de fiesta, sin importar el resultado que arroje el choque entre la Banda y el Canalla.
El dominio porteño se percibió desde los primeros movimientos. Las proyecciones de Milton Casco, la velocidad de Nicolás De La Cruz, la jerarquía de Matías Suárez y la experiencia de Leo Ponzio, junto con la de Enzo Pérez, fueron los principales factores que establecieron el monólogo local.
La preocupación que había generado una molestia muscular en Enzo Pérez pasó al olvido cuando se reanudó la acción en el complemento. La continuidad del volante central fue ignorada cuando Lucas Gamba quedó en soledad frente a Franco Armani y definió al primer palo para festejar el inesperado 1 a 0. No hubo reproches, ni broncas. Sólo el lamento del sorpresivo gol del equipo que lucha por evitar el descenso.
A pesar del ingreso de Lucas Pratto, Nacho Scocco y Juanfer Quintero, River no logró quebrar la resistencia del Canalla. El planteo inteligente que ideó Diego Cocca a base del sacrificio en la mitad de la cancha, fue un factor determinante en el triunfo de la Academia.
Desde 1997 que Rosario Central no lograba una hazaña así. El sabor histórico de la victoria en el Monumental dejó como semblante otro dato curioso: Cocca sigue invicto ante los equipos dirigidos por Marcelo Gallardo. La despedida de la Banda no fue la esperada. Además, el Millonario desperdició la posibilidad de quedar como único puntero del campeonato doméstico.