TikTok: de qué se trata la nueva red social que preocupa a padres y autoridades

Arrasa entre los chicos de 8 a 16 años. Este año fue condenada por permitir su uso a menores de 13 años sin el consentimiento paterno. Ya cuenta con 500 millones de usuarios.

Esta red social es el último gran fenómeno entre los usuarios más jóvenes de Internet. Tiene dos características que la hacen única: por un lado, es la primera app de características “sociales” creada y gestionada por una empresa china que triunfa en Occidente; por otra parte, quienes consumen contenidos en esta plataforma son, en su inmensa mayoría, menores de edad. Los expertos en marketing ni siquiera les han etiquetado aún. Son post-millenials y post-generación Z: niños y -sobre todo- niñas de entre 8 y 16 años que a menudo utilizan los dispositivos electrónicos de sus padres o sus hermanos mayores para conectarse a la red.

De 100 a 500 millones de usuarios desde agosto TikTok permite crear, editar y compartir en otras redes sociales vídeos de 15 segundos. Es la evolución de Musical.ly, una app musical para adolescentes que la empresa tecnológica china ByteDance compró a finales de 2017 por unos 1.000 millones de dólares , la misma cifra que Facebook pagó por Instagram cinco años antes. En agosto de 2018 fusionó esta plataforma, que ya era bastante popular en Estados Unidos, con Douyin (el nombre que adopta TikTok en China). Desde entonces, sus usuarios han pasado de 100 a 500 millones en todo el mundo, y todo apunta que será la red social que más crecerá en todo el mundo en 2019.

La mayor parte de los contenidos de TikTok son ‘playbacks’ o coreografías de las canciones más populares del momento. Clips que a menudo están grabados con una sola mano, al estilo selfie, y aderezados con una gran diversidad de filtros, ‘stickers’ y efectos. Uno de los puntos fuertes de la plataforma es su fácil integración en otras redes sociales ‘mainstream’ como Youtube o Instagram, lo que multiplica su alcance. “Los contenidos son banales, frívolos, de una inocuidad absoluta”, explica Ferran Lalueza, profesor de Comunicación de la UOC. Pero a la vez, es una red social “nueva, fresca, divertida e intuitiva, por lo que resulta muy atractiva para los adolescentes”, añade el investigador.

“Pero lo más importante –tercia Manuel Bruscas, jefe de producto de Qustodio, una plataforma de control parental de Internet- es que está fuera del radar de los padres”. En el uso de la tecnología, los adolescentes marcan tendencia. Son exploradores de los espacios que les permiten estar a la última, conectar con sus semejantes y buscar reconocimiento. Pero en el momento que detectan la presencia de sus padres, huyen: “Cuando muchos de nosotros llegamos a Facebook, nuestros hijos se pasaron a Snapchat. Ahora, los más pequeños han encontrado su espacio en TikTok porque tienen la sensación de que no hay adultos y que pueden hacer lo que quieran: pueden ser ellos mismos. Y eso, obviamente, tiene sus peligros, porque aún no tienen la personalidad desarrollada para gestionar según qué situaciones”, reflexiona Bruscas.

A la bisoñez del usuario medio de Tik Tok cabe añadirle otros factores numéricos para entender el impacto que está teniendo en los menores y la preocupación que ha empezado a generar entre los organismos de protección de los consumidores digitales: en el último trimestre de 2018, las descargas en iPhone de la app de TikTok superaron a las de Facebook, Youtube y Whatsapp.

El crecimiento mundial de TikTok no es casual, sino “fruto de una estrategia muy planificada”, afirma Lalueza. Su campaña promocional fue muy significativa a principios de este año: durante los dos primeros meses de 2019, los usuarios de Facebook y Youtube se encontraban con anuncios de la app por doquier, en ocasiones utilizando ‘celebrities’ como gancho. Este tipo de personajes –desde el presentador de late-night Jimmy Fallon hasta el cantante Nick Jones, pasando por las omnipresentes ‘influencers’ del clan Kardashian- son claves para la expansión de las redes sociales basadas en la imagen, como Instagram.

España no es una excepción. Marc Masip, psicólogo y experto en adicción a las Nuevas Tecnologías, ha recogido algunos datos de uso de esta aplicación en los talleres que imparte en algunos colegios de Catalunya como parte del programa psicoeducativo @Desconecta: “En 3º de Primaria (8 años), TikTok es la app más usada por casi un tercio de los alumnos, en especial por las niñas; en 4º y 5º de Primaria (9 y 10 años), casi la mitad de los alumnos la citan en primer lugar; en 6ª de Primaria ya aparece por detrás de Instagram, Youtube y Fortnite; y en la ESO ya no son usuarios frecuentes”. Los chavales están completamente enganchados: en China, los usuarios pasan conectados más de 30 minutos de media, y la tasa de interacción (comentarios a los vídeos, ‘likes’, etcétera) también es altísima: “Suben vídeos a internet sin ningún tipo de filtro ni formación. Para ellos es algo totalmente inofensivo: buscan sentirse admirados por el grupo, pero no tienen ni idea de quién puede llegar a verlos”, explica Masip.

Los problemas que plantean estos nuevos hábitos de uso en la red son diversos. Por un lado, el peligro de que ese material que se publica indiscriminadamente en la red llegue a personas con intenciones perversas o con una gran capacidad de conectar con los menores y manipular su voluntad; por otro, la creación de hábitos de autoafirmación en los niños, basados en la exposición de su cuerpo e imagen, que serán difíciles de satisfacer en el futuro; y finalmente, el componente adictivo intrínseco a este tipo de herramientas. “¿Qué dejan de hacer para estar el TikTok? –se pregunta el psicólogo Masip-. Le dedican muchísimo tiempo por las tardes y noches, cuando tendrían que estar practicando deporte, durmiendo o simplemente jugando con sus amigos, padres o hermanos”, apunta.

Fuente: Clarín

EB

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas