Una mujer fue finalmente capturada luego de haber asesinado a su bebé de 15 puñaladas y huir de la escena, en el distrito de Juan Manuel Frutos, en Paraguay.
Lida Rosa Guerrero Santacruz, de 30 años, afirmó en su defensa: «una voz me dijo para matar a mi hijo y huir”. La familia de la filicida afirmó a las autoridades que padecía de trastornos mentales.
Producto de su trastorno mental, sus familiares le habían apartado a sus hijos de 7 y 5 años, además de todos los objetos que podrían ser usados como armas.
Sin embargo, Guerrero Santacruz habría acudido a lo de un vecino para pedir prestado un cuchillo, con el supuesto objetivo de «cortar y unir los cables de un ventilador», pero luego de varias horas, se empezó a sospechar.
Al acudir a la vivienda, encontraron al bebé sin vida y bañado en sangre, pero no había rastro de la mujer. Luego de una larga búsqueda entre las autoridades policiales y algunos vecinos, la mujer fue encontrada en un maizal totalmente desnuda, a más de 3 km de su vivienda.
Según testigos, la perturbada mujer pidió a la policía que la mataran y que no recordaba nada de lo sucedido, además de no mostrar arrepentimiento por lo sucedido.
Ahora se encuentra detenida y en manos de la justicia. Por su parte, su madre afirmó que «ella nunca dijo que le iba a hacer daño a sus hijos, al contrario, decía que quería protegerlos de alguien que supuestamente le decía en la cabeza que vendría y se llevaría todos los órganos de las criaturas».
El padre del bebé, Moisés Silva Ojeda, había tenido que huir días antes, luego de terminar herido en el brazo por un arma blanca tras una fuerte pelea con Lida. Ella también habría querido estrangular a su hijo de 7 años.
Fuente: Contexto Tucumán
EB
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