Violencia de género en la adolescencia: advierten sobre las señales de cuando una relación se torna “enfermiza”

 

La adolescencia es una de las etapas más importantes y vulnerables por las que pasa el ser humano, donde se construye la identidad de cada uno. Casi siempre durante este período es donde se experimenta el primer amor y es fundamental que ese amor sea un “amor sano”, libre de violencia. Lamentablemente hoy en día, las víctimas de violencia de género son cada vez más jóvenes, chicas que se ven envueltas en una relación enfermiza que produce daños tanto físicos como psicológicos muy graves.

 

El licenciado en psicología Sebastián Moglia explica que la violencia de género en una relación no aparece de manera abrupta sino que las señales que comienzan a parecer poco a poco y pasan casi de manera desapercibida.

 

“Si te controla, si presta particular atención a cómo te vestís, a qué hora volvés o con quien te juntas, la mayoría de las veces este comportamiento esta enmascarado en otros argumentos que se basan en ‘yo te lo digo porque te quiero cuidar’ y estos indicios suelen estar muy mezclados porque dan la sensación de que ese persona quiere protegerte”, indicó.

 

Otro de los factores más comunes de una relación patológica es meterse en la vida íntima de una persona, como revisar su celular y redes sociales para estar al tanto de todo lo que hace. “Empieza así pero si estas situaciones no son detenidas a tiempo pueden derivar en algo peor el día de mañana”, afirmó el licenciado Moglia.

 

 

Extorsión y chantaje

Una de las características de un noviazgo enfermizo suele ser la “extorsión” o “chantaje” a la pareja, se juega con el vínculo y suelen aparecer comentarios como “a mí me pone celoso tal persona y me gustaría que dejes de verla porque o sino no vamos a poder estar bien”.

“Si la adolescente accede a esta solicitud el otro cada vez pide más y este comportamiento puede transformarse en un comportamiento celotípico, donde cada vez se requiere más “demostraciones de amor” para satisfacer a esta persona”, explicó el psicólogo.

 

El peligro del aislamiento encubierto: “mejor sin amigos, ni tu familia, vos sólo me tenés a mí”

 

El siguiente paso suele ser el aislamiento, donde el agresor aleja a la víctima de sus amistades y familiares para poder tener el control total sobre ella. La violencia psicología empieza a crecer, dañando gravemente el autoestima y los sentimientos de una persona.

 

“Cuando la persona siente esa sensación de aislamiento, es porque la alarma está pasando de una luz amarilla a una luz roja porque entra a un círculo vicioso del cual es difícil salir”, afirmó.

 

Una vez que la violencia pasa a ser física no hay vuelta atrás, por más que el agresor pida perdón o asegure que no va a volver a repetirse, los episodios van a ser cada vez más frecuentes y los golpes van a ser cada vez más graves.

 

En muchos casos la persona que es víctima de violencia tiende a negar la situación o minimizarla. Es fundamental que si los padres o familiares que sospechan que una jovenestá pasando por esta situación busquen la manera de acompañarla.

 

En el caso de las adolescentes, pueden llegar a sentirse desbordadas por la circunstancias y hasta pueden llegar a tener pensamientos suicidas a raíz de la situación traumática.

 

¿Qué pueden hacer los padres?

 

El psicólogo Sebastián Moglia recomienda principalmente que los padres que tengan hijos adolescentes se involucren, sepan sobre las relaciones que tiene sus hijos y como son estas. Es importante que conozcan a sus amigos porque puede ser importante a la hora de averiguar si el noviazgo que tienen sus hijos es una relación sana.

 

“Yo recomendaría en primer instancia acompañar, que muchas veces puede ser de observador no participante, donde un padre puede respetar el espacio de la otra persona pero puede generar ciertas “alianzas” con las amistades de su hija, donde puedan preguntar a un amigo o amiga como ven a su hija”, aconsejó.

 

El licenciado Moglia afirma que en algún momento esa chica que está siendo víctima de violencia de género va a necesitar a sus padres o afectos y va a recurrir a ellos, es allí donde estos deben ante todo resguardarla y protegerla.

 

“No hay que buscar culpables, sería una desgracia culpabilizar a la víctima porque esa chica esta en esa posición porque ‘ella aprendió a llevar ese vínculo de esa forma’ y tampoco buscar culpables a los padres”, expresó.

 

También es importante que esa familia busque ayuda profesional para poder salir de ese círculo vicioso de la mejor manera.

 

Consecuencias irreversibles de la violencia de género

Las estadísticas de femicidios en la Argentina siguen siendo alarmantes, donde cada 33 horas una mujer es asesinada en la mayoría de los casos por su pareja. Es por ello que hay tomar conciencia de la gravedad del problema, involucrarse para disminuir este flagelo.

Para poder salir de una de relación violenta el primer paso es hablar, pedir ayuda y dejarse ayudar. Hoy en día hay muchos grupos que se dedican a acompañar a la mujer a salir de este infierno, tal es el caso de la línea 102 o la línea 137 en las cuales cuentan con profesionales capacitados para poder asistir a las víctimas pero para ello hay que denunciar los casos, visibilizar el problema es el camino para detenerlo.

“Los profesionales estamos ahí siempre que la persona nos necesite pero como sociedad si vemos un caso de violencia debemos involucrarnos para poder frenar la violencia contra la mujer”, apuntó Sebastián Moglia.

 

CM

 

 

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