Un relevamiento de la consultora económica Ecolatina, señaló que pese a que el gasto primario se ajustará en el corriente año, se incrementará el pago de intereses.
Según las estadísticas del Ministerio de Hacienda, la deuda pública bruta alcanzó u$s 308.000 millones al cierre del tercer trimestre de 2018, lo que representa 95,4% del PBI. De este modo, pese que el stock marcó un retroceso de 6% frente al segundo trimestre, cuando rondaba u$s 327.000 millones, escaló 18 p.p. medido como porcentaje del PBI. Por otro lado, el ratio de deuda relevante, aquella que sólo contempla pasivos en manos del sector privado y organismos multilaterales, saltó de 45% del PBI a mitad de año a 58% a fin de septiembre, alcanzando u$s 187.000 millones (una caída cercana a USD 4.000 millones frente al trimestre previo).
Pese a que todavía no hay publicaciones oficiales para el cierre del año, las estimaciones de Ecolatina sostienen que tanto el stock de deuda pública bruta como la relevante (neta de vencimientos intra sector público) habrían aumentado durante el cuarto trimestre.
En tanto, los economistas de la consultora afirman que en 2020 y 2021, el préstamo stand by del FMI “no provocará grandes impactos las cuentas externas de nuestro país”. “Los desembolsos y los pagos se compensarán mutuamente, de modo que no exigirá grandes esfuerzos por esta vía”, argumentaron. Sin embargo, en 2022 y 2023 la Argentina deberá devolverle casi u$s 45.000 millones (alrededor de 9% del magro PBI en dólares de 2018) al organismo multilateral. “Considerando los resultados de cuenta corriente y fiscales de los últimos años, es imposible que esos pagos se realicen con fondos propios”, estiman. Ante este escenario, creen probables tres opciones: a) una salida a los mercados inusual por su monto, o b) una renegociación de los plazos de pago con el FMI, o c) una mezcla de ambas.
“Conforme a nuestro análisis, el curso más probable es el último; siempre y cuando la opción política que triunfe en 2019 no adopte una estrategia de fuerte enemistad con el Fondo. En consecuencia, es posible afirmar que el FMI, y más importante aún, sus recomendaciones, llegaron para “quedarse”, por lo que también condicionarán al próximo presidente electo”, concluye el informe.
Fuente: Ámbito
APF