El último mensaje de Priscila Paz, la joven asesinada a golpes: «Si se complica, decile a mi papá»

Se lo mandó a un amigo, pero él no lo denunció. La víctima tenía 27 y su cuerpo fue hallado tras 9 días de búsqueda.

«Está todo bien, por ahora. Pero no puedo salir. Si algo se complica decile a mi papá». El mensaje de voz lo envió Priscila Paz (27). Lo hizo apenas media hora después de haber dejado su trabajo en un hotel alojamiento aquel 22 de julio en que desapareció. Pero el amigo que recibió ese WhatsApp nada hizo.

Nueve días después, y luego de que los casi 10 mil habitantes de Ingenio San Pablo, una localidad del departamento de Lules ubicada a 13 kilómetros de la capital tucumana, la buscaran por todos lados con desesperación, su cuerpo «fue plantado» en un cañaveral. La habían asesinado a golpes.

Qué pasó con Priscila desde el día en que desapareció hasta que hallaron su cadáver es la incógnita de los investigadores del crimen de la joven mamá de un chiquito de 3 años. Al menos, en las últimas horas lograron confirmar que cuatro de los siete detenidos que tiene el caso están directamente involucrados en el crimen.

Es más, el chofer de uno de los imputados por el homicidio, un peligroso delincuente local vinculado al narcotráfico -según las fuentes-, «confesó que fue él quien descartó el cuerpo de Priscila» apenas a unos metros de donde la chica debería haberse bajado del colectivo que la llevaba del trabajo a su casa aquella mañana en que se la tragó la tierra.

 

Lo hizo la noche previa al 31 de julio, cuando un grupo de policías que volvió a revisar la zona del cañaveral que está a la vera de la ruta provincial 301 descubrió el cadáver y varios efectos personales de Priscila. En el lugar había huellas de un vehículo.

 

«Contó que el cuerpo lo llevó en una camioneta Chevrolet S10 la noche anterior del hallazgo y que sabía que su jefe y tres de sus laderos la habían matado. Pero nada dijo sobre cómo, cuándo, por qué y, mucho menos, dónde estuvo el cadáver durante todo el tiempo que llevó desaparecida», le contó a Clarín el abogado de los padres de Priscila, Javier Lobo Aragón.

Pero no fue la única información valiosa que llegó a los investigadores. Un amigo de la mujer asesinada reveló que la misma mañana del 22 de julio en que desapareció Priscila recibió un mensaje de voz. «Está todo bien, por ahora. Pero no puedo salir. Si algo se complica decile a mi papá», le decía.

 

El mensaje lo recibió a las 8 del 22 de julio, apenas media hora después de la última vez que fue vista con vida: cuando salió del hotel alojamiento El Manantial en el que trabajaba a las 7.30. «Él dijo que ella borró ese mensaje, que no entendió muy bien de qué se trataba y por eso también lo borró. Lo cierto es que nunca le avisó al padre ni a los investigadores, por eso lo llamaron a declarar», detalló el abogado Lobo Aragón.

No fue el único mensaje sospechoso que salió del teléfono de Priscila aquel 22 de julio. «Con otro número de celular, a Pedro -Paz, el padre de la chica asesinada- lo llamaron diciéndole que estaba secuestrada, pero fue muy raro, cortaron. Por eso, el hombre activó la búsqueda», describió el abogado.

Justamente, por manipular el teléfono de Priscila con otro chip fueron que cayeron los primeros detenidos: los dos acusado por encubrimiento que son, justamente, la mujer y el hijo del principal sospechoso del caso y jefe de los otros tres acusado del crimen. Ese equipo fue enviado a Buenos Aires para ser peritado.

 

También se espera el resultado de los estudios que se enviaron a Salta para determinar cuándo y con qué mataron a Priscila, como así también si fue abusada y un análisis toxicológico. Sí se sabe que fue golpeada hasta la muerte y que tenía signos de haber estado atada.

«Ella no conocía a esta gente que está detenida. No sabemos si se la llevaron por la fuerza ni dónde, si le quisieron robar y todo se salió de control», destacó Lobo Aragón. Tanto para el abogado como para los investigadores los asesino de la joven mamá ya están presos, sólo resta determinar si alguien más participó en la cadena de encubrimiento que permitió mantenerla oculta por 9 días.

 

Lo que sí están convencidos los investigadores es que el descarte del cuerpo se hizo para descomprimir la presencia policial en la zona. «Perjudicaba el negocio narco», especulan las fuentes. La muerte de Priscila eleva a 11 los femicidios en esta provincia en lo que va de 2018.

(Fuente Clarín)

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