Muerte de la pareja en Eldorado: la historia trágica entre un ex convicto jugado y una penitenciaria que dejó todo por amor

Eldorado no sale de su asombro por el hallazgo de la pareja muerta en una cabaña de la zona conocida como Cueva Miní, en el Kilómetro 2, el sábado a media mañana. Eugenio De Jesús Lemes (49) estaba jugado. Su libertad condicional por el asesinato de la profesora Patricia Titus en 2004 caería apenas lo atraparan, porque lo buscaban por un robo ocurrido a principios de mes en Montecarlo. Pero la situación de Karina Viera (40) era diferente. Más allá de que llegó a estar detenida ante las sospechas de haber sido cómplice de su novio en el robo que le endilgaban, tenía cuatro hijos y una familia que la contenía. Él se mató de un escopetazo. Ella, como todo lo indica, por haber consumido distintos fármacos (pastillas para dormir y un antiflamatorio).
El viernes por la noche, Viera fue hasta la casa de la madre y dejó al cuidado de ella a sus cuatro hijos. Al parecer, habría dicho que se iba con Lemes. Era una despedida, aunque los chicos no lo sabían.
Lemes, por su lado, habría vagabundeado de un lugar a otro tras el robo de neumáticos que protagonizó en suelo montecarlense, del que huyó tras chocar contra un árbol una camioneta VW Amarok y dejar abandonada a su novia.
Por ese episodio, Karina tuvo un sumario en la fuerza de seguridad en la que se desempeñaba como sargento: el Servicio Penitenciario Provincial.

Lemes recién podía salir en libertad en 2024, porque en 2005 lo habían condenado a 20 años de cárcel por el crimen de Titus, a quien secuestró y dejó morir al incendiarse el auto en el que ambos iban. Sin embargo, consiguió el beneficio de la condicional. Precisamente en su larga estadía en la Unidad Penal Tres de Eldorado conoció a Viera, con el que se puso de novio.
El hombre habría sido el de la idea de ingresar de manera clandestina en la cabaña donde luego lo encontraron muerto junto a su concubina. Nadie se percató de que ambos habían ocupado uno de los inmuebles hasta que el cuidador dio con los cadáveres, en el baño, el sábado a las 10.15.
¿Qué pasó esa noche en la cabaña? Es algo que sólo la pareja sabe. ¿Decidieron pactar un suicidio? ¿Uno de los dos se mató y luego el otro, desesperado, lo siguió? ¿Todo fue el desenlace de una discusión? Las pericias y el relato de allegados de los fallecidos será clave para desentrañar parte del misterio. La otra parte se la llevarán los protagonistas a la tumba.