Una tumba medieval revela un estremecedor “nacimiento de ataud”

Un descubrimiento macabro ofrece una visión inquietante de dos fenómenos médicos raramente vistos de la Alta Edad Media.

Un grupo de arqueólogos de las Universidades de Ferrara y Bolonia desenterró en lalocalidad italiana de Imola los huesos muy bien conservados de una mujer adulta con los huesos de un bebé colocado entre sus piernas. La sorpresa fue gigantesca entre los investigadores, que acababan de descubrir un espantoso fenómino que llamaron “nacimiento de ataúd”.

Los investigadores detallaron sus sombríos hallazgos en un artículo publicado en la revista World Neurosurgery. Explican que en el momento del entierro la mujer, de entre 25 y 35 años, estaba embarazada pero su bebé había fallecido y que no fue sino hasta después de la sepultura que el cuerpo del bebé muerto fue expulsado de su cuerpo.

Los investigadores explican que sigue siendo un misterio la causa de la muerte de esta mujer embarazada, pero las marcas encontradas en su cráneo indican que fue sometida a una cirugía cerebral muy común en la Edad Media: la trepanación, o perforación del cráneo. Esta operación, que siguió utilizándose hasta principios del siglo XX, era utilizada para tratar todo tipo de dolencias, incluidos los trastornos del embarazado, además de algunas enfermedades mentales.

Los investigadores aseguran que el cráneo de la mujer exhibe signos de curación ósea temprana, lo que indica que sobrevivió al menos una semana después de realizado el procedimiento. Sin embargo, la operación no pudo salvarla de la enfermedad y murió por complicaciones normales del del embarazo. “En función de la longitud de la parte superior del muslo, se estimó que el feto tenía unas 38 semanas de gestación”, dice la bioarqueóloga Kristina Killgrove en un artículo publicado por Forbes.

“La cabeza y la parte superior del cuerpo del bebé estaban debajo de la cavidad pélvica», explica Killgrove, «mientras que los huesos de las piernas casi con seguridad seguían dentro de ella. Esto significa que se posicionó como un feto a corto plazo: cabeza abajo en preparación para el nacimiento. Pero también significa que el feto probablemente fue ‘parido’ parcialmente”.

«Todavía hay varios puntos desconocidos sobre la causa de la muerte de la mujer», explican los autores, señalando que podría haber muerto a causa del trastorno del embarazo, las complicaciones relacionadas con el parto o la cirugía en sí. En cualquier caso, los investigadores dicen que el descubrimiento de la trepanación y el nacimiento del ataúd en el mismo conjunto de restos es increíblemente raro.

«Este hallazgo es uno de los pocos casos documentados de trepanación en la Alta Edad Media europea, y el único que presenta a una mujer embarazada en asociación con un fenómeno de extrusión fetal post mortem», escriben los autores. «Teniendo en cuenta todos estos factores, este caso es único y arroja más luz sobre la historia clínica de la neurocirugía y el embarazo durante este período histórico».

La expulsión fetal post mórtem, más comúnmente conocida como «nacimiento de ataúd», es un fenómeno raro en el cual un feto no nacido es expulsado del cuerpo después de que la mujer embarazada murió. Citado por Forbes, el bioarqueólogo Siân Halcrow, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda) explica que, en el caso de la muerte de una mujer embarazada, a veces el gas que se crea durante la descomposición normal se acumula hasta tal punto que el feto es expulsado por la fuerza. «Sospecho que lo que ocurre es que la presión del gas se acumula, y el feto muerto se libera a través de una ruptura”, explica la doctora Jen Gunter, ginecóloga de San Francisco; “básicamente hace un agujero en el útero, ya que la vagina es mucho más delgada que el cuello uterino».

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