Entraron a los tiros y asaltan tres bancos. Se cree que fue un comando del PCC, el mismo que habría atacado a la empresa Prosegur en Ciudad del Este.
La prensa brasileña describía, esta mañana, como “una acción cinematográfica” la toma de un pueblo del interior de San Pablo por parte de lo que se cree son comandos del PCC (Primer Comando de la Capital).
En el relato, 20 hombres armados ocuparon literalmente la ciudad de Pilar do Sul, que es periférica de otra muy importante en estado paulista: se trata de Sorocaba, donde están las plantas de la gigante empresa Votorantim. Hicieron explotar tres agencias bancarias y asaltaron una estación de servicio.
El ataque ocurrió casi en simultáneo con el perpetrado en una sede de la empresa de seguridad y traslado de caudales Prosegur en Ciudad del Este. La modalidad fue de similares características, con un grupo comando fuertemente armado y decidido a dar un gran golpe para llevarse millones. En el caso del ocurrido en Paraguay, se estima un monto de entre 20 y 40 millones de dólares.
De todos modos, las autoridades guaraníes aún no pudieron determinar si los 30 delincuentes que escaparon en cinco vehículos pertenecen al PCC.
Por su parte, a Pilar do Sul llegaron por la madrugada al pueblo, que tiene 30 mil habitantes. E ingresaron en convoy con siete autos y dos motos. Desde el interior de los coches, a medida que se desplazaban, disparaban hacia arriba y también contra edificios públicos. Los habitantes despertaron con semejante acción y entraron en pánico.
La ocupación, que se inició a las 3 de la mañana, duró hora y media. E hicieron estallar las sucursales del Santander y del Banco do Brasil. Luego se dirigieron al Bradesco, al que acribillaron a balazos. Durante la fuga, el contingente del PCC se cruzó con la policía, cuyo vehículo fue acribillado a balazos.
Lo que se afirma es que esta es una “nueva modalidad” de operaciones del PCC, que domina la fabricación de explosivos. Esta mafia comenzó a actuar contra instituciones bancarias y copar pueblos del interior hace poco más de un mes. En marzo ya se había registrado un acontecimiento similar en las ciudades paulista de Aguaí y Jarinu. (Clarín)
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