Su madre la obligó a declarar que su abuelo abusaba de ella

«No podía dejar que fuera preso un inocente», sostuvo la joven con sus 16 años cumplidos, lo que le permitió declarar personalmente ante los magistrados, según publicó LM Neuquén.

«El caso se inició porque mi mamá hizo una denuncia», afirmó la adolescente, y aclaró que su abuelo nunca abusó de ella ni de su hermano.

«Nunca tuvimos la posibilidad de hablar y contar la verdad», sentenció y explicó que fue porque ella era menor y porque a su hermano no lo llamaron como testigo.

Además, la joven expresó que quiso volver a vivir con sus abuelos desde el instante en que su mamá la alejó de ellos. Luego, recordó cuando le hicieron la Cámara Gesell e indicó que fue el peor día de su vida.

«Estaba asustada y lo peor que pude imaginarme es lo que está pasando ahora, que me alejaran de mis abuelos», subrayó. Aseveró también que en esa oportunidad le contó a la psicóloga que no había pasado nada, que los únicos problemas eran con su madre.

Antes de ser declarado inocente, el hombre manifestó que lo ocurrido no era nuevo para él, que la madre de su nieta siempre hizo cosas como estas. «Extorsionaba a la nena, le pegaba y luego le ordenaba que dijera que le habían pegado», contó el abuelo.

Para finalizar, el hombre señaló ante el Tribunal: «Nunca les falté el respeto a ninguno de mis nietos, siempre los cuidé como abuelo». «Nunca tuve la posibilidad de hablar libremente, siempre estaba mi mamá presente y si no hacía lo que ella decía me castigaba. Era muy chica y le tenía miedo», dijo la nieta.

No quiere que su madre se le acerque

Durante la audiencia, la joven habría expresado que su mamá no ha actuado como tal, «porque una madre no humilla a su hija, no la obliga a mentir, ni la amenaza para que mienta, no la agrede, ni la golpea».

Luego, fue contundente y señaló que «una madre no te abandona». Tras escaparse de su casa, la adolescente le pidió a una jueza de familia no ver más a su madre porque la había golpeado brutalmente, «que casi la mata».

Desde ese entonces, se le dictó a la mamá de la joven una restricción de acercamiento.

«Mi madre me aislaba, no quería que tuviera contacto con nadie», afirmó y apuntó que la obligó a abandonar la escuela, porque le decía a todo el mundo que ella estaba mal psicológicamente.