En la noche del sábado 6 agosto se llevó a cabo la “Noche Joven” organizada por el Seminario Diocesano Santo Cura de Ars, en el Instituto Santa Catalina de la Ciudad de Posadas.
Con diferentes actividades como danza, ballet, teatros, juegos y un espectacular show de bandas musicales, el Seminario Diocesano celebró su fiesta. Alrededor de 300 jóvenes participaron de ella e hicieron brillar la noche bailando al ritmo de la música de “Equipo C”, “Simones” y “La Huella de Jesús”, quienes cerraron el maravilloso evento.
En la mañana de hoy, Domingo 7 de agosto, se celebró la Misa Central, presidida por Monseñor Juan Rubén Martínez, y concelebrada por algunos Sacerdotes, entre ellos los formadores y el rector del Seminario, Presbítero Julio Omar Centurión.
Al finalizar la Santa Misa, se realizó un almuerzo comunitario con bandas invitadas de música regional.
Durante la homilía, Monseñor Juan Rubén comenzó resaltando las palabras de Pablo VI: “El Seminario es el corazón de la Diócesis”, es un lugar donde Dios obra de una manera especial. También agradeció al Pueblo de Dios, que de diversas manera ayuda al Seminario para que se vayan formando los futuros sacerdotes de nuestra Diócesis, esto es una experiencia del amor de Dios y del amor humano, porque es una respuesta al amor que Dios nos tiene.
Además, se refirió a San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, Patrono de los Sacerdotes y del Seminario Diocesano, destacando algunos momentos de su vida, como un ejemplo a seguir. No sólo se refirió al Patrono del Seminario sino también la asoció con la del Beato Cura Brochero, cuya canonización está pronta. En ambos, resaltó sus obras, sus dificultades, sus luchas, como cualquier hombre de hoy que quiera comprometerse con el amor. Se refirió al amor que anunciamos en este Año de la Misericordia, que implica dar la vida: el Amor Pascual reflejado en la Eucaristía. Y dijo que: “Amar es una palabra exigente que implica la Cruz, los sufrimientos, los dolores, las humillaciones. Amar es lo que nos enseñó Jesucristo, Dios hecho hombre, que expresó la plenitud del amor en la Pascua.”
Por otra parte, señaló que: “desde el Seminario rezamos por las vacaciones, por nuestros seminaristas y Sacerdotes, y queremos pedir que podamos vivir este Amor Pascual, que sabemos que implica sufrimiento, donación, pero nos llena la vida y es lo que el mundo necesita. Hay muchas heridas, mucho egoísmo, violencia y odio.”
Ante la pregunta de cómo tenemos que responder a un mundo que muchas veces vive así, Monseñor nos invita a evangelizar apostando al amor, tomando pequeñas expresiones como “El amar es escuchar.” “Amar es ver al otro con sus necesidades”, y menciona un texto del Documento de Aparecida: “Amar aunque tenga cruces y sea tan pascual a veces es lo que nos da la verdadera alegría… La alegría del Evangelio es el antídoto contra la violencia y el odio”, refiriéndose a todos los cristianos y Sacerdotes, quienes tienen el gozo de haber conocido a Jesús y a su propuesta Pascual.
Para finalizar dijo que: “la alegría es algo profundo, es cuando tenemos la conciencia tranquila.»
Por último, pidió al Pueblo de Dios que en este Año de la Misericordia podamos creer en el amor, para que podamos tener actos de misericordia concretos con los demás, y que imitemos así la vida de los Santos: “Alegrándonos con los que se alegran y sufriendo con los que sufren”.
Con siete nuevos ingresantes abrió su ciclo lectivo el Seminario «Santo Cura de Ars»
