Daniel Osvaldo, de victimario a víctima: ¿el personaje se devoró al jugador?

El psicólogo deportivo Marcelo Roffé dialogó sobre el caso del futbolista.

Continúan retumbando los pasillos del vestuario de Boca tras lo sucedido en Montevideo, donde Daniel Osvaldo fue el gran protagonista. Pero no por haber sido clave en el empate ante Nacional, sino por su enojo con el técnico y su episodio en el baño fumando un cigarrillo, algo que el Mellizo Guillermo Barros Schelotto había prohibido terminantemente cuando llegó al club.

El licenciado Marcelo Roffé, psicólogo especializado en deportes, de vasta trayectoria y autor del libro Psicología del Jugador de Fútbol, con la Cabeza Hecha Pelota, dialogó  sobre las características de los futbolistas del estilo de Daniel Osvaldo, más emparentado con cuestiones mediáticas que con su rendimiento en la cancha.

«Los puestos más narcisistas e individualistas en el fútbol, con mayor ego, son el del arquero, el del 10 y el de 9, porque, si bien es un juego de equipo, son los que te pueden hacer ganar un partido», explicó Roffé en su primer concepto.

«En segundo lugar, él ya había venido a Boca y no había podido demostrar. Después volvió y jugó menos», agregó el licenciado, en referencia a alguno de los posibles motivos que desencadenaron en la abrupta salida del club del que es hincha.

Asimismo, Roffé confiesa que le llamó poderosamente la atención una declaración de Daniel Osvaldo en los primeros días de abril, cuando estaba en plena recuperación por una fractura de un dedo del pie derecho. «‘No vine a robar. Ya robé once años en Europa’, declaró y me llamó mucho la atención, porque jugó mucho tiempo en Europa, en la Selección de Italia», indicó el psicólogo.

Con respecto a la noche de Montevideo, Roffe consideró: «Es un juego de equipo. Cuando terminó el partido, cualquier jugador, después de 50 días sin jugar, independientemente de su humor, tiene que saludar a sus compañeros y a los rivales. Él prefirió irse. Es una actitud individualista».

Al momento de analizar el fenómeno Osvaldo y su doble paso por Boca, Roffé opinó: «Más que victimario, pasó a ser una víctima. Fue producto de marketing. Vendió mucho. Parecería que el personaje se devoró al jugador. Terminamos sabiendo más de su vida privada, de sus mujeres, de sus fotos desnudo, que cómo jugó y cuánto rindió».

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