Perdió un embarazo por las golpizas de sus ex y ahora vive con miedo

El calvario de esta mujer es tal que debió ocultarse en un pueblo y hasta perdió un embarazo por las palizas. La víctima remarcó que el violento sujeto «no cumple en lo más mínimo» con la orden de restricción que le impuso la Justicia rosarina el 8 de abril pasado y que ella se encuentra bajo constante amenaza.

«Quiero justicia no sólo por mí sino por el hijo que perdí por él”, es el ruego de Ámbar Coperchio, quien luego de padecer sucesivas golpizas de quien era su pareja, continúa siendo blanco de amenazas y persecuciones tras la separación.

En consecuencia, producto de la angustia y del desamparo de su ex pareja, la mujer sufrió la interrupción de un embarazo. Por todo eso, decidió abandonar su vivienda en Rosario y esconderse en un pueblo hasta que sea escuchada por las autoridades.

Luego de un año y seis meses de haber iniciado su relación amorosa, Ámbar, de 39 años, decidió culminar el vínculo tras padecer todo tipo de violencia verbal y física, con quien entonces vivía bajo el mismo techo.

“La primera situación agresiva se desencadenó cuando quiso ahorcar a mi hijo de seis años porque el nene le había apagado el monitor de la computadora”, reveló Ámbar.

Sin embargo, como habitualmente se comportan los violentos, el sujeto, de 37 años, prometió dejar atrás los maltratos. “Había épocas en las que estaba bien y otras que no. Los primeros ataques hacia mí fueron psicológicos, amenazándome, me decía: ‘Tenés que hacer lo que yo te ordene’. No tenía libertad”, recordó.

Finalmente padeció golpizas en dos ocasiones y con la ayuda de tres vecinos logró alejarlo de su vivienda.“Adonde voy me persigue, hoy (por ayer) tocó el timbre de mi casa a las 6 y escapó. Su sola presencia es amenazadora”, expresó Coperchio.

Por lo tanto, mientras dialogaba con Crónica, aclaró: “me mudé a un pueblo chiquito, en el que espero que nunca me pueda encontrar, para ocultarme porque no aguantó más vivir así”.

Estrés

Pocos días después de lograr la separación, la mujer tomó conocimiento de estar embarazada de su agresor pero en la quinta semana de gestación todo se complicó: “Perdí a mi bebé por el estrés, por lo que me hace vivir, ni siquiera me pagó una obra social para que pudiera ir a un médico. Estoy segura de que la interrupción del embarazo fue por culpa de él”.

Semejante dolor también se agudiza por la agresión a su único hijo: “De todo lo que viví, lo que más me duele es lo que le hizo a mi nene y haber perdido a mi bebé”, razón por la cual, Ambar deja en claro que quiere“justicia”.

“Me gustaría que esté preso, que lo saquen de mi vida y de las de mis seres queridos, a quienes también amenaza. Espero que haya justicia, no sólo por mí, sino por el hijo que perdí”, concluyó.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas