José Antonio Palazzo siguió atentamente las alternativas del juicio. La rueda de testimoniales no hizo que comprometerlo aún más. Quedó muy cerca de una condena y este martes, cuando la Fiscal Vivian Barbosa dé a conocer sus conclusiones, se sabrá qué le depara el futuro.
Palazzo está imputado del delito de “contrabando de estupefacientes”. Lo atraparon en 2014 en el puente internacional San Roque González de Santa Cruz con 18,645 kilos de pasta base de cocaína.
Este lunes, los jueces del Tribunal Federal de Posadas, Norma Lampugnani, Manuel Alberto Moreira y Mario Hachiro Doi, empezaron a juzgarlo. Desfilaron ante ellos los aduaneros que llevaron adelante el procedimiento.
En total, declararon cuatro funcionarios de la Aduana y un perito de la Gendarmería Nacional, a quien los magistrados lo llenaron de preguntas acerca del proceso de elaboración de la cocaína y el grado de pureza que tenía el estupefaciente incautado en el paso que une Posadas con Encarnación.
Los aduaneros recordaron con lujo de detalles que el 9 de septiembre de 2014, llegó al carril 3 de la cabecera argentina un coche Chevrolet Agile negro, chapa KFO 094. Era Palazzo, quien venía de Encarnación.
Uno de los testigos dijo que el hombre viajaba solo, con poco equipaje y mostró poca convicción sobre el destino que iba a tomar una vez que siguiera viaje por territorio argentino. Entonces, precisó, decidieron pasar el coche por el escáner.
El responsable del escáner también declaró ante el Tribunal. Precisó que con el aparato se detectó la presencia de numerosos “panes”, envueltos en papel de aluminio. Estaban escondidos entre los caños del aire acondicionado y el torpedo del rodado.
Además, otros “ladrillos” se hallaban en los paneles de las puertas, a la altura de los parlantes.
Poco después los funcionarios establecieron que los “panes” tenían un polvo compactado que a través de los estudios se comprobó que era pasta base de cocaína. Palazzo fue detenido de inmediato.
El quinto testigo convocado, un comandante de la GN y perito, fue quien analizó en el laboratorio la droga. Dijo que era una mezcla de cocaína con fenacetina, un fármaco analgésico que se utiliza para que la droga blanca tenga mejor aspecto y se acentúe su sabor.
En el debate se supo que de los 18,645 kilos, casi nueve eran cocaína de máxima pureza. El perito precisó que la pasta base es el paso previo para la elaboración del clorhidrato que se vende en “ravioles”.
Este martes, la fiscal Vivian Barbosa dará a conocer su alegato. Pedirá una dura condena para Palazzo, por la cantidad de estupefaciente que quiso ingresar.
El imputado es asistido por la defensora oficial Susana Beatriz Criado. Ella alegará en segundo término.
Se estima que a media mañana habrá sentencia.
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EP
