En el corralón municipal de la Dirección de Tránsito ya no queda espacio para una sola moto más. Hasta la semana pasada se contabilizaban 1212 motos, un récord histórico.
El predio de la Av. Urquiza casi esquina Zapiola está tan atestado de motos -casi todas, de baja cilindrada- que fueron secuestradas en distintos operativos de tránsito, que la Municipalidad traerá una compactadora a la provincia para convertir una parte de esos motovehículos en chatarra.
La modalidad es nueva, ya que hasta ahora los lotes de motos más viejas -y en peor estado- pasaban a remate, con la condición de que las unidades no podían ser revendidas, sino que debían ser utilizadas sus partes como repuestos.
Además, la Municipalidad alquilará un terreno contiguo al corralón para extender la capacidad de almacenamiento de unidades. Es una manzana que está situada atrás del corralón y que hoy es un baldío que pertenece a un particular. En las próximas semanas se firmará el contrato de alquiler y comenzarán las tareas de acondicionamiento de la playa.
«Realmente hay muchas motos, alrededor de mil, por distintas circunstancias y desde cierto tiempo a esta parte, junto con la Secretaría de Gobierno estamos buscando una solución para esta cuestión y la idea es la compactación. De acuerdo a la ordenanza lo que tiene más de un año y no fue reclamado por nadie irá a la compactación», explicó Victor Rustchman, Secretario de Seguridad Municipal.
El funcionario explicó que la Municipalidad está alquilando la manzana siguiente hacia atrás, están cerrando el contrato y tienen que cercarlo y acondicionarlo «así ampliamos nuestra playa de autos secuestrados», dijo.
«Antes se remataban las motos, pero el espíritu ahora es buscar el compactado porque por ahí el remate trae otro tipo de inconvenientes, por ahí es usado para generar repuestos de usados y hay partes que no se usan y vuelve a la calle, no se descarta pero como medida alternativa», explicó.
El último remate del corralón municipal fue hace un año, cuando salieron a remate 21 lotes que totalizaban unas 600 unidades. En aquel entonces, cada lote tenía una base de $10.000.
Las partes no tienen mucho valor
Consultado por Misiones Online, el responsable de una conocida casa de venta de repuestos para motos explicó que «las partes que vienen de los remates son todas de motos de cilindrada baja, todas provenientes de China, las partes de estas motos no tienen un gran valor, ya que los respuestos nuevos no son un problema para conseguirlos y tampoco son caros», dijo.
El año pasado, el Ministerio de Gobierno de la provincia trajo una compactadora a través del Ministerio de Seguridad, que trabajó en el predio que tiene la Policía de la Provincia en la zona del Aeroclub. Esta máquina compactó algunos autos, incluso algunas unidades de la flota policial que estaban de rezago. La máquina tuvo un problema, no pudo repararse y se la llevaron. «Es una empresa privada, ellos cumplen un itinerario y van por todo el país, tuvieron que irse en tonces», explicó.
Se pierde la moto, pero la multa no desaparece
¿Por qué no se reclaman las motos? En general, la gente considera que con lo que cuesta pagar la multa no se justifica recuperar la moto, sino que conviene comprar una unidad nueva.
Sin emabargo, Vrunstein recuerda que la multa no desaparece para las personas que resignan su moto para que sea rematada o hecha chatarra en el corralón. «Hay un registro de infractores y son llamados a pagar, son intimados a pagar cuando aparecen para hacer algún trámite, con lo cual, la multa la siguen teniendo», sostuvo.
«Muchas veces, es gente acostumbrada a estar en la informalidad, hay mucha gente que piensa y anda así», explicó.
MB
EP
