Congelamiento de óvulos: mayor tranquilidad y mejor pronóstico frente al paso del tiempo

En las últimas décadas, muchas mujeres están progresivamente retrasando la edad de la maternidad, fundamentalmente porque prefieren esperar y darle prioridad al desarrollo profesional y laboral. Un estudio realizado en los Estados Unidos demostró que desde 1970 a 2006 se octuplicó la cantidad de mujeres que tuvieron su primer embarazo a los 35 años o después.

El mayor obstáculo que deben enfrentar al retrasar la maternidad es que la calidad y potencial reproductivo de los óvulos va disminuyendo, por lo que las chances de concepción y embarazo viable también lo hacen. Además, conforme avanza el tiempo, la reserva ovárica de la mujer es menor, ya que ella nace con cerca de 2 millones de ovocitos,  en la adolescencia ya bajaron a alrededor de 400 mil y en cada ciclo menstrual cierta cantidad se reclutan, algunos pocos maduran, y generalmente uno se libera, mientras que los restantes -que suelen ser docenas- van hacia la apoptosis o muerte celular programada.

Gracias a los avances científicos de los últimos años, las mujeres hoy cuentan con una opción confiable para postergar el embarazo, que es a través del congelamiento (criopreservación) de los óvulos. Mediante una técnica relativamente sencilla llamada en la actualidad vitrificación, la mujer puede congelar una cierta cantidad de este tipo de células, conservando óvulos sanos y jóvenes para cuando decida llevar adelante la maternidad. De esta manera, quienes hayan congelado óvulos a una edad temprana, podrán quedar embarazadas pasados los 40 con células que son mucho más jóvenes, lo que aumenta la chance de concepción y la viabilidad del embarazo, así como la salud del niño. El mayor porcentaje de éxito en el embarazo se da si la preservación fue hecha antes de los 35 años de la mujer.

Es un procedimiento de uso cada vez más frecuente en la práctica médica, con un crecimiento exponencial en los últimos años: en Estados Unidos, mientras que en 2006 se registraron 300 casos de criopreservación, estiman que en 2018 se llevarán a cabo más de 76 mil congelamientos.

Ester Polak de Fried, médica especialista en Fertilidad y directora del CER -Centro Especializado en Reproducción- destacó que las mujeres en la actualidad tienen cada vez más conciencia del impacto que genera el avance de la edad sobre la fertilidad. “Cuando se pospone la búsqueda del embarazo, hay que asumir que las probabilidades de alcanzarlo en forma exitosa descienden cada año: antes de los 35 años, el porcentaje de chances de gestación espontanea por mes es del 25%, con 38 años baja al 15%, con 40 es del 7% y con 44 tan solo del 1 ó 2%. Este dato es de enorme importancia a la hora de plantearse la posibilidad de preservar la fertilidad, ya que los resultados de gestaciones obtenidas con óvulos criopreservados varían sustancialmente en función de la edad en la que fueron obtenidos”, sostuvo.

Acerca del procedimiento, Polak describió que “requiere la realización de un estudio hormonal y ecográfico a la mujer, para después indicar un tratamiento de estimulación ovárica con inyecciones subcutáneas durante unos 10 días. Luego, se programa una punción ovárica transecográfica bajo sedación en la que se obtienen el mayor número de óvulos que puedan ser congelados para el futuro”.

En cuanto a la edad límite para alcanzar la maternidad, tanto con vitrificación de óvulos como con óvulos donados (ovodonación), luego de la difusión de algunos casos de mamás muy mayores, los especialistas insisten en recalcar que debe prevalecer el sentido común a la hora de decidir hasta qué momento una mujer debe recurrir a esta técnica, ya que hacerlo a una edad muy avanzada puede ser riesgoso tanto para su salud como para la del bebé.

La criopreservación es también una alternativa ante situaciones que pueden generar que los óvulos de la mujer disminuyan y pierdan mucha calidad, como por ejemplo algunos tipos de tratamientos oncológicos. Previo a someterse a estos, se puede congelar óvulos para poder quedar embarazada en un futuro, si así lo deseara.

“Ha avanzado mucho la ciencia en las técnicas de criopreservación. En el pasado, la mayoría de los óvulos, al ser congelados, se cristalizaban y sus estructuras perdían funcionamiento, por lo que, al ser descongelados, morían. De hecho, se necesitaban unos 100 óvulos para lograr un  embarazo. Hoy día, la tasa de supervivencia de estas células es prácticamente del 100%, debido a que se utiliza una metodología de congelamiento ultrarrápido”, aseguró Polak de Fried, quien también es docente autorizada de la Facultad de Medicina de la UBA.

Al contrario de los hombres, que producen espermatozoides constantemente desde la pubertad, las mujeres nacen con la cantidad de óvulos que van a necesitar durante el resto de sus vidas. Desde la primera menstruación y hasta la menopausia, con cada ciclo, algunas de esas células maduran y una sola alcanza el estado óptimo para ser liberada.
A continuación, se desarrollan dos testimonios de mujeres en distintas situaciones, que accedieron a compartir su experiencia:

Camila llevó adelante el congelamiento como precaución, pero finalmente alcanzó el embarazo en forma natural. ‘Con mi primer matrimonio, con el que convivimos 10 años, no terminamos de decidirnos en buscar la maternidad. Él ya era papá y yo privilegié la universidad y mi trabajo. Así, los años fueron pasando y luego finalmente nos separamos. Pasado un tiempo, por insistencia de mi ginecólogo y de mi entorno, me decidí a congelar óvulos, tenía 38 años de edad. Pero afortunadamente, formé una nueva pareja y logré un embarazo natural a los 40 años. Sin embargo, a partir del congelamiento tuve mucha tranquilidad, ya que sabía que contaba con más tiempo para encarar una posible maternidad”.

“Otro punto no menor es que sé que en el futuro podría quedar embarazada con óvulos propios. Incluso puedo darle a mi hijo Gonzalo un hermanito/a. Es cierto también que aquellas mujeres que no congelaron pueden alcanzar la maternidad con óvulos donados, lo cual es una alternativa muy válida, pero sin lugar a dudas es preferible lograrlo con tus propios óvulos”.

“En mi entorno, tengo muchas amigas que van cambiando de pareja y postergan la maternidad sin darse cuenta de que los años van pasando. Muchas mujeres sueñan con tener una pareja, consolidarla, casarse y armar una familia con la llegada de un hijo. Los tiempos de la vida y de las parejas a veces son otros. Mi recomendación a las mujeres es que congelen, así no tienen la presión del tiempo y cuentan con una alternativa si la llegan a necesitar”.

Desde su propia experiencia, Camila relató que “el tratamiento no es para nada doloroso, ni insume mucho tiempo. Se inicia unos días antes con unas inyecciones para hacer madurar muchos óvulos (que yo me las auto aplicaba, son como un pellizco) y todo el proceso hasta la extracción habrá durado no más de 15 días”.

Yamila, por su parte, no estuvo informada de la existencia de esta técnica en su momento y hoy, con sus 45 años, se lamenta. “Honestamente, nadie me habló de esta posibilidad; de haberlo sabido, sin dudas lo hubiera evaluado seriamente. Si bien sigo sin una pareja estable, sé que no puedo contar con la idea de tener un hijo con mis propios óvulos, porque ya es demasiado tarde”.

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