Sintieron que su familiar fallecido se comunicaba desde la tumba y pidieron exhumación del cadáver

Una muerte, sonidos extraños, constataciones policiales y una orden judicial. Así sucedió una espeluznante situación en la localidad de El Volcán, de la provincia de San Luis.

Tras la muerte de un chico de 23 años en un accidente de tránsito, los familiares fueron a visitar la tumba y oyeron golpes en el ataúd. “Como hablándole al cajón, le dije ‘estás bien’, golpéame una vez si me escuchás. Y respondía al golpe. Nos empezamos a mirar entre nosotros porque no podíamos creer lo que sucedía”, relató Federico, su primo, al portal El Diario de la República.

“Le dije ‘negro, si necesitás ayuda golpeá cinco veces’, y respondió a los cinco golpes”.
Alarmados, la familia de la víctima denunció los ruidos a la Policía, que llegó hasta el cementerio y también escuchó los sonidos. “Negro, si necesitás ayuda golpeá cinco veces, y respondió a los cinco golpes. Fuimos a la comisaría y primero nos tomaron en broma, pero agarraron las linternas y nos acompañaron porque ya se hacía de noche”. Ante las versiones, la jueza local ordenó la exhumación, con la sospecha de que el joven accidentado podía haber sido enterrado vivo.

Sin embargo, la exhumación solo comprobó que el cuerpo no tenía vida y estaba en descomposición. Para la jueza, apoyada en pericias de los forenses, los ruidos eran gases propios de la putrefacción.

 

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